San Francisco. 14. Abril de 2025. En un movimiento significativo para la industria tecnológica, la empresa estadounidense Nvidia ha revelado este lunes su intención de iniciar la producción de su última generación de chips de inteligencia artificial (IA) en los Estados Unidos, marcando así un hito en su estrategia de fabricación.
La unidad Blackwell, dedicada a la producción de unidades de procesamiento gráfico (GPU) de última tecnología, ya ha comenzado su proceso de fabricación en instalaciones que pertenecen a TSMC ubicadas en Arizona. A su vez, otros componentes de su producción están siendo fabricados en fábricas de Texconno y Wistron, ambas situadas en Taiwán. Esta diversificación en la localización de la producción busca equilibrar la cadena de suministro global y mejorar la capacidad de respuesta ante el creciente mercado de la inteligencia artificial.
Se anticipa que la producción de Nvidia incrementará considerablemente en los próximos 12 a 15 meses, de acuerdo con lo indicado por la compañía, que tiene su sede en el reconocido Silicon Valley. Este aumento en la producción es una respuesta directa al auge de aplicaciones que requieren chips de alto rendimiento y supercomputadoras, lo que ha creado una demanda sin precedentes en la industria.
En palabras de Jensen Huang, el director ejecutivo de Nvidia, «Los motores de la infraestructura y en el mundo están construidos en los Estados Unidos por primera vez». Este comentario destaca la intención de Nvidia de establecer una base de operaciones robusta dentro del país, fortaleciendo así sus capacidades y presencia en el mercado. Huang también indicó que «incluir la producción estadounidense nos ayuda a satisfacer una aplicación de chips y una supercomputadora increíble y en crecimiento, fortalecemos nuestra cadena de suministro y aumentamos nuestra resistencia». Estas afirmaciones subrayan la importancia de asegurar la producción local, no solo para la compañía, sino también para la economía en general.
El ascenso vertiginoso de Nvidia en la última década ha estado estrechamente ligado al crecimiento de la inteligencia artificial. Sus microchips y tarjetas gráficas son fundamentales para el desarrollo de diversas tecnologías, que abarcan desde vehículos eléctricos avanzados y dispositivos móviles hasta innovadores sistemas de cohetes. Este papel esencial en la evolución tecnológica la posiciona estratégicamente en el futuro del mercado.
De acuerdo con los planes de la empresa, Nvidia tiene como objetivo manufacturar infraestructura tecnológica valorada en medio billón de dólares en los Estados Unidos antes de que finalice esta década. Este ambicioso objetivo es un claro reflejo de la inversión significativa en el desarrollo tecnológico nacional y su potencial para generar empleo.
Por su parte, la Casa Blanca ha expresado que «la reubicación de estas industrias utiliza al trabajador estadounidense, la economía estadounidense y la seguridad nacional». Esta declaración resalta el compromiso del gobierno de fomentar un entorno de producción local más fuerte para garantizar la independencia económica y la competitividad internacional.
Asimismo, el gobierno estadounidense ha implementado restricciones en la exportación de chips avanzados de IA a China, como parte de su estrategia de seguridad nacional. Esto también incluye un impulso hacia la fabricación más cercana a los Estados Unidos, lo que ofrece mayores márgenes de diseño y control de productos. En este contexto, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, anunció el domingo que planea introducir tarifas sobre los semiconductores «durante la próxima semana». El Secretario de Comercio, Howard Lutnick, añadió que estas tarifas podrían entrar en vigencia en «uno o dos meses».