La contienda arancelaria disminuiría el comercio en un 80% entre Estados Unidos y China, advierte la OMC.

Ginebra. 9 de Abril de 2025. En un reciente aviso alarmante, el director de la Organización Mundial del Comercio (OMC) ha resaltado que la guerra comercial en curso entre Estados Unidos y China podría tener un impacto considerable en el comercio entre estas dos naciones, que son las principales economías a nivel global. Este anuncio fue realizado el miércoles durante un comunicado oficial, donde Ngoza Okonjo-Iweala enfatizó que el comercio de bienes entre estas economías podría experimentar una reducción de hasta el 80 por ciento debido a las crecientes tensiones comerciales que han caracterizado las interacciones entre estos gigantes económicos.

La OMC, que actúa como un organismo regulador del comercio internacional, hizo hincapié en la gravedad de esta situación. Okonjo-Iweala explicó que la “tensión y desconfianza” entre Estados Unidos y China, las cuales juntas representan una parte significativa del comercio mundial, podrían tener repercusiones más profundas y prolongadas, potencialmente dañando la estabilidad económica global. Esta dinámica no solo representa un desafío para el crecimiento económico de las dos naciones involucradas, sino que, de manera más preocupante, presenta riesgos que podrían perjudicar las perspectivas económicas a nivel mundial.

Durante el comunicado, Okonjo-Iweala advirtió que si el comercio global se fragmenta en bloques geopolíticos, esto podría ocasionar una disminución a largo plazo en el Producto Interno Bruto (PIB) mundial, estimándose que esta caída podría ser de aproximadamente un 7 por ciento. Estas cifras son alarmantes y subrayan la importancia de tomar medidas para prevenir una exacerbación de la crisis comercial actual.

Es importante señalar que la OMC no ha aclarado si la evaluación presentada por el Gerente General ya considera el impacto que pueda haber generado el reciente giro en la política arancelaria del presidente estadounidense hacia China y otros países. Sin embargo, Okonjo-Iweala mencionó que los efectos negativos a nivel macroeconómico no se limitarán únicamente a Estados Unidos y China; también se extenderán a economías más pequeñas y menos avanzadas, que a menudo son las más vulnerables en escenarios de crisis comercial.

Asimismo, la OMC expresó su preocupación sobre la fragmentación potencial del comercio mundial y cómo esto podría llevar a que se siga un enfoque basado en criterios geopolíticos, lo que plantea serios peligros para el futuro del comercio global. En este sentido, Okonjo-Iweala también hizo hincapié en la necesidad urgente de redirigir el intercambio comercial, advirtiendo sobre el “peligro inmediato” que representa esta situación, que solo podría ser abordado a través de una “respuesta global y coordinada”.

La declaración de Okonjo-Iweala se produce en un contexto particularmente agitado, luego de que el presidente Donald Trump sorprendiera al mundo al anunciar, a través de una publicación en sus redes sociales, un alto temporal de 90 días en los aranceles “recíprocos”. Este anuncio provocó una serie de interpretaciones y análisis, especialmente luego de que el 2 de abril se anunciara que se aplicarían aranceles del 10 por ciento a casi todos los productos, excepto aquellos provenientes de China que ingresan a Estados Unidos.

El presidente Trump, en un giro de 180 grados, incrementó esos aranceles del 104 por ciento al 125 por ciento, señalando que este movimiento se debió a las recientes decisiones de China de imponer aranceles del 84 por ciento sobre productos estadounidenses a partir del miércoles por la mañana. Este entorno volátil sigue evolucionando y mantiene a economistas y analistas atentos a las próximas decisiones que podrían cambiar nuevamente el panorama del comercio internacional.

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