En una operación sin precedentes, Ecuador deportó a más de 100 ciudadanos colombianos presos por diferentes delitos. Las autoridades en Nariño alertan por la falta de coordinación del Gobierno Nacional y los riesgos en seguridad.
En un hecho que ha encendido las alertas en la frontera colombo-ecuatoriana, más de 100 colombianos excarcelados en Ecuador fueron deportados este viernes a través del puente internacional de Rumichaca.
Estos ciudadanos, que cumplían penas por distintos delitos en prisiones ecuatorianas, no fueron trasladados bajo un proceso regular de repatriación humanitaria, sino mediante una deportación masiva que sorprendió a las autoridades locales.
El secretario de Gobierno de Ipiales, Juan Carlos Morales, explicó que se trata de un procedimiento inusual por su volumen y por la falta de comunicación previa desde el Gobierno Nacional. “Estamos hablando de una situación que requiere protocolos claros de recepción, seguridad y seguimiento. No nos avisaron con antelación”, afirmó el funcionario.
¿Qué pasará con los deportados?
Las autoridades de frontera están realizando una verificación exhaustiva de antecedentes judiciales. Aquellos ciudadanos que tengan cuentas pendientes con la justicia colombiana serán detenidos de inmediato, mientras que los demás quedarán en libertad, algo que genera inquietud en la población local.
Riesgo creciente: podrían llegar cientos más
De manera oficial, se ha conocido que este grupo sería apenas una primera tanda de lo que podría convertirse en una operación mucho mayor. Se estima que alrededor de 800 colombianos más, de un total de 1.500 detenidos en Ecuador, podrían ser deportados a Colombia en los próximos días.
Esta situación representa un desafío logístico y de seguridad para las autoridades de Nariño, especialmente por el riesgo de reincidencia delictiva, la falta de apoyo institucional, y la posible desestabilización de la seguridad ciudadana en zonas vulnerables.
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