Una joven mujer permanece internada en estado crítico en la unidad de cuidados intensivos (UCI) de un hospital en Pasto (Nariño) luego de someterse a un procedimiento quirúrgico estético en lo que se presume era una clínica clandestina operando desde una vivienda ilegal. La denuncia ya ha activado una investigación por parte de la Fiscalía General de la Nación, que busca esclarecer responsabilidades, condiciones del lugar y personas involucradas.
Los hechos denunciados
Según versiones periodísticas locales, la paciente acudió al sitio para realizarse una cirugía estética en la zona abdominal o corporal (las fuentes no coinciden sobre detalles del procedimiento). El lugar no estaba habilitado como clínica quirúrgica, sino que funcionaba desde una vivienda con adaptaciones improvisadas, sin los permisos médicos adecuados ni las garantías sanitarias.
Durante el procedimiento, la paciente presentó complicaciones graves —algunas versiones mencionan perforaciones internas— lo que obligó a trasladarla al hospital donde ingresó en estado crítico a la UCI para recibir atención especializada.
Testigos y denunciantes locales han indicado que el lugar contaba con “aparatos mínimos” para operaciones, pero sin protocolos de esterilización adecuados, sin personal calificado o con mínima supervisión médica, y sin garantías para atender emergencias.
Reacción institucional e investigación
La Fiscalía ha iniciado ya las diligencias para determinar responsabilidades. El objetivo es investigar quiénes organizaron la clínica clandestina, si las personas que intervinieron estaban legalmente habilitadas, cómo operaba la vivienda y si se cobraban sumas considerables por servicios con riesgos graves.
Además, se pretende establecer si hubo complicidad de servidores públicos, negligencia médica o un encubrimiento. La vivienda en cuestión ya está bajo inspección para recabar pruebas (instrumentos quirúrgicos, registros, testimonios) que permitan la imputación de cargos cuando corresponda.
Por su parte, las autoridades de salud regionales y municipales también están bajo presión para verificar si conocían la actividad y por qué no se evitó su operación desde un principio.
Riesgos y contexto detrás del fenómeno de clínicas clandestinas
Este caso no es aislado. En diferentes ciudades del país se han documentado situaciones similares: lugares operando sin supervisión, con personal no especializado y con uso de técnicas riesgosas.
Las consecuencias pueden incluir sangrado masivo, infecciones graves, perforaciones de órganos internos, necrosis de tejidos, intoxicaciones por insumos no regulados, e incluso la muerte. En el caso específico de Nariño, la joven paciente requirió reanimación y cuidados intensivos, lo que evidencia el alto riesgo que implican estos procedimientos sin garantías.
El fenómeno se agrava en regiones con menores controles institucionales, faltas de cultura en derechos de salud, búsquedas de costos bajos por parte de pacientes y una oferta informal que experimenta demanda creciente. En estos escenarios se deterioran los estándares éticos, legales y sanitarios.
Estado actual de la paciente y expectativas
Aunque no todas las fuentes coinciden, se informa que la mujer sigue en la UCI en condición delicada, con pronóstico reservado. No se ha confirmado públicamente si ha sido intervenida quirúrgicamente para corregir daños ocasionados durante la cirugía clandestina.
Familiares y allegados hacen un llamado a las autoridades a actuar con rapidez para evitar que el caso quede en impunidad y para proteger a otras personas que puedan ser víctimas de servicios estéticos irregulares.
Lecciones y retos para el sistema de salud
Este episodio pone de relieve la necesidad de fortalecer regulaciones, inspecciones, sanciones efectivas y campañas de educación ciudadana sobre los riesgos de procedimientos fuera del marco formal. Las entidades de control sanitario, las secretarías de salud departamentales y municipales deben coordinarse con la Fiscalía para desmantelar estas redes clandestinas.
Además, es esencial que quienes ofrecen procedimientos estéticos estén debidamente acreditados, cuenten con instalaciones autorizadas y cumplan protocolos de seguridad. Los pacientes, por su lado, deben exigir licencias, certificaciones y condiciones adecuadas antes de aceptar intervenciones.
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