Las vacaciones escolares de mitad de año suelen ser esperadas con entusiasmo, pero también representan un momento en el que los gastos familiares tienden a aumentar considerablemente. Con la llegada de la prima de servicios, muchos padres ven la oportunidad ideal para salir de viaje. Sin embargo, si no se administra correctamente ese dinero , es fácil terminar el mes con el bolsillo vacío.
Es fundamental tener los pies en la tierra y planear con realismo, para no afectar la estabilidad financiera del hogar. En este sentido, Santiago Rodríguez Raga, Ph.D. y profesor de la Facultad de Administración de la Universidad de los Andes, aconseja comenzar por definir el destino del viaje, la duración, el número de acompañantes y la época en la que se realizará.
Presupuestar cada detalle del viaje ayuda a evitar deudas innecesarias
Con estos datos iniciales, se debe elaborar un presupuesto detallado, que contemple categorías como transporte, alojamiento, alimentación, actividades recreativas y gastos adicionales. En cada rubro, es importante elegir opciones que se adapten tanto a los gustos personales como a la realidad económica de la familia.
El profesor Rodríguez resalta que el presupuesto permite evaluar si se puede cubrir todo con los ahorros disponibles o si se necesita recurrir a alguna forma de deuda, que debe ser moderada para evitar el sobreendeudamiento. Si los costos superan lo planeado, se puede ajustar el número de días, los destinos o las comodidades del viaje para mantener la viabilidad financiera.
Reservar con anticipación y buscar opciones económicas es fundamental
Uno de los consejos más útiles es reservar con antelación todos los servicios del viaje: vuelos, trenes, autobuses, hospedajes y entradas a actividades. Esto permite acceder a mejores precios y evitar aumentos de última hora. Para el alojamiento, comparar entre hoteles, hostales o viviendas en plataformas como Airbnb puede generar ahorros importantes.
También es recomendable alternar comidas fuera con preparaciones propias, si el hospedaje lo permite, comprar víveres en mercados locales, y llevar refrigerios durante las salidas. Además, muchas ciudades ofrecen actividades gratuitas o con descuento, como parques, museos y recorridos culturales, que no solo reducen gastos, sino que enriquecen la experiencia.
Durante el viaje: control de gastos, cambio de moneda y precaución con compras
Durante el viaje, llevar un registro diario de los gastos permite saber si se está ajustando al presupuesto o si es necesario hacer recortes. Si se viaja fuera de Colombia, hay que considerar la tasa de cambio y los costos asociados al uso de tarjetas o casas de cambio, así como los posibles recargos por comisiones bancarias.
Además, es vital prever gastos como seguro médico, plan de datos o roaming, y ser moderado con las compras y recuerdos, ya que estos pueden elevar rápidamente el costo total del viaje.
Disfrutar sin excesos también es posible
Al final, lo más importante es disfrutar del descanso y crear recuerdos en familia sin poner en riesgo la economía del hogar. “Son días para conocer, explorar y fortalecer lazos. Con una buena planeación, el viaje será una experiencia enriquecedora y financieramente saludable”, concluye el profesor Rodríguez.
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