El presidente de los Estados Unidos anunció una exención temporal para productos tecnológicos, pero dijo que la ofensiva continuaría.
Los mercados globales mostraron una ligera recuperación este lunes tras el anuncio de exenciones de tarifas por parte de Estados Unidos respecto a productos tecnológicos. A pesar de esto, el presidente Donald Trump advirtió que la tregua será corta y que ningún país escapará de su ofensiva comercial, teniendo a China y Europa en el centro de la disputa.
Durante el fin de semana, Washington se vio envuelto en un intenso debate interno sobre la aplicación de aranceles diferenciales en productos tecnológicos, además de impuestos sobre acero, aluminio y coches. Este lunes, el presidente anunció que los aranceles sobre semiconductores entrarían en vigencia «en un futuro muy cercano» y sugirió que podrían haber ciertas excepciones a estas medidas dado que necesita mantener un nivel de flexibilidad.
Finalmente, Trump decidió implementar un arancel universal del 10 por ciento y aplicó un break de 90 días sobre medidas más severas para varios países aliados; sin embargo, dejó claro que no se tratará de excepciones definitivas.
China, en el centro de atención
Las relaciones entre las dos economías más grandes del mundo siguen siendo tensas. Trump anunció nuevos aranceles sobre las importaciones chinas que alcanzan hasta un 145 por ciento, a lo que Beijing respondió con medidas similares, elevando sus tarifas sobre productos estadounidenses hasta un 125 por ciento.
Washington intentó reducir la presión el viernes, anunciando posibles exenciones de tarifas para productos como teléfonos inteligentes, computadoras portátiles, semiconductores y otros dispositivos electrónicos que China exporta masivamente, lo cual beneficiaría a empresas como Apple, Nvidia y Dell. El Ministerio de Comercio chino interpretó esta medida como «un pequeño paso» hacia la reconciliación, pero insistió en que todas las tarifas deben ser eliminadas.
No obstante, Trump y sus asesores afirmaron que estas excepciones fueron malinterpretadas, aclarando que solo representarán un clima temporal. «Nadie se escapa de esta situación… los precios del fentanilo son un gran problema, y hasta ahora, China es la que más nos perjudica», escribió el presidente en su red social.
Trump explicó que los aranceles sobre semiconductores, componentes clave para teléfonos, vehículos eléctricos y sistemas militares, se detallarán esta semana. «Queremos manufacturar nuestras papas fritas, medicamentos y productos farmacéuticos aquí», enfatizó el líder estadounidense. Además, el Secretario Americano de Comercio, Howard Lutnick, estimó que esto tendría impacto en uno o dos meses.
Xi Jinping: «No hay ganadores en la guerra comercial»
Mientras tanto, en el inicio de su tour por el sudeste asiático, el presidente chino, Xi Jinping, advirtió que el proteccionismo «no conducirá a ninguna parte» y que en la guerra comercial «no habrá ganadores». Desde Hanoi, la capital de Vietnam, anunció la firma de 45 acuerdos de cooperación con el Secretario General del Partido Comunista Vietnamita, A Lam, destinados a profundizar su asociación estratégica y fortalecer la cooperación.
El viaje de Xi continuará por Malasia y Camboya, en medio de tensiones en la guerra comercial con Estados Unidos. China busca presentarse como una alternativa estable frente al caos que vive Washington, en un momento en que muchos países temen una tormenta económica a nivel global.
Trump, por su parte, reaccionó a lo que calificó como «una reunión maravillosa» y acusó a ambos líderes de planear «dañar a los Estados Unidos» durante su encuentro con el presidente salvadoreño, Nayib Bukele, en la Oficina Oval de la Casa Blanca.
El presidente estadounidense ha afirmado que «perdimos ante China miles de millones de dólares». «+No puedo culpar a China. No culpo al presidente Xi. Me gusta. Me gusta bien», declaró Trump. Sin embargo, un republicano comercial, Jamieson Gerer, comentó que Washington «no tiene plan» al respecto durante una entrevista del domingo en CBS.
Estados Unidos también ha dejado claro que está preparando un impuesto especial para productos farmacéuticos en un futuro muy cercano, lo que podría impactar las exportaciones chinas. «Solo tengo que imponer una tarifa», enfatizó Trump, añadiendo que «cuanto más altas sean las tarifas, más rápido los farmacéuticos llegarán a nuestro suelo».
Europa está buscando un diálogo pero no apaga las represalias
Por su parte, la Comisión Europea (CE) ha formalmente aceptado una pausa de 90 días en la primera ronda de represalias a los aranceles de Trump, una decisión que sucedió después de su último anuncio sobre la congelación de impuestos propuestos.
La CE adoptó dos actos legales: uno que impone medidas de protección en respuesta a los recargos estadounidenses sobre acero y aluminio, y otro que suspende esas medidas hasta el 14 de julio de 2025, según el comunicado emitido.
La presidenta de la CE, Ursula von der Leyen, subrayó que esta suspensión busca ofrecer una oportunidad para negociaciones, aunque advirtió que las represalias se activarán si no avanzan. Así mismo, el comisionado europeo de Comercio, Maros Sefković, viajó el lunes a Washington para reunirse con funcionarios estadounidenses.
La CE enfatizó que sus represalias aún están en pie, simplemente están suspendidas, en el caso de que las negociaciones no resulten útiles para ambas partes. «En este momento, nos centramos en las negociaciones, pero si no se producen resultados justos y beneficiosos, todas las opciones permanecen sobre la mesa», declaró un portavoz de la CE en una conferencia de prensa.
Además, la CE continúa apostando por una estrategia de «dos frentes» donde se mantienen las negociaciones y se preparan para posibles represalias en el caso de que estas conversaciones no lleguen a buen puerto. Entre las medidas que se evalúan como represalias se encuentra la posibilidad de un impuesto a Amazon, específicamente sobre grandes tecnológicas estadounidenses.
Este primer paso suspendido por la Unión Europea podría implicar algunos aranceles de hasta el 25 por ciento a la importación de un amplio rango de productos estadounidenses valorados en 20.9 mil millones de euros. Estos aranceles son una respuesta a los impuestos aplicados por Estados Unidos a la exportación europea de acero y aluminio, y se esperan en tres fases diferentes a partir de este martes 15 de abril.
Influencia global
En consecuencia, las «tarifas recíprocas» que se han suspendido durante los próximos tres meses podrían tener un impacto significativo no solo en economías consolidadas, sino igualmente en economías en desarrollo. Esta influencia se ve más acentuada ya que no se proyecta una mejora significativa en el déficit comercial de los Estados Unidos, ni un aumento en la recaudación de impuestos, según un informe de la Agencia Comercial de la ONU.
El análisis menciona que muchos países que enfrentan las «tarifas recíprocas» representan desgraciadamente solo una fracción del déficit comercial estadounidense, lo que sugiere que estas medidas podrían resultar ineficaces y perjudiciales para las economías afectadas.
Los economistas de la ONU han encontrado que, de los 57 países inicialmente afectados, 28 de ellos no contribuyen más del 0.1% del déficit comercial. La agencia advierte que esas naciones, al tener un menor poder adquisitivo, no podrán resolver el desbalance comercial de los Estados Unidos y, en cambio, podrían perpetuar las desigualdades a nivel global.