Un reciente estudio de la EGADE Business School del Tecnológico de Monterrey en Estados Unidos examinó el perfil de al menos 10.000 millonarios para determinar cómo alcanzaron su riqueza. Los resultados sorprendieron, porque la mayoría no heredó grandes fortunas, sino que consolidó su patrimonio a través de educación superior, trabajo estratégico e inversiones inteligentes.
La investigación identificó que los millonarios tienen un fuerte vínculo académico con carreras como contaduría, administración, derecho, ingeniería y docencia, lo que evidencia una relación estrecha entre educación formal y generación de riqueza. Además, el 52 % alcanzó maestrías o doctorados, frente al 13 % de la población general, lo que demuestra la relevancia de la formación avanzada.
El informe también reveló que el 62 % de los millonarios se graduó en universidades públicas, lo cual desmiente el mito de que solo la educación privada de élite garantiza éxito económico. Asimismo, el 15 % ocupa cargos de alta jerarquía empresarial, como CEO, CFO o COO, posiciones que les permiten tomar decisiones estratégicas y multiplicar sus ingresos.
Inversiones y visión de largo plazo
El estudio destacó que durante varias etapas de su vida, los millonarios realizan inversiones con el objetivo de asegurar su retiro y fortalecer beneficios fiscales. La mayoría de los encuestados atribuyó su fortuna a estrategias de inversión de largo plazo, en lugar de apuestas rápidas o riesgosas.
Solo 1 de cada 5 millonarios recibió una herencia significativa, lo que confirma que el éxito económico depende más de disciplina y estrategia que de privilegios familiares. Según los investigadores, los millonarios suelen diversificar sus inversiones y mantener un enfoque constante en la protección de su capital, incluso en escenarios económicos adversos.
Tres pasos fundamentales para convertirse en millonario
El medio especializado Fortuna complementó el estudio y resaltó tres pasos esenciales que cualquier persona puede aplicar para aumentar sus probabilidades de alcanzar una riqueza significativa.
Primero, tener objetivos financieros claros permite trazar una ruta definida hacia la independencia económica, ya que la claridad en las metas impulsa la motivación y la disciplina. Segundo, asumir una mentalidad empresarial resulta vital, porque no solo implica administrar un negocio, sino identificar oportunidades emergentes que fortalezcan el patrimonio. Finalmente, invertir en educación constante se considera un pilar fundamental, pues cada curso, capacitación o formación avanzada proporciona nuevas herramientas para competir en mercados cada vez más exigentes.
En conclusión, los millonarios no siempre nacen con privilegios. Por el contrario, logran construir su riqueza con educación, visión empresarial e inversiones disciplinadas, un camino que cualquiera puede replicar con constancia y planificación.
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