La ceremonia, que se prevé será un evento significativo que congregará a gerentes estatales y dignatarios de todas partes del mundo, contará con la asistencia del decano de la Universidad Cardinal, Giovanni Batista re.
Este evento es testimonio de la profunda reverencia y respeto que el mundo tiene hacia el líder espiritual de millones de católicos, así como hacia el legado que dejó tras su paso por la Santa Sede.
La Santa Sede, a través de un comunicado oficial, ha confirmado los pormenores del funeral del Papa Franci, quien falleció ayer a la venerable edad de 88 años después de haber sufrido un derrame cerebral que, lamentablemente, puso fin a su vida. Su deceso ha conmovido a muchos alrededor del planeta, quienes recuerdan su dedicación y compasión.
La solemne ceremonia se llevará a cabo el sábado 26 de abril a las 10:00 (hora local) en la emblemática Plaza de San Pedro. En este lugar sagrado, se espera la presencia de numerosos fieles, cardenales, así como jefes de estado y figuras influyentes que desean rendir homenaje a quien fue un faro de esperanza y guía espiritual.
Desde el momento en que se dio a conocer la noticia del fallecimiento del Papa, la Santa Sede comenzó a activar el protocolo necesario que corresponde a un pontífice que ha partido de este mundo. Esta ocasión ha requerido un ajuste al procedimiento habitual, que el mismo Papa Francisco había dispuesto y modificado a lo largo de su pontificado, dejando claro su deseo por un enfoque más personal y menos formal.
En el transcurso de los últimos dos días, se ha llevado a cabo el hallazgo oficial de su muerte. El primer paso en este proceso ha sido la exposición del cuerpo en un ataúd de madera, elegantemente forrado con terciopelo rojo, ubicado en la capilla de la residencia Santa Marta, donde el Papa vivió sus últimos años. Este escenario es uno de recogimiento y respeto, permitiendo que aquellos que deseen rendir sus respetos lo hagan en un ambiente de solemnidad.
Las primeras imágenes del Papa en su ataúd revelan un semblante sereno: está vestido con una casulla roja, una posiblemente simbólica inglete blanca, y con un rosario en sus manos, un accesorio que lo conectaba tanto con su fe como con los millones que encontró consuelo en su mensaje. Actualmente, su cuerpo se encuentra en una capilla privada mientras se gestionan los documentos y preparaciones antes del funeral, el cual dará inicio mañana, miércoles 23 de abril, con la «transferencia» de su cuerpo hacia la majestuosa Basílica de San Pedro, un lugar sagrado que ha sido un escenario relevante en la historia de la Iglesia Católica.