El duelo que acabó 1-2 en el Bernabéu dejó una fuerte lectura: El Manchester City derrotó al Real Madrid y expuso una crisis que crece cada semana. El equipo de Xabi Alonso volvió a jugar sin precisión, sin orden y sin la presión necesaria para competir al nivel esperado.
El Madrid empezó con ilusión, pero el City impuso su control
El Real Madrid no contó con Mbappé desde el inicio y muchos esperaban que Vinicius, Rodrygo y Valverde asumieran el liderazgo ofensivo. Ninguno de ellos logró sostener el peso del partido ante un rival paciente y eficaz. El City entendió el ritmo del partido y atacó los desajustes blancos en cada transición.
Thibaut Courtois evitó un gol mayor con varias paradas clave. Aún así no pudo evitar el gol de penalti de Erling Haaland, tras una clara falta de Rüdiger en el minuto 43. La acción puso de manifiesto la fragilidad defensiva del equipo y la desconexión colectiva en las tareas goleadoras.
El Madrid falló en la definición y perdió claridad
La segunda parte mostró a un Real Madrid más agresivo, pero igual de impreciso. Vinicius desperdició una salida clara con un pase defectuoso hacia Rodrygo. Rodrygo se perdió el mano a mano. Bellingham no logró acertar en otra opción clara. Endrick pegó en el larguero con un cabezazo que pudo cambiar el rumbo del partido.
La ausencia de Mbappé, que no entró por molestias, no dejó ninguna referencia definitiva al ataque. Xabi Alonso apostó por Arda Güler y otros artífices, pero el equipo no encontró fluidez. La tensión aumentó cuando el City controló el ritmo y bloqueó cualquier intento de reacción.
El City castigó la desesperación de los locales
El Manchester City entendió cuándo acelerar y cuándo esperar. Esa lectura táctica definió el partido. Aprovechó errores no forzados de los merengues y obligó a un Madrid desorganizado a replegarse. La presión visitante fue selectiva y efectiva. La calma inglesa contrastaba con la ansiedad blanca.
El Real Madrid avanzó líneas sin estructura y dejó espacios amplios. El City ocupó esos espacios de forma inteligente y gestionó los tiempos del partido. La diferencia no fue mayor por las intervenciones de Courtois, que evitó otro gol de Haaland al inicio del complemento.
Un cierre doloroso y un futuro incierto
Cuando el árbitro señaló el final, estaba claro que El Manchester City derrotó al Real Madrid en el marcador y en el juego. El equipo blanco se quedó con 12 puntos y una sensación interna de profundo desgaste. El City llegó a los 13 puntos y subió posiciones.
El ambiente en el Bernabéu se volvió tenso. Las dudas sobre Xabi Alonso crecieron con fuerza. La inevitable pregunta ya circula por el club: ¿fue este su último partido en el banquillo blanco? El proyecto deportivo entra en un punto crítico y cualquier decisión podría marcar el rumbo de la temporada.
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