Venganza o prioridad logística: el crispado debate entre Petro y la gobernadora del Valle por los proyectos férreos El informante

El cruce de declaraciones entre el presidente Gustavo Petro y la gobernadora del Valle del Cauca, Dilian Francisca Toro, ha puesto en el centro del debate los grandes proyectos ferroviarios de la región, en particular el denominado Tren de Cercanías del Valle del Cauca y el llamado Ferrocarril del Pacífico (o corredor Buenaventura–Yumbo). Este choque político revela profundas tensiones entre lo regional y lo nacional, y marca un pulso por la priorización de obras estratégicas.

Contexto del conflicto

El 8 de noviembre de 2025 se agotó el plazo límite para que el Gobierno nacional firmara el convenio de cofinanciación del Tren de Cercanías, esencial para que arranque la obra que conectaría a la ciudad de Cali con municipios como Jamundí, Palmira y Yumbo. Sin embargo, la firma no se concretó. La Gobernación del Valle ya había asegurado el 30 % de los recursos mediante vigencias futuras, mientras que el 70 % restante —equivalente a cerca de 12 billones de pesos según autoridades regionales— debía venir del Gobierno nacional.

El presidente Petro, a través de su cuenta en la red social X, atribuyó el aplazamiento a la bancada vallecaucana en el Congreso, señalando que “¿acaso parte de la bancada vallecaucana no hundió la ley de financiamiento, una y dos veces? Por tal razón debo priorizar la salida al mar de los centros de producción nacional. El ferrocarril de pasajeros y carga Buenaventura–Yumbo va adelante…”.

En respuesta, la gobernadora Toro acusó a Petro de plantear “una venganza política contra los vallecaucanos ante la postura libre y autónoma del Congreso de la República. Usted representa la unidad nacional y con sus decisiones la que rompe”. En un trino añadió: “Gracias por nada, presidente, qué pequeñez la suya”.

Los proyectos en cuestión

1. Tren de Cercanías del Valle del Cauca
Este proyecto busca conectar Cali con Jamundí, Palmira y Yumbo mediante un sistema férreo ligero y eléctrico, constituido como una obra clave para mejorar la movilidad regional, reducir los tiempos de desplazamiento, y generar empleo. Las entidades regionales ya cumplieron con la firma de vigencias futuras (30 %), pero la Nación no ha completado su cofinanciación de 70 %.

2. Ferrocarril del Pacífico (Buenaventura–Yumbo)
El Gobierno nacional prioriza este corredor, argumentando que la salida al mar desde Buenaventura es clave para la competitividad logística del país. Petro señaló que esta ruta “disparará la economía productiva y el bienestar de todo el pueblo vallecaucano”. La gobernadora, sin embargo, aseguró que este proyecto “no tiene ni estudios técnicos, no lo puedes financiar”, cuestionando su viabilidad.

Vías del conflicto

  • Incumplimiento percibido: Toro afirma que el Gobierno de Petro incumplió promesas de campaña con el Valle del Cauca al no firmar la cofinanciación del Tren de Cercanías.
  • Desconfianza política: El presidente considera que la bancada vallecaucana obstruyó leyes de financiamiento, lo que lo faculta para cambiar prioridades. Toro lo interpreta como castigo político a la región.
  • Centralismo vs. autonomía regional: El enfrentamiento pone en evidencia la tensión entre decisiones del poder central y los intereses de los gobiernos departamentales.
  • Impacto social y económico: El retraso de la obra de movilidad se vincula a pérdidas de empleo, congestión, movilidad deficiente y pérdida de competitividad regional. Por ejemplo, Toro manifestó que 5.000 empleos en Jamundí podrían estarse perdiendo por el aplazamiento.

Posibles consecuencias

  • Recrudecimiento del clima político: Este choque puede debilitar el respaldo de la región al Gobierno nacional y endurecer la oposición local en próximos procesos electorales.
  • Retraso de la obra: Si la cofinanciación no se firma pronto, el Tren de Cercanías podría aplazarse al menos un año más, retrasando sus beneficios en movilidad, empleo y reducción de emisiones.
  • Desigualdad regional: La priorización de un corredor nacional puede generar la percepción de abandono de las regiones, amplificando brechas de desarrollo.
  • Reajuste de agendas de infraestructura: Puede desencadenar una revaluación de qué proyectos se apoyan desde la Nación y en qué condiciones participan los territorios.

Conclusión

Lo que parecía una firma técnica para un proyecto de movilidad se convirtió en un episodio de tensión política que evidencia el delicado equilibrio entre Gobierno nacional y regiones en Colombia. La gobernadora Dilian Francisca Toro y el presidente Gustavo Petro protagonizan un enfrentamiento que pone en juego no solo una obra de infraestructura, sino la credibilidad de compromisos, la autonomía regional y el futuro desarrollo del Valle del Cauca. En medio de la retórica de “vengeanza política” y prioridades nacionales, los ciudadanos y empresas del suroccidente colombiano siguen a la espera de que los raíles del progreso no se queden sin señal.

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