La empresa Apple ha tomado la decisión estratégica de trasladar una gran parte de su producción de iPhones destinada al mercado estadounidense a la India, con un plazo establecido para fines de 2026. Este movimiento es parte de un esfuerzo más amplio para disminuir su dependencia de China, país que ha sido tradicionalmente su principal centro de manufactura. Al hacerlo, Apple busca mitigar el impacto de las altas tarifas impuestas por la política comercial de los Estados Unidos, las cuales han afectado significativamente los márgenes de beneficio de la compañía.
La administración Trump implementó un sistema tarifario que puede llegar a imponer aranceles de hasta el 145% sobre ciertos productos de origen chino. Esta situación ha sido especialmente perjudicial para grandes empresas como Apple, que se han visto obligadas a reevaluar sus cadenas de suministro. En este panorama complejo, India ofrece una alternativa viable, ya que permite a la compañía continuar fabricando dispositivos a gran escala sin el inconveniente de costos aduaneros adicionales.
Aparte de las consideraciones económicas, uno de los principales objetivos de Apple es diversificar su cadena de suministro. Las interrupciones que se produjeron durante la pandemia de COVID-19 pusieron en evidencia los riesgos que conlleva depender casi exclusivamente de China. La reubicación de parte de su producción en la India es una respuesta a la necesidad de construir una cadena de suministro más resiliente, capaz de afrontar futuras crisis sin sufrir daños significativos.
No se trata de un cambio simbólico ni trivial. En el último año fiscal, Apple logró ensamblar iPhones en India que alcanzan un valor de $22,000 millones, lo que representa aproximadamente el 20% de su producción global. Para hacer posible este incremento en la capacidad de producción, Apple colabora con socios estratégicos como Foxconn y Tata Electronics, con el objetivo de aumentar la producción a más de 80 millones de unidades anuales en el futuro cercano.
Los efectos de esta estrategia en el mercado estadounidense podrían ser significativos. Al evitar los aranceles mediante la producción en India, Apple podría mantener los precios de sus productos más estables en los Estados Unidos. Esto es especialmente relevante en un contexto económico caracterizado por una alta inflación y un entorno competitivo cada vez más feroz.
No obstante, esta transición también enfrenta desafíos. Aunque India ha hecho avances importantes en el ámbito de la manufactura, aún no puede igualar la experiencia en eficiencia y capacidad de producción que ofrece China. Apple deberá encontrar un equilibrio entre calidad, volumen y velocidad para que esta transición sea exitosa y cumpla con sus altos estándares.
Con este movimiento, Apple reafirma su compromiso con una estrategia a largo plazo que busca asegurar una producción más flexible. Esta estrategia no sólo busca reducir la exposición a tensiones geopolíticas, sino también adaptarse mejor al nuevo orden económico global que se está configurando en la actualidad.
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