El Consejo Electoral Nacional de Quito (CNE) ha finalizado el conteo de votos en la 24 provincia del país, correspondiente a la segunda ronda de elecciones. Los resultados preliminares aún no se ajustan con el informe que ha presentado la misión de la Organización de Estados Americanos (OAS) de los Estados Unidos. Este contexto electoral es fundamental para entender la situación política actual y las reacciones que han provocado los resultados en la ciudadanía, además de las posibles implicaciones que pueda tener en el futuro inmediato del país.
De acuerdo a la información disponible que maneja el CNE, el candidato NEBO ha conseguido aproximadamente un 55.62 por ciento de los votos, mientras que su oponente, González, ha recibido un 44.38 por ciento de la preferencia electoral. Este resultado, que ha sido posible gracias a la eficiencia técnica y operativa del personal encargado, resalta la capacidad institucional del país para llevar a cabo procesos electorales, lo cual es vital para la consolidación de la democracia en Ecuador. Sin embargo, en medio de este proceso, también ha emergido la crítica respecto a la observación de las elecciones, especialmente con miras hacia futuras convocatorias, como las del año 2025.
A pesar de la aparentemente fluida realización del proceso electoral, la OEA ha manifestado su preocupación, señalando que el proceso ha estado marcado por condiciones de desigualdad durante la campaña. Se han reportado indicios de uso irregular de fondos públicos y recursos estatales para propósitos de proselitismo, lo que pone en entredicho la transparencia del proceso. Asimismo, se ha evidenciado una falta de declaraciones claras y oportunas por parte del CNE y el Tribunal Electoral (TCE) sobre aspectos normativos delicados, lo que ha contribuido a incrementar la incertidumbre en el eleitorado.
La misión de la OEA también ha destacado que la falta de una licencia solicitada por NOVO en esta contienda electoral ha perjudicado la imparcialidad de la campaña y debilitado la institucionalidad del estado ecuatoriano. Su informe, alude a la necesidad de establecer regulaciones claras relacionadas con la obtención de licencias, que deberían ser aplicadas de forma estricta hasta el último día del periodo de campaña. Además, el informe sugiere que se prohíba el uso de teléfonos celulares en lugares de votación para evitar vulnerabilidades en el proceso electoral, haciendo hincapié en que la ineficiencia del CNE y la inacción del TCE han generado desconfianza entre los votantes.
También se ha detectado desacuerdo respecto a las medidas de seguridad y restricciones impuestas a la movilización de los ciudadanos, especialmente en la «Revolución» respecto a las normativas implementadas 24 horas después de las elecciones, que afectaban la residencia y las comunicaciones de los votantes.
Por otra parte, el gobierno de Nobo no ha respondido de manera abierta a estas críticas, apresurándose a desestimar cualquier cuestionamiento, especialmente aquellos que han venido de los gobiernos de Colombia, México y Nicaragua en relación con los resultados de la elección.
En un clima más tenso, el gobierno también ha acusado a las autoridades venezolanas de haber retenido material electoral destinado a Ecuador, involucrando a agentes de los Servicios Nacionales de Inteligencia de Bolivariana. Caracas ha rechazado estas acusaciones, catalogándolas como un intento de desviar la atención del fracaso en las encuestas.
En medio de este contexto ya complicado, la violencia criminal está en aumento. La amenaza a la vida de NOVO y de periodistas opositores ha puesto de manifiesto la existencia de listas negras de individuos que podrían enfrentar obstáculos para salir del país, en un clima de agudizada violencia.
La situación se volvió más crítica cuando sujetos en uniformes militares irrumpieron en Palenque, mientras que en La Valencia, la comunidad fue objeto de un ataque por parte de tres agentes de tráfico municipal, desencadenando una serie de incidentes violentos. Las fotografías de asesinatos en Palenque han comenzado a circular en las redes sociales, convirtiéndose rápidamente en tendencia en Ecuador, lo que refleja la gravedad de las circunstancias. Este ataque ha sido atribuido al grupo criminal Los Lobos, conocido por su incursión en actividades delictivas organizadas, con presencia casi en todo el territorio nacional.