Carolina Corcho —médica psiquiatra, exministra de Salud y figura progresista reconocida en Colombia— lanzó oficialmente su precandidatura presidencial en la consulta del Pacto Histórico, destacándose como la única mujer en esa contienda interna. Su propuesta política busca diferenciarse al no depender de las cúpulas partidistas, sino aliarse con los sectores sociales, las mujeres y las regiones, como motores de legitimidad y movilización.
Contexto político: la consulta del Pacto Histórico
La coalición del Pacto Histórico acordó que el 26 de octubre de 2025 se realizará una consulta interna para escoger su candidato presidencial. En ese proceso, Corcho competirá contra el senador Iván Cepeda —apoyado históricamente por estructuras petristas— y el exalcalde Daniel Quintero. A pesar de que algunos sectores del movimiento han propuesto un acuerdo para reducir la contienda —por ejemplo, que solo Quintero o ella compitieran frente a Cepeda— la exministra descartó alianzas previas con Quintero y ratificó que irá “hasta el final”.
Desde su salida del gabinete del presidente Gustavo Petro en abril de 2023, producto de diferencias en el enfoque de la reforma a la salud, Corcho se ha dedicado a recorrer regiones del país haciendo pedagogía social sobre los retos estructurales del país. Esa presencia territorial le ha permitido tejer redes locales que ahora orienta hacia su campaña política.
Ejes de su propuesta: sociales, regionales y de género
1. Movimientos sociales y bases populares
Corcho enfatiza que su candidatura no proviene de elites ni de aparatos partidistas, sino de más de 100 organizaciones sociales y populares que le dieron respaldo para inscribirse como precandidata. Su discurso busca enraizarse en los sindicatos, los trabajadores, estudiantes, campesinos, organizaciones comunitarias y otros colectivos que históricamente han movilizado demandas sociales. Según ella, este respaldo le proporciona legitimidad frente a los candidatos con apoyos institucionales más consolidados.
2. Perspectiva de género y protagonismo de las mujeres
El hecho de que sea la única mujer en la contienda la coloca en una posición simbólica de ruptura frente a la baja presencia femenina en las más altas esferas del poder colombiano. Corcho ha señalado que su campaña será una oportunidad para que una mujer progresista aspire a la presidencia, lo cual es en sí mismo parte de su estrategia política. En sus intervenciones públicas, ha insistido en que las políticas con enfoque de género deben cruzar todas las agendas: salud, trabajo, pensiones, derechos reproductivos y corresponsabilidad.
3. Profundización de la descentralización y enfoque regional
Otro componente clave de su estrategia es la atención a las regiones —especialmente aquellas más alejadas del centro político y económico—, como actores fundamentales en la construcción de su base electoral y del proyecto de país que propone. Corcho recorre municipios, zonas rurales y departamentos tradicionalmente marginados para escuchar sus problemáticas y articular políticas desde esos territorios. Apela a que los retos sociales no pueden resolverse desde una Bogotá centralista, sino con protagonismo regional.
Retos y críticas que enfrenta
- Carencia de estructura partidaria fuerte: A diferencia de Cepeda o de otras candidaturas con redes institucionalizadas, Corcho no cuenta con respaldo masivo en el Congreso ni con maquinaria política tradicional. Debe compensarlo con movilización ciudadana y coherencia discursiva.
- Fragmentación del voto progresista: La presencia de varios aspirantes dentro del campo de la izquierda (Como Quintero o Cepeda) puede dispersar apoyos, especialmente si no logra acuerdos previos.
- Escepticismo sobre capacidad ejecutiva: Algunos observadores plantean dudas sobre si su experiencia central en salud y activismo le da suficiente pericia para gobernar en otras dimensiones (economía, seguridad, relaciones internacionales).
- Presión mediática y alianzas políticas: Las posibilidades de alianzas o pactos con otros candidatos han sido tema de especulación. Corcho ha sido muy clara en descartar acuerdos previos, especialmente con Quintero.
Propuestas a destacar
- Reactivar la reforma a la salud con un enfoque público y universal, priorizando que los recursos lleguen directamente a quienes prestan los servicios.
- Reformas laborales que protejan los derechos de trabajadoras y trabajadores informales.
- Políticas sociales con enfoque diferencial para mujeres, pueblos étnicos, comunidades ruralagrícolas.
- Impulso real a la descentralización y fortalecimiento de gobiernos locales para que gestionen recursos y políticas adaptadas a sus realidades.
- Transparencia electoral, veedurías ciudadanas y mecanismos para evitar prácticas clientelistas o compra de votos en la consulta interna. Corcho ha señalado que el proceso debe ser limpio y que veedurías internacionales podrían acompañar.
Perspectiva política: ¿puede su apuesta transformarse en victoria?
La estrategia de Carolina Corcho es ambiciosa y arriesgada. Apostar por bases sociales, regiones y agendas de género implica ganar terreno desde abajo, lo que toma tiempo y coherencia discursiva, frente a candidaturas con respaldo estructural fuerte. Sin embargo, su novedad como mujer aspirante en una coalición con fuerte tradición masculina, junto con su cercanía a las demandas del progresismo social, le dan una narrativa potente.
Si logra capitalizar movilización local, visibilidad mediática y alianzas tácticas puntuales sin perder autonomía, podría convertirse en un factor de cambio dentro del Pacto Histórico. Es probable que, gane o pierda, su candidatura deje huella como un jalón de renovación política interna hacia una izquierda más articulada con el mundo social.
4