En los últimos meses, el ex presidente de Colombia fue Álvaro uribe vélez Ha regresado como el actor principal en la política nacional, a pesar de ser resultados legales complejos. Aunque legalmente no puede apuntar a la oficina presidencial, su política tiene como objetivo fortalecer el liderazgo dentro del uribismo y dar forma a las alianzas a la derecha con miras a las elecciones de 2026.
Cobertura judicial y restricciones formales
En agosto de 2025, el juez colombiano de Uribe condenó 12 años en la prisión doméstica Por el delito de fraude y procedimientos de soborno en acción penal, debido a una extensa investigación sobre el supuesto tratamiento de testigos, hace más de una década. El veredicto también fue una multa de $ 578,000 y apagó para tener un cargo público.
Aunque ha sido condenado primero, el proceso permanece en apelación. Al mismo tiempo, en algunos tribunales, fue sentenciado a arrestar en casa y otras veces su libertad fue devuelta en ciertas circunstancias. Sus acusados han condenado que la sentencia es un caso sobre «política judicial» o «aplicación de la ley», una historia que Uribe y su partido han introducido a la activación de partidarios.
Estas condiciones judiciales le impiden dirigirse directamente a un cargo público, pero no le impiden trabajar como orientación estratégica, política o referencia simbólica dentro de la orina.
Regreso público y acción territorial
Desde que Uribe recuperó más libertad de acción, ha fortalecido su presencia en escenarios públicos y simbólicos. Por ejemplo:
- Regresó a las áreas locales y regionales con el impacto de la orina e intentó repetir los lazos territoriales y políticos.
- En lugares como Modelia (Bogotá), pagó a los miembros del Senado Miguel Uribe Turbay, quien fue asesinado y fue candidato presidencial en la estación demócrata. Este acto fue acusado de simbólico en la orina como un signo de continuidad política.
- Hizo declaraciones oficiales sobre la necesidad de «ganar las elecciones» y continuar el plan de seguridad, el autocontrol local y la restauración del gobierno de Gustavo Petro.
Este creciente activista se interpreta como parte de un esfuerzo por restaurar el liderazgo político real, más allá del área de la corte, desde la planta de energía social y política.
Rediseño estratégico y moldeo político
Uribe no solo actúa como una imagen simbólica: ha adaptado los métodos internos dentro de Centro y ha atraído nuevas alianzas para aumentar su capacidad para los efectos electorales. Llaves de ese rediseño:
- Democrático: Uribe ha propuesto formar una alianza más amplia, que es mayor que los límites de la orina rigurosa, incluir fuerzas correctas tradicionales y tradicionales.
- Revisión del sistema de elección: Dentro del Centro Democrático, se han realizado cambios en las reglas internas para incluir procesos de exploración interna y permitir una mayor participación en la elección del candidato.
- Invasión del pacto con otros juegos: Se han iniciado métodos de figuras de panorama político, incluso los partidos tuvieron una competencia histórica con la intención de construir acuerdos del programa contra el «Proyecto Popetrist».
- Intercambio simbólico de generación: Después del asesinato de Miguel Uribe Turbay, su padre, Miguel Uribe Londoño, declaró un candidato por la Estación Democrática, interpretado por muchos como un tipo de cambio simbólico destinado a mantener la continuidad en el legado de la familia.
Riesgos y desafíos
A pesar de la reconstrucción de los medios de comunicación, la reescritura política de Urribe se enfrenta a varios obstáculos:
- Color institucional y legitimidad: Muchos ciudadanos creen que la convicción enfatiza que nadie debería estar sobre la ley. La imagen de Uribe es recogida: para sus seguidores, es un mártir político, pero para sus oponentes es una representante del abuso de poder.
- División dentro de Uribismo: En la competencia interna del Centro Democrático, hay mucha tensión entre diferentes tendencias y candidatos, lo que podría debilitar la unidad a un nivel decisivo.
- Preguntas para la corte: La defensa de Uribe ha intentado recursos legales y ha criticado la imparcialidad del sistema de justicia, que puede crear un desgaste político adicional si se interpreta como una barrera institucional.
- Dificultad para arrojar un alivio confiable: Aunque Miguel Uribe Londoño ha asumido el papel del candidato, su perfil es menos conocido y tiene una carga simbólica para transportar un suministro que fomenta más continuo que con su propia canción.
- Mala escena electoral: El derecho de Colombia ha enfrentado los esfuerzos políticos de Petrismo, la polaridad ideológica y los títulos críticos sobre la democracia, la justicia y los derechos humanos. Uribe debe pronunciar un discurso que no sea rechazado por sectores moderados.
Punto de vista electoral para 2026
Lo que parece claro es que Uribe ya no tiene la intención de controlar directamente, sino que quiere dar forma a un escenario, diseñar formas estratégicas y ser una parte decisiva de la construcción de la oposición al gobierno de Gustavo Petro. Su objetivo fundamental no es personal, sino simbólico: resistir la orina como una fuerza central hacia la derecha y la controversia política directa desde atrás.
Si logra superar sus restricciones legales, fortalezca las alianzas con los líderes de la derecha, mantenga la cohesión interna y atraiga a algunas industrias moderadas, su impacto podría señalar el equilibrio electoral. En otros casos, el peso político de su lastre puede considerarse si persiste una alta polarización.
En resumen, el regreso de Uribe no es un capítulo aislado, sino parte de una política consciente para continuar la importancia política, controlar la historia del uribismo y la disputa 2026 como una estrategia clave, con ambición indirecta del poder.
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