Álvaro Uribe V. ¡Culpable! – – El informante

“El día de la quema se verá el humo”, dice el argot popular, y así fue el 28 de julio en el Juzgado 44 Penal del Circuito de Bogotá. Este día, sobre las 6:50 pm, la jueza Sandra Liliana Heredia Aranda, encargada de ese despacho y después de pronunciar la frase, “Queremos decirle a Colombia que la justicia ha llegado”, dio a conocer el sentido del fallo en el juicio que puso en el banquillo de los acusados a Álvaro Uribe Vélez.

De manera pausada, y tras casi 12 horas en las que leyó el cuerpo argumentativo que la llevó a tomar la decisión que finalmente expresaría: falló en contra del procesado, en condición de determinador, en lo referido a los delitos de soborno a testigos y fraude procesal, eximiéndolo del cargo de soborno simple.

Con la expectativa de gran parte del país que a lo largo de meses pudo seguir en vivo las 60 audiencias de un proceso judicial que no logró eludir el acusado, así como la lectura del fallo, extendida por casi 12 horas, una lectura en la cual la jueza Heredia Aranda llevó a cabo una minuciosa y rigurosa exposición de los argumentos presentados en el juicio por ambas partes. Este análisis detallado reflejó la complejidad del litigio que duró 475 días. Se trata del proceso judicial más espinoso en la historia de Colombia.

La decisión tomada por la jueza no implicó la sentencia, la cual será dada a conocer el viernes 1 de agosto a las 2 pm. Sobre ese particular la fiscal del caso, Marlenne Orjuela, pidió 108 meses de prisión y una multa de $1.458 millones de pesos. La ley penal colombiana establece para este tipo de delitos una cantidad superior a 4 años e inferior a ocho.

La sentencia emitida, más allá de lo que implique la misma, en tanto primera instancia, no quedará en firme, toda vez que la defensa del condenado la apelará –segunda instancia–, pasando el proceso al Tribunal Superior de Bogotá en su sala penal, un recurso para el cual la parte interesada cuenta con cinco días para presentar sus argumentos. Una tercera instancia es previsible, toda vez que alguna de las partes apelará el nuevo veredicto, pasando el proceso a la Corte Suprema de Justicia.

La complejidad de lo vivido, y sus implicaciones políticas, éticas, morales para el país, son evidentes. Por lo pronto, quedó en evidencia que en esta ocasión el expresidente Uribe, implicado en numerosas causas penales, y bajo sospecha en todo lo concerniente con el origen y evolución del paramilitarismo en Colombia, no pudo esquivar, como sí lo hizo en otras oportunidades, la acción de la justicia. Aunque el deseo de mucha gente pasa por verlo condenado por esas causas, finalmente lo ve vencido, en primera instancia, por una causa “menor”. Como le sucediera a un conocido convicto gringo en los años 20 del siglo XX, su poder se resquebrajó por el lado menos esperado.

Guerra de relatos

A lo largo de esas 12 horas de expectativa, en las que la jueza leía el cuerpo argumentativo del fallo que pronunciaría, la guerra de relatos no daba cuartel en el país. En las calles de distintas ciudades del territorio nacional se disputaban carteles entre “Uribe inocente” – “Uribe culpable”; al mismo tiempo, arengas y contenidos digitales reaccionaban minuto a minuto a la lectura argumentativa que realizaba la jueza Sandra Liliana Heredia Aranda. Todo era tensión, ambiente digno de un país claramente dividido entre polos opuestos.

De igual manera, como clara expresión de lo que representan, los medios hegemónicos, tras irse conociendo el sentido del fallo, dejaban entrever en sus titulares sus adscripciones ideológicas, titulares “políticamente correctos”, que obedecen al eufemismo conocido como “objetividad”, como puede detallarse en el siguiente recuadro:

Medio Titular
RCN Expresidente Álvaro Uribe quedó absuelto por soborno en caso Hilda Niño
Caracol Radio ¡Histórico! Álvaro Uribe Vélez fue declarado culpable por dos delitos: ¿Irá a la cárcel?
W Radio Juez confirmó que Álvaro Uribe cometió soborno en actuación penal contra Juan Guillermo Monsalve
El Colombiano Jueza consideró culpable a Álvaro Uribe por soborno en actuación penal y fraude procesal,¿podría ir a prisión?
El Nuevo Siglo Jueza declara culpable a Uribe de fraude procesal y soborno en actuación penal
El Espectador Álvaro Uribe Vélez es culpable de fraude procesal y soborno en actuación penal
Semana Álvaro Uribe Vélez: absuelto por soborno a testigos y hallado culpable de fraude procesal y soborno en actuación penal

Este juicio y fallo no es un hecho cualquiera. Su importancia de todo tipo es evidente. Por ello, por la importancia de lo sucedido, por las particularidades de la causa judicial en cuestión, además de la inquietud por el futuro mediato y futuro que le espera al hoy condenado, desdeabajo, en cabeza de Héctor Arenas, integrante de su consejo de redacción, buscó conversar con el abogado Reinaldo Villalba Vargas, defensor del senador Iván Cepeda, quien de manera amable aceptó y realizó un sucinto recuento de lo que ha sido este juicio, exponiendo lo que seguirá tras el fallo. Además su análisis abarca otro conjunto de procesos que le siguen al expresidente en los tribunales.

Una larga cronología

“Las víctimas quieren que se reconozca una responsabilidad penal”: Reinaldo Villalba Vargas 

Era el final de semana laboral y el sol calentaba la congestionada y contaminada capital colombiana. El ruido de las bocinas de todo tipo de carros, así como de motos, no dejaba espacio para que los pensamientos se acomodaran con total tranquilidad en nuestras mentes. Los afanados pasos de los transeúntes se ven por aquí y por allá, los mismos que contemplábamos mientras nos dirigíamos a la entrevista con el jurista que ha garantizado que el referente del poder terrateniente y violento en Colombia no logre desligarse de esta causa penal. Como de otras varias.

El carro avanza con la poca velocidad que permite la congestión, pero ya vamos llegando al sitio concertado para la entrevista con Reinaldo Villalba Vargas, abogado de Iván Cepeda en el juicio contra Álvaro Uribe Vélez. Villalba, integrante del Colectivo de Abogados “José Alvear Restrepo” –Cajar – y vicepresidente de la Federación Internacional de Derechos Humanos, pese a sus (pre)ocupaciones aceptó recibirnos el 25 de julio, pocas días antes de conocerse el fallo de un proceso judicial que por años a ocupado toda su atención.

De izq a der. Héctor Arenas Amorocho y Reinaldo Villalba Vargas

El timbre suena y nos dan ingreso para la entrevista. El abogado repasa las notas, tal vez de esta causa, o tal vez las de otras, lectura que detiene para saludarnos y disponerse a responder las preguntas que de inmediato empieza a escuchar: Como cuerpo explicativo a la causa en la que ha actuado, nos resume la cronología de este proceso (Ver cuadro, “Una larga cronología”)



Fecha Hecho
Septiembre de 2011 La historia de este litigio se remonta el 7 de septiembre de 2011, cuando Iván Cepeda denunció a Álvaro Uribe Vélez por presuntos nexos con el paramilitarismo
Febrero de 2012 En febrero de 2012, Álvaro Uribe Vélez, entonces congresista, denunció a su colega Iván Cepeda por abuso de función pública. La denuncia por parte de Uribe se fundamentó en las entrevistas realizadas en 2011 por Cepeda cuando denunció a Uribe ante la Fiscalía por supuestos vínculos con el paramilitarismo.
Septiembre de 2014 Posteriormente, el 17 de septiembre de 2014, Iván Cepeda presentó un informe a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Cidh), en el cual alertaba sobre los riesgos que enfrentaban testigos como Pablo Hernán Sierra y Juan Guillermo Monsalve, quienes vinculaban a Álvaro Uribe con grupos paramilitares. En respuesta a esto, Uribe denunció a Cepeda por presunta manipulación de testigos.
Febrero de 2018 El 16 de febrero de 2018 la Corte Suprema de Justicia archiva la denuncia contra Iván Cepeda y, en cambio, abre una investigación preliminar contra Álvaro Uribe por presunta manipulación de testigos y fraude procesal. El 8 de octubre de 2019 Álvaro Uribe rinde indagatoria ante la Corte Suprema de Justicia, quedando formalmente vinculado al proceso por los delitos mencionados.
Agosto de 2020 El 4 de agosto de 2020 la Corte Suprema de Justicia ordena la detención domiciliaria de Álvaro Uribe Vélez, convirtiéndose en el primer expresidente colombiano en enfrentar esta medida. El 18 de agosto del mismo año, Uribe renuncia a su curul en el Senado.
Octubre de 2020 El 10 de octubre un juez de control de garantías ordena  libertad inmediata para Uribe ante el nuevo contexto procesal. 
Abril de 2021 El 6 de abril de 2021 la Fiscalía solicitó la preclusión del proceso. 
Octubre de 2023 El 6 de octubre de 2023 el Tribunal Superior de Bogotá confirma la decisión de no precluir el proceso.
Abril de 2024 El 9 de abril de 2024 la Fiscalía presenta el escrito de acusación formal contra Álvaro Uribe Vélez por los delitos de soborno simple, soborno en actuación penal y fraude procesal. 
Año 2025 El 4 de febrero de 2025 el Tribunal  Superior de Bogotá admite como pruebas válidas las interceptaciones telefónicas realizadas a Uribe en el juicio por soborno a testigos.  El 10 de febrero del mismo año Uribe niega los cargos de soborno y manipulación de testigos.  El 26 de febrero se retoma el juicio contra Álvaro Uribe. Del 26 de junio al 8 de julio se da la etapa de alegatos conclusivos de la Fiscalía, víctimas, defensa y suspensiones por recusación.  El pasado 8 de julio se anunció que el 28 de julio se conocería el sentido del fallo.

Héctor Arenas Amorocho (HAA): Estamos en un momento decisivo donde buena parte del país, y más allá de este, está a la expectativa frente al fallo con relación a los cargos que se le imputan al expresidente Álvaro Uribe, que no son precisamente los más graves entre la cantidad de hechos en los que se cree está comprometido. 

Reinaldo Villalba Vargas (RVV): Así es, no es lo mismo una condena o un proceso por manipulación de testigos, por fraude procesal, por soborno, una acusación penal (como se llama) que ocuparse sobre El Aro, La Granja, San Roque, Jesús María Valle, etcétera. Este proceso de todas formas no está desligado del tema paramilitar. Los primeros testigos que surgen precisamente es para decir que el origen del Bloque Metro ocurrió en la Hacienda Las Guacharacas. Además, estos dos testigos no son los únicos. En otros expedientes aparecen muchos otros testimonios que señalan la responsabilidad de Uribe Vélez en materia paramilitar.

Estamos hablando de tres procesos. El seguido contra Iván Cepeda que duró como 6 años, 2012-2018 “uno”. Ordena la compulsa de copias contra Uribe y ese proceso prácticamente se quedó, por decirlo de alguna manera, con el solo número “dos”. Pero a partir de esta decisión, se originaron una serie de hechos, por ejemplo, la visita de cadena a Monsalve en La Picota para decirle que se retractara. Esos hechos nuevos originaron un tercer proceso. Primero es el de Iván, segundo el de la compulsa que quedó quieto, y tercero el que ocurrió después de esa compulsa como reacción a esta. 



Héctor Arenas Amorocho: ¿Este nuevo proceso está con la Corte o lo tiene la jueza?

Reinaldo Villalba Vargas: Uribe en algún momento quiso renunciar al Senado, con la intención de que la Corte perdiera competencia sobre él. Y entonces la investigación pasaría a las manos amables del Fiscal Barbosa. Y efectivamente llegó a manos amables de la Fiscalía que intentó, en dos ocasiones, que se produjera una preclusión. Dos preclusiones, una primera fallida, inician una segunda y las dos fallidas suman 23 meses. Es una pérdida de tiempo impresionante en la Fiscalía. Luego asume otro fiscal, pero también de la misma época de Barbosa y ese fiscal acusa a Álvaro Uribe Vélez. Y luego asume la actual fiscal. Entonces, Uribe empieza su proceso en la Corte, renuncia a su condición de Senador, para esquivar la competencia a la Corte, cae en manos de la Fiscalía, lo reciben con un abrazo, pero al final cambia la situación, al final lo acusan. Y por supuesto busca testigos, ofrecimiento de dineros y de recursos jurídicos.



Héctor Arenas Amorocho: ¿Con la acusación de la Fiscalía se abre el proceso en el juzgado?

Reinaldo Villalba Vargas: Sí, con la acusación de la fiscalía asume el juzgado 44 penal del circuito, la señora Heredia; la acusación fue el 4 agosto de 2020 y le pone la medida de aseguramiento, que es cuando se va a vivir encerradito en su Ubérrimo. El 18 de agosto de 2020 renunció al Senado. Pasa a la Fiscalía. Luego vienen durante los años 2021 y 2023 las fallidas preclusiones por parte de la Fiscalía General de la Nación. La acusación es en abril de 2024. Y pues ahí mismo inicia porque se manda al juez. Ya llevamos un año de estar en manos de la jueza. 



Héctor Arenas Amorocho: Más allá de la natural dificultad de ser parte interesada, y buscando la mayor objetividad posible en su análisis de lo que ocurrirá el lunes, ¿usted considera que el material probatorio es suficiente para una condena contra Uribe?



Reinaldo Villalba Vargas: Estamos totalmente convencidos, víctimas y sus apoderados, de que el acervo probatorio es absolutamente sólido. 



Héctor Arenas Amorocho: ¿Qué está previsto ahora con la condena que dictaría la jueza?¿En el caso de una sentencia de condena y en el caso de una sentencia de absolución?



Reinaldo Villalba Vargas: Desde el lado de las víctimas y sus representantes pues si es una sentencia de condena, como es lo que nosotros creemos va a ocurrir, son siete hechos jurídicamente relevantes, puede ser que el juzgado condene por los siete hechos. Puede ser que condene por seis o cinco y así. Como puede ser que condene por todos, como solamente por algunos, nosotros creemos que habrá una condena. ¿Qué va a pasar ahí? Y pasaría acá: Sé que la defensa va a apelar. ¿Qué tenemos que hacer nosotros? Hacer nuestro alegato como no apelantes, es decir, respaldando la decisión que se tomó, o podríamos apelar diciendo: “Es que mire que usted no condenó por estos hechos y también debe ser condenado por eso”. En el caso de que haya absolución total pues nos toca apelar para que el tribunal se pronuncie en segunda instancia.

Héctor Arenas Amorocho: Está la importancia jurídica del fallo porque una parte muy considerable del país espera que una persona que reiteradamente a lo largo de los años ha estado vinculada a temas criminales, pues que se produzca una sentencia; pero más allá de si esa sentencia se traduciría en que quede detenido en prisión o no, es el efecto simbólico que tendría en un país que sigue estando polarizado.

Reinaldo Villalba Vargas: Totalmente de acuerdo.

Héctor Arenas Amorocho: ¿Con la condena terminarían los procesos jurídicos contra Uribe por casos más graves?

Reinaldo Villalba Vargas: No, para nada, continúan, porque no hacen parte de los hechos jurídicamente relevantes que han sido objeto de la investigación y el juicio. Esos son otros, por ejemplo, de las masacres que además han sido declaradas como crímenes de lesa humanidad por la Corte. Eso sigue, claro, cada delito va prescribiendo por su cuenta, pero ya entonces en este proceso de crimen de derecho humanitario pues ni siquiera ha sido objeto de imputación ni nada de eso, así que no ha empezado siquiera a correr el término.

Sobre la sanción que usted decía que era muy simbólico y muy importante y estoy de acuerdo y no necesariamente porque tenga que ir a La Picota o a La Modelo. Es el hecho de que se establezca una responsabilidad. De hecho tenemos que ratificarlo, pero en una conversación de bancada (víctimas y representantes). Hemos dicho que nosotros no vamos a solicitar detención preventiva en cárcel ordinaria ni mucho menos. Vamos a decir es que dejamos en manos del juzgado esa decisión para que no se vea que las víctimas lo que quieren verlo es encerrado, sino que las víctimas lo que quieren es que se reconozca una responsabilidad penal, que se llegue a esa verdad.

El día D

Con las luces de la tarde apagándose, Reinaldo Villalba mira de nuevo alguno de los papeles que atraían su atención cuando llegamos. Nosotros entendemos la necesidad de tiempo con que siempre debe andar, y agradecernos habernos atendido y brindado sus apreciaciones de manera tranquila y con todos sus matices. Como él, mientras meditamos en lo que nos ha dicho, también pensamos en lo que dictará la jueza del caso el día martes 28 del séptimo mes del año 2025, el año en que Uribe Vélez recordará como su otrora poder, casi omnímodo en Colombia, se continúa apagando.


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