CAYERON LOS BLAZER: LA LEY LOS ALCANZÓ
Cuatro presuntos integrantes de la banda delincuencial «Los Blazer» fueron capturados recientemente en el municipio de Ubaté, Cundinamarca, tras un operativo liderado por la Alcaldía Municipal, la Seccional de Investigación Criminal (SIJIN) y el CTI de la Fiscalía General de la Nación. Los capturados están vinculados al violento asalto cometido el pasado 9 de mayo contra una familia residente en la vereda Palo Gordo, un hecho que conmocionó a la región por su brutalidad y por la millonaria suma hurtada.
El golpe a la tranquilidad rural
Eran aproximadamente las 11:00 de la mañana del viernes 9 de mayo cuando seis sujetos armados irrumpieron en una vivienda ubicada sobre la vía principal de la vereda Palo Gordo, a la altura del restaurante Dios y Tierra. En el lugar se encontraban dos adultos mayores y una mujer en condición de discapacidad. Los delincuentes amarraron a las víctimas, las intimidaron con amenazas de muerte y exigieron dinero y objetos de valor.
Durante los 50 minutos que duró el asalto, los ladrones revolvieron cada rincón del hogar, dejando tras de sí un ambiente de terror y violencia psicológica. Uno de los agresores, según la denuncia, amenazó con mutilar a la mujer discapacitada si su padre no accedía a entregar más pertenencias. El hombre fue arrastrado dentro de la casa y la madre perdió momentáneamente el conocimiento por el impacto emocional. Antes de escapar, los asaltantes cubrieron los rostros de sus víctimas y les advirtieron que podían regresar.
La captura: justicia a paso firme
Tras un trabajo investigativo de más de dos semanas, las autoridades lograron identificar a varios de los presuntos responsables. En tres diligencias de allanamiento y registro, fueron capturados cuatro sujetos e incautados un vehículo, una motocicleta y tres teléfonos celulares presuntamente utilizados en el crimen.
Los capturados enfrentan cargos por:
- Hurto calificado y agravado, tipificado en el artículo 240 del Código Penal Colombiano, con una pena de 192 a 540 meses de prisión.
- Porte ilegal de armas de fuego, artículo 365, con penas de hasta 144 meses de prisión.
- Tentativa de homicidio, artículo 103 en conexión con el artículo 27, con penas que pueden superar los 200 meses dependiendo del grado de afectación y la intención probada.
Actualmente, los implicados se encuentran en audiencia de solicitud de medida de aseguramiento intramural, mientras avanzan los procesos judiciales.
Un llamado urgente a la justicia completa
Este caso evidencia la peligrosidad de las bandas delincuenciales que operan incluso en zonas rurales. La captura de Los Blazer representa un paso importante, pero no definitivo. La comunidad exige que los implicados no solo sean judicializados con todo el peso de la ley, sino que también se investigue si hay más personas vinculadas o cómplices que estén en libertad.
Este tipo de delitos trascienden el robo material: afectan la dignidad, la salud mental y la seguridad emocional de las víctimas. No se puede permitir que la impunidad se imponga frente al miedo y al silencio.
«Los Blazer», presuntos autores de un asalto brutal en Ubaté de 1000 millones de pesos, fueron capturados en una operación conjunta entre Policía, CTI y administración municipal.
Denunciar sí sirve, pero esta es la otra cara de la moneda
La desarticulación de Los Blazer es, sin duda, la prueba fiel de que denunciar sí sirve. Fue la voz oportuna de la comunidad, la reacción inmediata de los afectados y la denuncia formal ante las autoridades lo que permitió que este caso avanzara, tuviera seguimiento, y hoy deje a cuatro presuntos responsables enfrentando la justicia. Es un caso que demuestra que la impunidad puede frenarse cuando hay voluntad y acción ciudadana.
Pero esta es solo una cara de la moneda.
La otra es mucho más compleja: la desconfianza. Muchas veces, quienes han sido víctimas de delitos deciden callar por miedo a represalias, porque creen que no pasará nada, o porque ya lo intentaron antes y el sistema no les respondió. Es ahí donde la justicia pierde fuerza y la impunidad se multiplica, alimentando un círculo vicioso en el que los delincuentes se fortalecen y las víctimas se debilitan.
Y aunque este caso marca una diferencia positiva, no todos los casos terminan igual. Muchos aún se pierden entre trámites, negligencias o simplemente porque no se denuncian. Por eso es vital entender que la denuncia no solo abre la puerta a la judicialización, sino que también alimenta las cifras, permite generar alertas institucionales y, sobre todo, deja huella en el historial de los agresores. Una huella que, con el tiempo, puede ser la clave para que se les impida reincidir.
TAMBIÉN LE PUEDE INTERESAR:
15