
El departamento del Cauca volvió a ser escenario del horror. En la madrugada de este lunes festivo, una potente explosión sacudió el casco urbano del municipio de Suárez, dejando un saldo de dos personas muertas y cuatro heridas, entre ellas un policía que se encontraba en servicio. El ataque, perpetrado a escasos metros de la estación de Policía, fue atribuido por el Gobierno Nacional a las disidencias de las FARC bajo el mando de alias “Iván Mordisco”.
El ministro de Defensa, Pedro Sánchez, condenó enérgicamente el hecho y anunció una recompensa de 200 millones de pesos por información que conduzca a la captura de los responsables. A través de su cuenta en la red social X, el alto funcionario señaló que el atentado representa “un acto de desesperación cobarde” de una estructura criminal que, según él, “ha perdido control territorial y enfrenta el colapso de sus finanzas ilegales derivadas del narcotráfico, la minería ilegal y la extorsión”.
“Este ataque no solo demuestra su debilidad, sino también su desprecio absoluto por la vida y por las comunidades que dicen defender. No vamos a ceder ante el terror”, enfatizó Sánchez.
Municipio en la mira del conflicto
La explosión se registró en una zona residencial cercana a la estación policial y a varios establecimientos comerciales. Testigos relataron que la onda expansiva destruyó fachadas y vehículos estacionados, sembrando el pánico entre los habitantes. Tropas del Ejército Nacional y la Policía se desplegaron de inmediato para asegurar el área y recolectar evidencias.
El Ministerio de Defensa confirmó que se adelantan operaciones de control territorial para evitar nuevos ataques, mientras unidades especializadas analizan el tipo de artefacto explosivo utilizado. Por su parte, las autoridades locales repudiaron el atentado y expresaron su solidaridad con las víctimas, advirtiendo que Suárez se ha convertido en uno de los municipios más golpeados por la violencia de los grupos residuales.
Debate político por la seguridad en el Cauca
El atentado ha reavivado el debate sobre la eficacia de la política de seguridad del Gobierno y la situación de orden público en el norte del Cauca, donde los enfrentamientos entre el Ejército y las disidencias son constantes. Dirigentes regionales y congresistas de oposición cuestionaron la estrategia de diálogo con los grupos armados, señalando que “la paz total” no puede construirse mientras se siga asesinando a civiles.
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