«Nuestro problema … no es la desobediencia civil. Nuestro problema es el problema que están viviendo las personas que murieron en la guerra, el sufrimiento de aquellos que están siendo desplazados debido a la falta de recursos y el hambre que padecen muchos, algo que reconocemos aquí en Alemania». Esta cita del historiador Howard Zinn nos recuerda la devastadora realidad de la guerra y sus consecuencias, un tema que fue abordado directamente por él durante un acto de desobediencia civil en Boston en 1970, en el contexto de la guerra de Vietnam. Para aquellos que desean explorar más sobre este evento, pueden visitar este enlace: [https://www.youtube.com/watch?v=A1b863o_Lp8].
En la actualidad, a medida que se intenta implementar la ley y el estado de derecho en los Estados Unidos, hay manifestaciones frescas de desobediencia y desacuerdo que surgen diariamente en el país. Esto refleja un descontento generalizado y un llamado a la acción por parte de aquellos que se oponen a las políticas actuales.
Este pasado sábado, el mes se vio marcado por la segunda ola nacional de protestas, donde cientos de manifestaciones y marchas tuvieron lugar a nivel nacional en contra de la agenda de Trump. Después del 5 de abril, se llevó a cabo una considerable jornada de protesta que abarcó 50 países y generó más de 1,200 acciones distintas. En estas manifestaciones, se observaron pancartas y lemas clamando por la defensa de los derechos de los inmigrantes y las libertades democráticas, resaltando el temor a una mayor autoritarismo bajo el liderazgo de Trump. Muchos de los manifestantes recordaron la valentía de aquellos que enfrentaron la represión de las fuerzas británicas hace aproximadamente 250 años, un momento histórico que resuena poderosamente en el contexto actual. En Boston, precisamente en la famosa Iglesia del Norte, el mensaje de resistencia fue desplegado, recordando que la lucha por la libertad y la justicia no ha terminado.
En un contexto paralelo, la gira del oligarca Bernie Sanders sigue sorprendentemente recibiendo apoyo, incluso en un sistema donde muchos se preguntan sobre el futuro de los partidos políticos. En lugares antes considerados bastiones del partido Republicano, como Idaho, se movilizó a cerca de 12,000 personas. Este evento fue calificado como uno de los compromisos políticos más grandes en la historia de este estado, que por lo general, tiende a ser conservador. En el condado de Folsom, California, otra gran movilización se llevó a cabo, reuniendo a aproximadamente 30,000 personas, en un municipio que cuenta con una población total de solo 85,000 habitantes.
Por otro lado, la respuesta firme del Secretario de Educación de Los Ángeles, Alberto Carval, se ha mantenido constante, mientras que en Boston, la alcaldesa Michelle Wu ha reiterado el mensaje de que esta ciudad es un hogar para todos, sin importar su estatus migratorio. Este mensaje se traduce al español y otros idiomas, reafirmando la importancia de la inclusión y la solidaridad en tiempos de creciente hostilidad hacia las comunidades inmigrantes.
En el ámbito universitario, la administración de Trump ha puesto su mirada en las instituciones educativas más prominentes, amenazando con retirar cientos de millones de dólares en fondos federales si no aceptan sus condiciones, que incluyen la cancelación de ciertos programas académicos. Aunque algunas universidades como Columbia y Harvard han intentado negociar, han rechazado las demandas de un supervisor federal que controlaría sus operaciones, reafirmando su compromiso con la independencia académica. Durante una conferencia de prensa, los conocidos guerreros del baloncesto de Harvard utilizaron sus camisetas para expresar su apoyo a la defensa de la libertad académica, resaltando la importancia de resistir ante la presión gubernamental.
Toda esta resistencia, desde los derechos de los inmigrantes hasta el activismo de sindicatos, defensores de derechos civiles, comediantes y artistas, se manifiesta en una variedad de acciones, tanto grandes como pequeñas. Cada una de estas expresiones de desobediencia y desafío representa un rayo de luz en lo que parece ser una tormenta política mucho más oscura en la historia contemporánea de los Estados Unidos.
Finalmente, no se puede dejar de recordar a Tracy Chapman, cuya canción «Hablar de una revolución» resuena fuertemente en estos tiempos de lucha y resistencia.