Colombia atraviesa una particular temporada de lluvias que puede hacer más exigente la conducción, especialmente a la hora de viajar por carretera: vías húmedas, charcos y la reducción de la visibilidad se convierten en retos tanto para conductores particulares como para operadores de carga. Y aunque muchos factores inciden en la seguridad vial, las llantas son determinantes.
Durante esta época, se intensifican los accidentes por pérdida de adherencia, frenado deficiente o deslizamiento, muchos de ellos causados por un mantenimiento inadecuado. Por eso, revisar el estado de las llantas antes de cada viaje no es solo una recomendación, sino una acción preventiva vital.
Según explican los expertos de Goodyear, en condiciones climáticas adversas, una llanta en mal estado puede convertirse en el eslabón más débil de todo el sistema de seguridad de un vehículo.
¿Qué revisar antes de salir a carretera bajo lluvia?
Las condiciones climáticas exigen mayor atención a detalles que, en seco, podrían pasar desapercibidos, por eso estar atentos a los detalles es crucial para una conducción segura, y solo puede tomar unos minutos revisar lo siguiente:
Profundidad del labrado: El dibujo de la llanta, más que estético, es un sistema para evacuar el agua que se acumula entre el neumático y el asfalto. Cuando esta profundidad se reduce por el desgaste, se incrementa el riesgo de hidroplaneo. En Colombia, el mínimo legal es de 1.6 mm, pero lo recomendable en temporada de lluvias es cambiar los neumáticos si están por debajo de 3 mm.
Presión adecuada: Una presión inferior o superior a la recomendada afecta el agarre y el frenado. La presión debe medirse con las llantas frías y según las especificaciones del fabricante del vehículo. En temporada de lluvias, mantener esta variable controlada es clave para conservar la estabilidad del vehículo.
Desgaste irregular: Si al revisar las llantas notas que el desgaste se concentra solo en los bordes o en el centro, es probable que haya un problema de alineación, balanceo o presión incorrecta. Estos desgastes comprometen seriamente la capacidad de respuesta ante frenadas de emergencia sobre superficies mojadas.
Estado general de la llanta: Cortes, abultamientos, objetos incrustados o grietas visibles son señales de alerta. Si se detecta alguno de estos problemas, la recomendación es reemplazar la llanta antes de usarla en trayectos largos, especialmente si se prevé lluvia en carretera.
Un hábito que salva vidas
La cultura de mantenimiento preventivo de las llantas es algo que debe seguirse reforzando en el parque automotor colombiano. Muchos conductores solo acuden a revisarlas cuando notan problemas evidentes, pero en temporada de lluvias, esperar a que algo falle puede ser demasiado tarde. Como indican los expertos de Goodyear, una inspección visual de cinco minutos puede evitar horas de problemas.
Realizar revisiones periódicas, acudir a centros especializados y reemplazar las llantas cuando ya cumplieron su vida útil no es solo una forma de cuidar el vehículo, sino también de proteger la vida propia y la de los demás.
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