Bogotá, 28 de septiembre de 2025 — En medio del creciente clima político generado por la reciente revocación de la visa estadounidense al presidente Gustavo Petro, estalló una fuerte polémica en redes sociales alrededor del ministro de Trabajo, Antonio Sanguino. La controversia comenzó cuando el ministro publicó en su cuenta de X una invitación para una movilización prevista en Ibagué (Tolima) para el 3 de octubre, acompañada del mensaje: “¡En Ibagué no necesitamos visa!”.
Esa publicación motivó que la representante a la Cámara Lina María Garrido respondiera directamente al post con una frase que ha generado titulares:
“Si de verdad es tan varón, dígalo en primera persona.”
El choque verbal se suma al ambiente de polarización política que atraviesa Colombia, luego de que se conociera la decisión de Estados Unidos de revocar la visa de Petro. En su pronunciamiento, el ministro usó la frase “En Ibagué no necesitamos visa” para enfatizar que la concentración popular no está condicionada por decisiones diplomáticas ni documentos migratorios.
Contexto político: la visa, la movilización y la tensión mediática
- Revocación de visa a Petro
El desencadenante de esta cadena de reacciones es la retirada de la visa estadounidense al presidente Petro, en represalia, según EE. UU., por declaraciones en las que supuestamente pidió a militares estadounidenses no obedecer ciertas órdenes. Semana
Esta decisión generó reacciones encontradas en Colombia: apoyo entre sectores que la ven como una agresión diplomática, y críticas desde quienes consideran que el presidente cruzó límites institucionales. - La invitación a Ibagué
Al compartir la convocatoria a la movilización en Ibagué, Sanguino no solo hace un llamado simbólico a la protesta, sino que asume una postura activa dentro del debate político y social en torno a la relación con EE. UU. - La réplica de Garrido
El comentario de la congresista sostiene un reproche implícito por la postura del ministro: si se considera firme (“varón”, en el lenguaje coloquial utilizado), que lo manifieste de modo claro y sin rodeos, “en primera persona”. La confrontación, aunque breve en su forma, refleja un nivel de exigencia política y retórica vigente en los círculos parlamentarios. - Antecedentes judiciales de Sanguino
Las críticas no llegan en un vacío: Antonio Sanguino ya enfrenta investigaciones y cuestionamientos públicos por hechos ocurridos cuando fue concejal de Bogotá. En agosto de 2025, la Corte Suprema negó que el caso prescribiera y ordenó que el proceso continúe para que se formule acusación en un caso vinculado al escándalo del “carrusel de la contratación” en Bogotá.
Sanguino ha asegurado públicamente su inocencia y ha señalado que muchas de las acusaciones se basan en declaraciones de personas ya condenadas, calificándolas de “infundadas”. - La tensión entre poder simbólico y política pública
Este episodio exhibe cómo el gobierno busca mantener protagonismo político mientras se enfrenta a frentes judiciales y desafíos legislativos (como la reforma laboral). El gesto de convocar movilización es tanto un acto simbólico como un mensaje de que el Ejecutivo no cede espacios de discusión pública ante presiones externas o internas.
Qué implica la confrontación
- Visibilidad y polarización
En tiempos de hiperpolarización política, frases como la de Garrido se viralizan y funcionan como estímulos mediáticos que obligan al ministro y al gobierno a responder o matizar su posición. - Agenda pública en disputa
La disputa no es solo retórica: testimonia cómo temas diplomáticos, de legitimidad, judiciales y sociales se entremezclan en la agenda nacional. - Riesgos institucionales
Que un miembro del gabinete reciba confrontaciones directas en redes es indicativo de que los debates de poder y la responsabilidad institucional están siendo expuestos, no solo en los medios tradicionales sino en plataformas digitales, donde audiencias diversas participan. - Impacto político y futuro
El episodio puede jugar en el imaginario de los partidos y del electorado: reaviva discusiones sobre fortaleza política, liderazgo y coherencia. Para Sanguino puede ser una prueba de resistencia, pero también aumenta el escrutinio sobre su gestión, su discurso y su defensa frente a los procesos en curso.
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