El senador y precandidato presidencial Iván Cepeda asumió una postura clara sobre lo que busca implementar si logra llegar al poder, centrada en tres pilares fundamentales: una revolución ética, el fortalecimiento del diálogo nacional y la continuidad del programa de gobierno de Gustavo Petro.
Tres líneas clave de su propuesta
- Revolución ética
Cepeda ha llamado la atención al deterioro moral que, según él, vive Colombia tras décadas de violencia, corrupción estructural y exclusión social. Su apuesta incluye cambios no solo en las políticas públicas, sino en la cultura ciudadana, la transparencia institucional y una mayor exigencia a los servidores públicos. - Diálogo nacional y concertación
Propone un gran acuerdo nacional que involucre todos los sectores: partidos políticos, sociedad civil, gremios, organizaciones sociales y comunidades. La idea es superar la polarización y enfrentar de manera concertada temas estructurales como justicia, paz, equidad territorial y corrupción. En ese sentido, ha señalado que el diálogo debe ir más allá del Congreso y de las reformas legales; debe ser un proceso colectivo que reconfigure la relación entre gobernantes y gobernados. - Continuidad del legado de Petro
A pesar de ser un candidato distinto, Cepeda enfatiza que su campaña se basa en la idea de preservar lo que considera los logros del gobierno actual: avances en derechos humanos, justicia social, manejo ambiental, fortalecimiento institucional y una política de paz con enfoque territorial. Su intención es recorrer ese camino con mayor profundidad y mejores garantías.
Beneficios esperados
- Mejorar la calidad de la democracia y generar mayor confianza en las instituciones.
- Reducir la desigualdad y la exclusión social en regiones históricamente afectadas por la violencia.
- Crear ambientes de paz y reconciliación que vayan más allá de los acuerdos formales: que lleguen al ejercicio cotidiano de derechos.
Retos que enfrenta
- Convencer a la población de que las promesas de “revolución ética” no se queden en discursos, sino que se plasmen en acciones concretas.
- Lograr que el diálogo nacional tenga participación real y no quede en textos o pactos simbólicos.
- Diferenciar su oferta política frente a otros candidatos, manteniendo un perfil coherente con sus principios sin caer en polarización.
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