En Colombia, la figura de la fusión política —es decir, la unión formal de dos o más partidos o movimientos con personería jurídica vigente para crear uno nuevo o integrarse a uno existente— acaba de adquirir un protagonismo inédito. El Consejo Nacional Electoral (CNE) aprobó el 17 de septiembre de 2025 la primera fusión condicionada en la historia del país: los partidos Unión Patriótica, Polo Democrático Alternativo y el Partido Comunista Colombiano —todos con personería jurídica reconocida— decidirán disolverse sin liquidarse para integrarse al nuevo proyecto Pacto Histórico (o reemplazarlo) como partido unificado.
Esta decisión, que también resolvió 12 recursos presentados en contra el 17 de octubre de 2025, marca un precedente relevante en la reorganización de actores políticos en Colombia.
¿Por qué surge la fusión ahora?
El contexto es doble. Por un lado, el sistema de partidos colombiano ha experimentado en las últimas décadas una notable fragmentación: la Constitución de 1991 abrió la puerta a nuevas colectividades, aumentando el número de actores políticos regionales y nacionales.
Por otro lado, la alianza progresista que respalda al presidente Gustavo Petro ve en la creación de un partido unificado un instrumento estratégico de cara a las elecciones de 2026: poder canalizar recursos, consolidar estructura, evitar dispersión de votos y mejorar la gobernabilidad.
¿Cuáles son los requisitos legales para una fusión política?
La norma central es la Ley 1475 de 2011, que en su artículo 14 contempla la disolución, liquidación, fusión o escisión de partidos y movimientos políticos.
Pero, como la ley no definía completamente los alcances de la fusión, fue el CNE mediante la resolución 9673 quien determinó que:
- Solo pueden fusionarse partidos o movimientos con personería jurídica vigente. Esto fue clave para excluir a algunas agrupaciones que no estaban plenamente reconocidas.
- Deben cumplir sus estatutos internos, convocar quórum, aprobar la decisión en sus órganos correspondientes.
- No pueden haber procesos sancionatorios vigentes que impidan su fusión hasta que estos queden en firme.
- Deben aportar la documentación necesaria del nuevo partido o movimiento: acta de creación, estatutos, plataforma ideológica, directivos, afiliados.
El CNE es el órgano encargado de verificar y aprobar el proceso, en el marco del registro único, personería jurídica y demás obligaciones de las organizaciones políticas.
¿En qué se diferencia la fusión de la escisión?
Es muy importante distinguir entre ambas figuras:
- Fusión: desaparecen los partidos o movimientos originales (que tenían personería jurídica) y dan paso a uno nuevo o se integran a uno existente. Todos los derechos y obligaciones se trasladan a la nueva entidad.
- Escisión: un partido se divide en dos o más, pero el original sigue existiendo, y los nuevos derivan de su estructura. En este caso no desaparece la colectividad madre.
La fusión implica mayor transformación orgánica y jurídica, y por ello el CNE estableció condiciones más estrictas.
¿Qué ha sido lo que aprobó el CNE en este caso?
En la decisión de septiembre2025, el CNE aprobó la fusión del Polo Democrático Alternativo, la Unión Patriótica y el Partido Comunista Colombiano con miras a formar el Pacto Histórico partido. Sin embargo, excluyó a las agrupaciones Colombia Humana (el partido del presidente Petro) y Progresistas (movimiento de la senadora María José Pizarro) por no cumplir alguno de los requisitos.
La decisión se tomó un mes después (17 de octubre) cuando se resolvieron los recursos, lo que consolidó el proceso de fusión.
¿Cuáles son los efectos de la fusión?
- Una vez aprobada, el nuevo partido puede participar con personería jurídica (una vez cumplidos los requisitos finales) en elecciones nacionales y locales.
- Los partidos que participaron dejan de existir por su persona jurídica individual, pasan sus derechos y obligaciones al nuevo.
- A nivel político, se espera que la unificación dé una mayor coherencia programática, un solo surtidor de recursos, una estructura organizacional más sólida y una imagen de mayor unidad.
- Jurídicamente, el nuevo partido asume la responsabilidad de los procesos de los antiguos; sin embargo, si había sanciones pendientes, su finalización puede retardar el pleno ejercicio de la personería. En este caso, el Pacto aún no tiene todos los efectos porque faltan resolverse los procesos administrativos iniciados.
Desafíos, críticas y riesgos
- La exclusión de ciertas fuerzas del bloque progresista generó malestar y acusaciones de maniobra contra la democracia interna del lado del CNE.
- Aunque la fusión fue aprobada, el nuevo partido aún no tiene personería jurídica definitiva porque quedan por concluir los procesos de investigación. Esto genera una “zona de incertidumbre” respecto a su capacidad operativa.
- A nivel organizativo, unir distintas culturas partidarias, estatutos y liderazgos exige negociación y ajuste, lo cual puede generar tensiones internas.
- En términos de identidad política, algunos sectores temen que al fusionarse pierdan voz o voz propia al integrarse en un gran bloque, lo cual puede generar desmovilización o escisión.
¿Qué significa para las elecciones de 2026?
La creación de un partido unificado como el Pacto Histórico representa un movimiento estratégico mayor para las elecciones de 2026 en Colombia. El bloque progresista pretende consolidar su presencia nacional, mejorar su estructura organizacional, y evitar que la fragmentación de candidaturas y listas internas debilite su actuación electoral. Al mismo tiempo, el instrumento legal de la fusión es clave para anticiparse a los plazos de inscripción de candidatos, listas al Senado y Cámara, y mecanismos internos de consulta.
No obstante, los obstáculos legales que se evidenciaron reflejan que, a pesar del impulso político, el marco regulatorio y los plazos electorales fijan límites importantes. Si el nuevo partido no logra concluir todos los pasos, podría enfrentar dificultades para presentar listas o candidatos bajo su sello.
Conclusión
La fusión de partidos y movimientos políticos en Colombia es un mecanismo poco utilizado hasta ahora, pero con implicaciones profundas para la estructura del sistema político. En el caso que representa la formación del partido Pacto Histórico, se observa un proceso que busca transformar tanto la mecánica organizacional como la estrategia electoral de un bloque progresista. Sin embargo, el éxito dependerá de que se cumplan los requisitos legales, de que se integren las distintas culturas partidarias y de que el nuevo partido pueda operar sin los frenos que hasta ahora ha enfrentado. En definitiva: es un paso importante hacia la unificación, pero no exento de retos.
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