El Atlético vivió una de sus noches más difíciles en el torneo al perder 4-0 contra el Real Santander, un resultado que lo deja golpeado en el fútbol y con un retroceso obvio en la clasificación. El equipo no encontró respuestas para detener la fuerza rival y terminó pagando los errores defensivos.
Con esta derrota, el Atlético se queda con 15 puntos después de 11 días de jugado, producto de 4 victorias, 3 empates y 4 pérdidas. Sus números están ubicados en el octavo cuadro, justo dentro del grupo que lucha por las posiciones superiores, aunque con una diferencia de goles negativa que comienza a preocuparse: 12 goles a favor y 15 contra, para un equilibrio de -3.
El contraste con otros equipos en la parte media de la tabla es evidente. El Real Santander, con esta victoria, alcanzó la puntuación (14 unidades antes del juego, ahora 17) y lo superó en la diferencia de goles, dejando el Atlético sin margen de error en el resto del Clausura. El resultado expone la fragilidad de un escuadrón que ha perdido terreno frente a los rivales directos.
Los últimos cinco juegos también muestran la inestabilidad del Atlético: tres pérdidas consecutivas y solo dos victorias anteriores, una tendencia que lo hace vulnerable para el cierre del campeonato. Mientras que equipos como Jaguares o Cundinamarca real muestran regularidad, el Grupo Albiazul alterna buenas presentaciones con caídas preocupantes como el día de hoy.
En asuntos ofensivos, la producción de 12 goles en 11 juegos refleja una tarifa baja contra los competidores que superan los 15 goles, como los Patriots (14) o incluso la Cartagena real (18). A esto se agrega la debilidad defensiva, con 15 goles recibidos, lo que lo coloca entre los lados más superados del torneo.
La derrota contra el verdadero Santander lo obliga a repensar sus próximos compromisos, ya que con dos días para jugar, cada punto será decisivo para mantenerse en la parte media de la mesa. Si no es para mejorar, el Atlético podría dar su octavo lugar frente a los rivales que han estado presionando, como Bogotá o el propio verdadero Santander.
En resumen, el 4-0 sufrido en este día es más que una caída: representa una alerta clara para el Atlético, que no correge sus deficiencias ofensivas y defensivas corre el riesgo de abandonar las posiciones de privilegios. El Clausura entra en su fase decisiva y el margen de error ya es mínimo para un equipo que se juega en las dos fechas restantes.
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