El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró el viernes que ya ha tomado una decisión sobre sus próximas acciones militares en relación con Venezuela, pero se negó a revelar detalles: «Ya me decidí, pero no puedo decirles qué será».
Estas declaraciones se dieron mientras Trump caminaba hacia el avión presidencial rumbo a Florida, en momentos de creciente tensión entre Washington y Caracas.
Contexto estratégico y militar
- Según reportes del Washington Post, Trump sostuvo ese mismo día una reunión con el secretario de Defensa, Pete Hegseth, y otros altos mandos del Pentágono para analizar “una variedad de opciones” para una posible acción militar contra Venezuela.
- Las fuerzas estadounidenses ya han aumentado su presencia en el Caribe bajo una operación bautizada por la Casa Blanca como “Lanza del Sur”, con el argumento de combatir el narcotráfico.
- Esta escalada incluye un significativo despliegue naval: portaviones, buques de guerra y Marines han sido posicionados en la región, lo que algunos analistas interpretan como una postura más agresiva de la que simplemente combate drogas.
- Según fuentes anónimas citadas por medios, las tropas desplegadas estarían listas para recibir órdenes de atacar si Trump así lo decide.
- Trump enfatizó que Estados Unidos ha logrado avances “en términos de frenar la entrada masiva de drogas” desde Venezuela.
Riesgos y ambigüedad estratégica
Analistas señalan que Trump podría estar empleando lo que se conoce como ambigüedad estratégica: al no revelar cuáles serán exactamente sus acciones, mantiene presión sobre el gobierno de Nicolás Maduro sin comprometerse públicamente con un curso de acción específico.
Además, existe preocupación sobre la legalidad y las implicaciones de un posible ataque directo a territorio venezolano. Algunos expertos advierten sobre riesgos diplomáticos, militares y humanitarios si se concretara una intervención más agresiva.
Reacción de Venezuela
- El presidente venezolano, Nicolás Maduro, ha advertido contra una intervención estadounidense y ha instado a su población a “prepararse para la defensa”, anunciando movilización de tropas y milicias.
- En sus declaraciones, Maduro comparó la situación con conflictos anteriores como Afganistán o Libia, llamando a evitar lo que él describe como una “guerra eterna” o una intervención injusta.
- Desde Caracas también se menciona la posibilidad de una respuesta en forma de tácticas irregulares: fuentes citadas por analistas afirman que el régimen venezolano podría recurrir a acciones de sabotaje, guerrilla urbana o movilización de grupos progobierno si se produce una intervención.
¿Cuál es el objetivo oficial de EE.UU.?
La Administración Trump sostiene que la operación Lanza del Sur tiene como misión principal combatir el narcotráfico en el hemisferio occidental, y no necesariamente derrocar al gobierno de Maduro.
No obstante, la fuerza militar desplegada —incluyendo un portaviones y una unidad de Marines capaz de operaciones terrestres— ha despertado dudas entre analistas, quienes sugieren que algunas de las opciones presentadas a Trump podrían ir más allá de misiones de interdicción marítima.
Información de fondo
- El Comando Sur de EE.UU., liderando la operación, ha sido clave en la planificación de las opciones presentadas a Trump.
- En septiembre de 2025, EE.UU. llevó a cabo un ataque aéreo contra una embarcación en el Caribe que, según Trump, transportaba drogas y pertenecía a la organización Tren de Aragua.
- La organización Tren de Aragua fue designada por Estados Unidos como “terrorista” bajo la administración Trump, lo que legitima legalmente (desde la perspectiva estadounidense) medidas más agresivas contra sus miembros.
Implicaciones
El pronunciamiento de Trump marca un momento de alta tensión entre Estados Unidos y Venezuela. La posibilidad de una intervención militar ha generado alarma internacional, no solo por los efectos directos sobre la soberanía de Venezuela, sino también por las consecuencias geopolíticas en la región. El uso de la ambigüedad estratégica podría ser una herramienta para presionar a Maduro sin desencadenar inmediatamente un conflicto abierto, pero también deja un margen impredecible que preocupa a observadores, gobiernos latinoamericanos y organizaciones de derechos humanos.
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