El cuerpo sin vida de Yimer Muñoz Torres, reconocido caficultor de 43 años, apareció con múltiples disparos en una zona rural del municipio de Mercaderes, al sur del Cauca. Sus captores exigían $3.000 millones por su liberación. Su familia, sin recursos para pagar la suma, vivió una pesadilla que terminó en tragedia. Asesinan a caficultor Yimer Muñoz Torres: pedían tres mil millones por su liberación.
El crimen ocurrió tras la difusión de un video donde Yimer, atado de manos y pies, rogaba entre lágrimas por su vida.
“Familia, reúnan esa plata. ¡Estoy que no puedo más!”, suplicó.
El cuerpo fue hallado en un paraje conocido como Las Piscinas, mientras su camioneta apareció abandonada en el sector La Playa, cerca del casco urbano de Mercaderes. La víctima había sido secuestrada el jueves 26 de junio mientras hacía diligencias en el municipio.
“No somos millonarios, vivimos del café”: el drama de una familia campesina
Yimer Muñoz no era un empresario acaudalado. Vivía de su finca en la vereda La Garganta, en Leiva (Nariño), donde cultivaba café junto a su familia. Como muchos campesinos de la región, combinaba la agricultura con rutas de transporte informal en su camioneta para generar ingresos adicionales.
“Él era un trabajador del campo, como todos aquí. No podía pagar esa suma”, comentaron líderes sociales del sur del Cauca.
El caso generó conmoción en ambas comunidades: Mercaderes y Leiva. Las autoridades aún no confirman si los responsables pertenecen a grupos armados ilegales como el ELN o si se trata de delincuencia común, aunque por el nivel de violencia se presume una red criminal organizada.
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Otro crimen impune sacude al suroccidente; Asesinan a caficultor Yimer Muñoz Torres: pedían tres mil millones por su liberación
La violencia no da tregua en el sur del Cauca. En la misma semana, también fue asesinada Angie Leandra Henao Zambrano, lideresa campesina de Corinto. Dos hombres armados la atacaron frente a sus hijos, dentro de su casa. La Asociación Nacional de Usuarios Campesinos (Anuc) exigió garantías para la vida rural.
El cuerpo de Yimer fue trasladado a Medicina Legal en Popayán. En las próximas horas, su familia lo llevará a Leiva para despedirlo en medio del dolor y el miedo. La comunidad exige justicia y protección.
Este caso revive el debate sobre el abandono estatal en zonas rurales y la urgencia de frenar el secuestro como herramienta criminal.
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