Un nuevo episodio de violencia sacudió la frontera entre Colombia y Ecuador, luego de que dos presuntos disidentes de las FARC, de nacionalidad colombiana, murieran durante un enfrentamiento armado con unidades del Ejército Ecuatoriano en la provincia de Carchi.
El hecho se registró en el sector de Casa Grande, cantón Tulcán, una zona estratégica ubicada en el límite fronterizo entre ambos países, históricamente afectada por el tránsito de grupos armados ilegales, narcotráfico y contrabando.
De acuerdo con información preliminar, los fallecidos portaban brazaletes alusivos a las FARC, lo que refuerza la hipótesis de que se trataría de integrantes de disidencias armadas provenientes de Colombia, quienes habrían cruzado la frontera y se encontraban operando en territorio ecuatoriano.
El enfrentamiento se produjo durante operaciones de control y patrullaje del Ejército Ecuatoriano, que respondió ante la presencia de hombres armados en esta zona rural fronteriza. Tras el intercambio de disparos, los dos sujetos fueron dados de baja en el lugar de los hechos.
Las autoridades ecuatorianas confirmaron que los abatidos no eran ciudadanos ecuatorianos, sino combatientes colombianos, situación que vuelve a encender las alertas sobre la expansión de grupos armados ilegales colombianos en zonas fronterizas y el riesgo que esto representa para la seguridad regional.
El caso es analizado por organismos de inteligencia y fuerzas militares, mientras se adelantan las diligencias correspondientes para la identificación plena de los fallecidos y la verificación de su pertenencia a estructuras disidentes de las FARC.
Este nuevo choque armado evidencia la grave problemática de seguridad en la frontera colomboecuatoriana, una región que continúa siendo escenario de confrontaciones, presencia irregular de actores armados y tensiones binacionales, generando preocupación entre las comunidades asentadas en ambos lados de la línea limítrofe.
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