En la tarde del viernes 10 de octubre de 2025, la Universidad Nacional de Colombia, sede Bogotá, emitió un comunicado oficial ordenando el desalojo total de su campus. La medida se adoptó como precaución tras recibir lo que se considera una amenaza específica contra la seguridad del campus, presuntamente relacionada con la posible instalación de explosivos.
Antecedentes inmediatos
Según el comunicado emitido por la Rectoría y la Vicerrectoría de la sede Bogotá, la alerta provino de mensajes que circulaban en redes sociales y otras plataformas.
La universidad indicó que, una vez identificada la amenaza, procedió a informar a las autoridades competentes: la Secretaría de Gobierno del Distrito, la Secretaría de Seguridad, Convivencia y Justicia, y la Defensoría del Pueblo.
Como medida de protección, se activó el Protocolo de Gestión de Crisis del Comité Permanente de Riesgos y Emergencias (CPRAE), se suspendieron las actividades presenciales y se solicitó la evacuación de estudiantes, docentes, personal administrativo y visitantes.
Desarrollo de los hechos
- En su comunicado, la universidad rechazó cualquier amenaza contra la integridad de su comunidad y afirmó que su prioridad es la seguridad de estudiantes, profesores y trabajadores.
- En medio del desalojo, los organizadores de un acto cultural programado en el campus —vinculado a debates sobre la financiación de la educación superior— recibieron notificación de la medida.
- La Policía Metropolitana de Bogotá movilizó unidades antiexplosivos para verificar el campus y descartar la presencia real de artefactos.
- Hasta el momento, no se ha confirmado que exista un explosivo real en la universidad; fuentes policiales oficiales han sugerido que podría tratarse de una alarma falsa, aunque la investigación continúa.
- Desde la administración distrital, se ha pedido calma y se ha instado a evitar la difusión de rumores o información no verificada que genere pánico.
Contexto universitario más amplio
Este episodio se da en un momento de gran tensión en la Universidad Nacional. En meses recientes, esta institución ha sido escenario de protestas estudiantiles, discusiones sobre autonomía universitaria, debates sobre financiamiento público de la educación superior y otros conflictos internos entre las directivas y el estudiantado.
También no es la primera vez que la universidad vive incidentes relacionados con explosivos o amenazas similares. Por ejemplo, se ha mencionado un hecho previo de estallido en el edificio de Sociología, sobre el cual la institución sigue en medio de investigaciones.
Implicaciones inmediatas
- Las clases, actividades administrativas y presencia física en el campus se suspendieron hasta nuevo aviso.
- La comunidad universitaria ha sido convocada a seguir los canales oficiales para recibir información verificada.
- Las autoridades distritales y nacionales participan activamente en el esclarecimiento del caso, buscando determinar el origen del mensaje amenazante, su veracidad y posibles responsables.
- La situación pone de relieve la vulnerabilidad en seguridad que pueden enfrentar instituciones académicas, especialmente en entornos donde la tensión política y el activismo estudantil están presentes.
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