La situación en la Universidad Nacional ha alcanzado un punto crítico, ya que los estudiantes se enfrentan a las amenazas de los líderes nativos armados con machetes. Esta mañana, un estudiante hizo una declaración contundente, denunciando que los líderes nativos estaban impidiendo el acceso a la universidad, lo que generó un ambiente de miedo y tensión en el campus. Según los relatos de los estudiantes, no solo hubo bloqueos de las entradas, sino que también se produjeron amenazas directas hacia el personal con machetes, exacerbando la situación y creando un clima hostil para quienes intentaban ingresar a la institución.
Una joven estudiante relató que, mientras intentaba asistir a su clase, se encontró en medio de una confrontación. A pesar de pedir a los manifestantes que se comportaran de manera pacífica, varios miembros del grupo Minka rechazaron su acceso, insistiendo en que el lugar estaba destinado exclusivamente a sus actividades y protestas. Este tipo de comportamiento ha causado una gran indignación dentro de la comunidad universitaria, ya que se sostiene que el campus debe ser un espacio donde el acceso esté garantizado para todos los miembros de la academia, independientemente de las circunstancias externas.
Los estudiantes se enfrentan a los líderes nativos en un clima de amenaza con machetes
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A medida que transcurrían los hechos, la situación se tornó aún más tensa. Testigos observaron cómo algunos de los líderes nativos usaron sus machetes como herramienta de intimidación contra aquellos que simplemente deseaban ingresar. Este tipo de violencia no solo afecta a los estudiantes, sino también al personal administrativo, que optó por resguardarse en edificios para evitar un enfrentamiento directo, contribuyendo así a un ambiente de inseguridad.
En respuesta a estos incidentes, las autoridades de la Universidad Nacional han declarado que se encuentran en conversaciones con representantes del grupo Minka para tratar de evitar que se repitan acciones tan alarmantes. Simultáneamente, han hecho un llamado al respeto mutuo, recordando la necesidad de que la universidad sea un espacio dedicado a la educación pacífica y a la convivencia. También se ha informado a la Personería de Bogotá y a la oficina del defensor del pueblo para que se mantengan al tanto de los acontecimientos y se aseguren de que se sigan los protocolos adecuados.
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Es importante recordar que la Universidad Nacional ha ofrecido sus instalaciones como un refugio temporal para los miembros del nativo Minka, quienes están movilizándose para reclamar sus derechos fundamentales. Sin embargo, la serie de incidentes recientes subraya la urgente necesidad de establecer protocolos claros que protejan tanto el derecho de protesta como el derecho a la educación, sin poner en peligro la seguridad de los integrantes de la comunidad universitaria.
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