De esta manera, Colombia transforma la lectura y la creación de editoriales

El 23 de abril, conocido como el Día Mundial del Libro, es una fecha significativa que celebra no solo la actividad de la lectura, sino también la importancia de la industria editorial en todos los rincones del planeta. Este evento global tiene un significado particular en Colombia, donde se han implementado diversas iniciativas que buscan fomentar las prácticas de lectura y la producción literaria. Estos esfuerzos reflejan la creciente atención que se presta a la cultura y la educación, elementos esenciales para el desarrollo de cualquier sociedad.

Panorama de lectura en Colombia y el mundo

A nivel global, los hábitos de lectura varían notablemente según la región y las condiciones socioeconómicas de cada lugar. El Informe de Acceso Global 2023 indica que el 60% de los hogares en los países de bajos ingresos no tienen acceso a libros. En América Latina, la situación no es más alentadora, ya que solo el 37% de las bibliotecas públicas cumple con los estándares adecuados para ofrecer sus servicios de manera efectiva, una realidad que limita el acceso a la lectura en estas comunidades tan necesitadas.

El barómetro de lectura y compra 2024, elaborado por la Federación del Gremio de Editores Españoles (FGEE) junto con el Ministerio de Cultura, reporta que un impresionante 75.3% de los jóvenes de entre 14 y 24 años dedicaron tiempo a leer libros en su tiempo libre, superando el promedio nacional que se sitúa en un 65.5%. Este incremento en la lectura entre los más jóvenes puede atribuirse a una diversidad de factores, incluyendo una mayor variedad de opciones editoriales, la influencia de la literatura en las redes sociales, y el desmantelamiento de la imagen de la lectura como una actividad seria y monótona.

En el contexto colombiano, el último estudio sobre el libro en Colombia revela que un 72% de la población lee, mientras que el 28% no lo hace. Del grupo que sí lee, un 75% se concentra en libros, un 34% utiliza redes sociales y un 38% accede a contenido a través de páginas web. Además, el estudio destaca que el 42% de los lectores participan en la lectura diariamente, y que el 66% de ellos lee entre 1 a 5 libros al año, lo que sugiere una tendencia positiva hacia la cultura lectora.

Excelentes iniciativas en Colombia

Colombia ha sido el escenario de valiosas iniciativas que apuntan a fortalecer la cultura literaria en el país. La Fiesta de Leer y Escribir Chocó (Flecho), un evento emblemático, simboliza la resistencia ante la violencia y la adversidad en uno de los departamentos más empobrecidos de Colombia. Fundado por Velia Vidal Flace, este festival celebra su octava edición y ha recorrido varios municipios, incluyendo Turbo, Bahía Solano, Istmina y Quibdó, logrando atraer a más de 30,000 visitantes hasta 2024, con la expectativa de sumar otros 15,000 en la presente edición.

Por otro lado, los premios Mandarache y Hache del Ayuntamiento de Cartagena celebran su vigésimo aniversario. Este año, el modelo Mandarache, que se dedica a la promoción de la lectura, tendrá un papel destacado en el Libro de la Feria Internacional de Bogotá (Filbo) 2025, representando a España. Esta colaboración ha permitido que un mayor número de jóvenes de Chile y Colombia formen parte de un jurado literario estudiantil más robusto, fortaleciendo así los lazos culturales entre las naciones.

Consejos para llevar a cabo un proyecto editorial

El experto Agustín Pérez, colaborador de Esdesign y especialista en formación académica, comparte que “el proyecto editorial es una tarea ambiciosa que combina creatividad, organización y conocimiento técnico. No se trata solo de diseñar algo atractivo; es fundamental estructurar grandes cantidades de texto, mantener la coherencia visual y asegurar que el contenido sea accesible para diferentes públicos. La planificación y la flexibilidad son determinantes para el éxito en este ámbito”.

En el marco de esta celebración, Pérez ofrece seis recomendaciones esenciales para quienes busquen emprender un proyecto editorial exitoso:

  1. La organización es necesaria: Antes de iniciar, es crucial planificar cada sección de la publicación para asegurar consistencia y coherencia en el producto final. Establecer un calendario editorial, definir un esquema de contenido claro y asignar roles dentro del equipo son pasos fundamentales que previenen retrasos y garantizan la calidad del material.
  2. Definición de las páginas principales: Identificar las páginas clave que incluirán elementos como numeración automática, encabezados y pies de página, así como plantillas específicas para artículos o secciones recurrentes, facilita el proceso de diseño y asegura la uniformidad en todo el documento, mejorando así la experiencia del lector.
  3. Jerarquía visual clara: Crear una estructura visual bien definida es esencial para diferenciar títulos, subtítulos y el cuerpo del texto, haciendo la información más accesible y comprensible. Esto se puede lograr mediante el uso de diferentes tamaños de fuente, grosor, colores y una disposición apropiada, asegurando que el contenido fluya de manera natural.
  4. Equilibrio entre texto e imágenes: Las imágenes, ilustraciones o gráficos deben incorporarse de manera estratégica, complementando la información sin saturar la página. Un diseño equilibrado entre texto e imágenes atrae la atención del lector y facilita la absorción de contenido, especialmente en proyectos dirigidos a un público joven o digital.
  5. Capacidad de adaptarse a formatos digitales: En la actualidad, muchos lectores consumen contenido a través de dispositivos electrónicos. Asegurarse de que la publicación sea compatible con formatos digitales como EPUB o PDF interactivo puede aumentar significativamente su alcance. Además, es recomendable optimizar textos y elementos visuales para adaptarse a diferentes tamaños de pantalla sin perder calidad.
  6. Elección adecuada de las fuentes: Seleccionar los tipos de letra correctos es esencial para la legibilidad y la estética del proyecto editorial. Se sugiere no exceder dos o tres tipos de fuentes: una para títulos, otra para el cuerpo de texto y, opcionalmente, una tercera para elementos específicos. Es crucial verificar que las fuentes elegidas sean apropiadas para la impresión y visualización en pantalla.

El Día Mundial del Libro es una ocasión perfecta para reflexionar sobre la importancia de la lectura y la creación de contenidos editoriales en nuestra sociedad. En el contexto colombiano, las iniciativas y eventos que promueven la literatura y la educación son esenciales para construir un futuro más consciente y crítico. Implementar proyectos editoriales con una base sólida y bien planificada contribuirá sin duda al enriquecimiento del panorama cultural del país.

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