El gobierno del presidente Gustavo Petro se encuentra en una encrucijada política crucial, buscando imponer su agenda en las últimas horas de la legislatura. La reforma laboral se posiciona como el plato fuerte de sus aspiraciones, y su futuro podría determinar el destino de la controvertida consulta popular.
Este viernes, el país podría ser testigo del cierre de uno de los capítulos más tensos de la política reciente: la posible clausura de la consulta popular con la que el presidente Petro pretendía refrendar la reforma laboral. Esta iniciativa generó una ola de demandas, luego de que el Senado de la República le negara la posibilidad de convocarla y el mandatario optara por un decreto.
La clave de la decisión presidencial recae en el Legislativo. En lo que parece ser una suerte de transacción política, el Ejecutivo estaría dispuesto a frenar la polémica consulta si los congresistas dan luz verde a la reforma laboral. Este proyecto busca, entre otras cosas, extender la jornada nocturna, garantizar un mayor pago por trabajar domingos y festivos, establecer topes a los contratos a término fijo y brindar más garantías para los estudiantes del SENA.
El panorama en el Congreso es complejo. Los senadores y representantes deben conciliar el proyecto de ley, aunque se especula que el presidente contaría con las mayorías necesarias en ambas cámaras. Si el Ejecutivo logra su cometido, el proyecto pasaría a sanción presidencial y se convertiría en ley de la República. Como consecuencia directa, el presidente Petro daría un paso al costado con la consulta popular.
Sin embargo, esta estrategia no ha estado exenta de críticas. Varios sectores de la oposición, como el concejal de Bogotá por el Centro Democrático, Daniel Briceño, han calificado la consulta como una «herramienta de extorsión» para presionar el avance de la reforma laboral en el Congreso. A pesar de estas acusaciones, los legisladores insisten en que su trabajo no está sujeto a «extorsiones».
¿Será esta la última jugada del Gobierno para asegurar la aprobación de su reforma más ambiciosa, o la consulta popular seguirá siendo un as bajo la manga? El desenlace se espera en las próximas horas, con el país a la expectativa de las decisiones del Congreso.
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