El 15 de octubre de 2025, el exalcalde de Medellín Daniel Quintero sorprendió al anunciar su retirada de la consulta del Pacto Histórico, prevista para el 26 de octubre, un paso que desata una profunda crisis política al interior de la coalición de izquierda que respalda al presidente Gustavo Petro.
Contexto general del Pacto Histórico y la consulta del 26 de octubre
El Pacto Histórico —una coalición política que decidió transformarse en partido en 2025— había planteado una consulta interna con el fin de definir su candidato presidencial para las elecciones de 2026.
Originalmente, la consulta aparecía como un mecanismo partidista —dentro del bloque del Pacto—, donde los precandidatos competirían bajo reglas acordadas internamente.
Sin embargo, el Consejo Nacional Electoral (CNE) y la Registraduría Nacional adoptaron decisiones que, en criterio de Quintero y de críticos internos, reconfiguraron la dinámica del proceso: transformarlo en una consulta interpartidista, alterar el diseño del tarjetón y negar garantías explícitas que blindaran al ganador para participar después en una consulta de carácter más amplio (el “Frente Amplio”) en marzo de 2026.
La Registraduría, por su parte, confirmó la vigencia del cronograma electoral y aseguró que la consulta del Pacto Histórico se llevará a cabo el 26 de octubre, pese a las tensiones jurídicas.
Las razones esgrimidas por Quintero
En la madrugada del miércoles, Quintero publicó un video en sus redes sociales para anunciar su decisión de retirarse. En su mensaje, sostuvo que “mataron la consulta del Pacto Histórico” al convertirla en una elección interpartidista, y que ya no existían garantías jurídicas para asegurar la participación futura del ganador en la consulta amplia de marzo.
Además, hizo alusión a una votación realizada el martes en el CNE en la que dos magistrados representando al Pacto solicitaron que en el tarjetón quedara explícito que se trataba de una interna, pero que otros siete magistrados votaron en contra de esa aclaración. Esa discrepancia, según Quintero, termina por hacer inviable la confiabilidad del proceso.
Quintero también insistió en que su voluntad no era evadir la contienda, sino buscar una vía más limpia en marzo, bajo condiciones claras y seguras desde el punto de vista jurídico.
Reacciones dentro del Pacto Histórico y desde otros frentes
Desde la coalición se han hecho llamados a Quintero para que reconsidere su decisión, recordándole sus responsabilidades jurídicas internas.
Por otro lado, figuras como el concejal Daniel Briceño advirtieron que, de acuerdo con la Ley 1475 de 2011, Quintero (y su partido) podrían estar obligados a reintegrar los recursos ya invertidos en la consulta si decide retirarse intempestivamente. Briceño incluso anunció que explorarán acciones legales para exigir ese reintegro.
También el concejal Alejandro de Bedout solicitó que la Contraloría investigue un posible detrimento patrimonial, dado que los plazos para retiro de candidatos ya vencieron según las resoluciones del CNE y de la Registraduría.
Aun con el retiro de Quintero, Carolina Corcho e Iván Cepeda confirmaron que mantendrán su participación en la consulta del 26 de octubre.
Entre analistas y líderes del Pacto, la renuncia trae incertidumbre sobre la imagen de unidad del bloque y la solidez de la consulta como mecanismo de selección interna.
Riesgos, escenarios y lo que sigue
- Riesgo jurídico del ganador: si la consulta es considerada interpartidista, podría argumentarse que el vencedor del 26 de octubre no tenga derecho o capacidad legal para participar en la consulta amplia de marzo de 2026, lo que fracturaría el tránsito hacia una candidatura unificada.
- Costos y sanciones: Quintero y los partidos que lo avalan podrían estar obligados a responder por los recursos erogados para la realización de la consulta, lo que implica debates legales y políticos sobre financiación electoral.
- Crisis de cohesión del Pacto: el retiro a última hora introduce dudas sobre la unidad del bloque progresista, especialmente cuando existe presión para que el progresismo muestre cohesión frente a una oposición fragmentada.
- Alternativas de Quintero: él ha manifestado su intención de llegar directamente a la consulta más amplia de marzo bajo condiciones distintas, aunque ese camino depende de los fallos jurídicos y decisiones institucionales futuras.
- Continuidad del proceso: la Registraduría y el CNE han reiterado su compromiso de llevar adelante la consulta del 26 de octubre, incluso con la renuncia, en los ajustes que sean necesarios.
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