Los doctores desarrollan un marcapasos que es más reducido que un grano de arroz.

París. Jueves 3 de abril de 2025. En un avance sin precedentes, los científicos han anunciado la creación del marcapasos más pequeño del mundo, que es aún más diminuto que un grano de arroz. Este innovador dispositivo puede ser inyectado con una simple jeringa y es controlado mediante luz antes de disolverse de manera segura dentro del cuerpo del paciente.

Es importante mencionar que, aunque este dispositivo revolucionario no se ha probado en humanos durante varios años, los investigadores lo están catalogando como un «descubrimiento clave». A partir de este desarrollo, se espera que pueda derivarse un progreso significativo en otras áreas de la medicina y la salud.

Se estima que millones de personas alrededor del mundo ya utilizan marcapasos convencionales que tienen la función de enviar impulsos eléctricos al corazón, lo que les permite funcionar de manera normal; sin embargo, estos marcapasos tradicionales vienen acompañados de diversos inconvenientes. En contraste, el nuevo dispositivo ofrece una alternativa menos invasiva.

De acuerdo con un estudio publicado en la prestigiosa revista Nature, estos microdispositivos se han probado con éxito en condiciones de laboratorio utilizando ratones, cerdos, perros, y en corazones humanos, lo que ha permitido validar su funcionamiento y eficacia en múltiples contextos. A medida que las pruebas avanzan, el autor principal del estudio, John Rogers, de la Northwestern University en los Estados Unidos, anticipa que se podrán llevar a cabo ensayos en humanos dentro de «dos o tres años».

Este innovador marcapasos tiene un grosor de tan solo un milímetro y una longitud de 3.5 milímetros, lo que lo hace extremadamente compacto. Su administración es factible a través de una inyección en la cavidad torácica, eliminando así la necesidad de cirugías invasivas para su colocación. Una vez en el cuerpo, el dispositivo está diseñado para disolverse si ya no es necesario, lo que representa un avance importante en la reducción de procedimientos quirúrgicos.

El marcapasos se conecta de manera inalámbrica a un parche flexible que se coloca en el pecho del paciente. Este parche es capaz de detectar cualquier latido irregular del corazón y, al hacerlo, emite automáticamente una señal de luz infrarroja, la cual informa al dispositivo para que comience a marcar el ritmo adecuado del corazón.

Este pequeño marcapasos es alimentado por una «célula galvánica» que aprovecha los fluidos corporales para convertir la energía química en impulsos eléctricos, que a su vez estimulan el corazón a latir de forma normal. El equipo de investigación sugiere que este dispositivo podría beneficiar al uno por ciento de los bebés que nacen con malformaciones cardíacas innatas y que requieren un marcapasos temporal durante la semana posterior a su operación. Asimismo, hay esperanzas de que este dispositivo ayude a restablecer un ritmo normal en adultos que han sido sometidos a cirugía.

A diferencia de los marcapasos temporales actuales, que requieren de intervención quirúrgica para coser electrodos a los músculos del corazón, este nuevo dispositivo representa un gran avance en la atención médica. En los procedimientos tradicionales, los médicos deben retirar los cables, un proceso que puede tener sus propios riesgos asociados. Un caso notable es el de Neil Armstrong, el primer hombre en caminar sobre la Luna, quien falleció en 2012 como resultado de una operación de este tipo.

Mirando hacia el futuro, los investigadores creen que esta tecnología podría ofrecer soluciones innovadoras para «desafíos sociales en la salud humana». Bozhi Tian, cuyo laboratorio en la Universidad de Chicago también ha desarrollado marcapasos ligeros, pero que no participó en esta nueva investigación, comentó que se trata de un «gran progreso significativo».

En sus declaraciones a la AFP, Tian reiteró que «este nuevo marcapasos representa un avance auténtico en la tecnología médica». Según sus palabras, «es un cambio de paradigma en la estimulación temporal y la medicina bioelectrónica, lo que abre oportunidades que van mucho más allá de la cardiología, incluyendo la regeneración nerviosa, la curación de heridas e implantes inteligentes integrados».

Gracias a estos pequeños marcapasos, se «abre una nueva era» para el suministro cardíaco que es más suave, inteligente y, sobre todo, amigable con el paciente. Dado que la enfermedad cardíaca se ha convertido en la principal causa de mortalidad en el mundo, según la Organización Mundial de la Salud, estos innovadores dispositivos tienen el potencial de salvar innumerables vidas en el futuro.

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