¡DE VENADILLO PARA TODOS! – – El informante

El más reciente Campeonato Departamental de Levantamiento de Pesas no solo se destacó por su alto nivel competitivo, sino también por ser el escenario de una historia profundamente inspiradora, protagonizada por Tomás, un joven atleta oriundo del municipio de Venadillo, quien vivió un fin de semana inolvidable, marcado por el esfuerzo, la superación y el reconocimiento a un cambio tangible en las condiciones del deporte tolimense.

A diferencia de lo que conocía en competencias anteriores, Tomás llegó al evento y se encontró con una realidad que lo emocionó desde el primer momento: un escenario deportivo digno, limpio, moderno y pensado para los atletas. Con voz firme y una sonrisa que dejaba entrever su emoción, expresó: “Antes competíamos en lugares que olían a orines; hoy tenemos un sitio limpio y adecuado para mejorar”. Así comenzaba una experiencia que no solo impactó su rendimiento, sino también su motivación como deportista.

El Coliseo Menor de Ibagué, recientemente entregado bajo la administración de la gobernadora Adriana Magali Matiz, se convirtió en el epicentro de este renacer. Equipado con plataformas amplias, barras profesionales y decenas de discos, ofreció condiciones óptimas para el desarrollo del evento y el máximo desempeño de los 68 pesistas que participaron.

Durante la jornada, Tomás aprovechó cada instante: recorrió cada rincón del coliseo con admiración, compartió risas y consejos con sus compañeros de delegación, y, cuando llegó el momento, se concentró con determinación en cada levantamiento. Lo que antes era una ilusión remota, hoy se hizo realidad gracias a una política pública que prioriza el bienestar de los jóvenes deportistas del Tolima.

Más allá de los resultados en el podio, lo más valioso fue el sentimiento de pertenencia, gratitud y esperanza que se respiraba entre los participantes. “Le agradezco a Magali Matiz por esta oportunidad. Todos dimos lo mejor, nadie se fue sin medallas”, afirmó Tomás con orgullo. Su emoción era compartida por otros entrenadores, padres de familia y dirigentes deportivos que también reconocieron el valor de tener un espacio como el Coliseo Menor, donde los sueños de muchos jóvenes pueden florecer.

La historia de Tomás no es un hecho aislado: representa el sentir de toda una generación de deportistas que han encontrado en el deporte una vía para construir sus proyectos de vida. En un contexto donde muchas veces las oportunidades escasean, tener un lugar para entrenar, competir y crecer, marca la diferencia entre rendirse o seguir luchando por los sueños.

Hoy, Tomás ha regresado a Venadillo con una medalla, sí, pero más importante aún: con el corazón lleno de esperanza y el orgullo de representar a su tierra en condiciones dignas. Su historia es un reflejo de lo que sucede cuando las políticas públicas se enfocan en lo esencial: las personas y su desarrollo integral. En cada disco levantado, en cada sonrisa y aplauso, quedó claro que en el Tolima el deporte ya no es una promesa, sino una realidad que se fortalece paso a paso.

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