El proceso judicial contra el exgerente de la Nueva EPS, señalado por el presidente Gustavo Petro de presuntas irregularidades en el manejo de recursos públicos, sufrió un nuevo revés tras la suspensión de la audiencia de acusación que estaba prevista para este martes en Bogotá. La diligencia fue aplazada por decisión del juez de conocimiento, quien argumentó problemas de notificación a una de las partes procesales, lo que impidió avanzar en la formalización de los cargos. Este retraso prolonga la expectativa sobre un caso que ha puesto en el centro del debate la transparencia en el sistema de salud colombiano.
El presidente Petro ha insistido en que la investigación debe llegar hasta las últimas consecuencias, señalando que detrás de la administración de la Nueva EPS se habrían tejido redes de corrupción que afectan directamente el servicio a los usuarios. Mientras tanto, la defensa del exdirectivo sostiene que las acusaciones tienen un trasfondo político y que el proceso ha sido manipulado mediáticamente. La Fiscalía, por su parte, mantiene su acusación por presunto peculado y contratos sin cumplimiento de requisitos legales.
La suspensión de la audiencia no solo retrasa el avance del juicio, sino que también incrementa la tensión entre el Gobierno y el sector salud, en un momento en que el Ejecutivo impulsa su controvertida reforma sanitaria. Se espera que el Tribunal fije una nueva fecha en los próximos días para retomar el proceso. Entre tanto, el caso sigue generando reacciones de distintos sectores que piden que la justicia actúe con celeridad y sin presiones políticas.
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