Más que una técnica sexual, el método Karezza propone una forma de intimidad basada en la conexión emocional, la ternura y el contacto consciente. Alejándose del enfoque tradicional centrado en el orgasmo, esta práctica sugiere que las parejas pueden fortalecer su vínculo afectivo y experimentar una mayor satisfacción al enfocarse en el momento presente, el afecto y la energía compartida. El término proviene del italiano carezza (caricia) y tiene raíces en filosofías que promueven la armonía cuerpomente.
Cada vez más personas están explorando el Karezza como una alternativa para reavivar relaciones de largo plazo o para sanar vínculos deteriorados por la rutina o la presión del rendimiento sexual. Terapeutas y expertos en relaciones destacan que, al reducir la ansiedad por el “resultado”, esta práctica puede generar una mayor intimidad emocional, fortalecer la confianza mutua y abrir nuevas formas de comunicación entre parejas.
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