Luego de meses de recuperación física y emocional, un patrullero de la Policía Nacional y su perro antinarcóticos regresaron juntos al servicio activo, marcando un ejemplo de valentía y compromiso. Ambos fueron víctimas del atentado ocurrido en Amalfi, Antioquia, donde una emboscada con explosivos dejó varios heridos y causó conmoción nacional. Contra todo pronóstico, lograron superar las graves lesiones y hoy vuelven a cumplir su labor en la lucha contra el narcotráfico.
El vínculo entre el uniformado y su compañero canino se ha fortalecido tras la tragedia, demostrando cómo la lealtad y el trabajo conjunto pueden ser claves en momentos de adversidad. Más allá de un emotivo reencuentro, su retorno simboliza la fortaleza de quienes, a pesar de haber sido blanco de la violencia, deciden seguir sirviendo al país con entereza y determinación.
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