El Gobierno del Ecuador negó este fin de semana cualquier vínculo con el atentado que sufrió el senador colombiano y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay el pasado 7 de junio en Bogotá, durante un acto de campaña. La reacción oficial surge tras varias versiones no confirmadas que señalaban que la orden del ataque habría sido dada desde ese país, lo que encendió las alarmas en los círculos diplomáticos y políticos de ambos países.
A través de un comunicado, la Presidencia de la República del Ecuador fue enfática al afirmar que no existe ningún indicio, prueba o información oficial que sustente esas afirmaciones. “Los organismos de inteligencia del Estado no han identificado ninguna conexión entre los hechos ocurridos en Colombia y estructuras o individuos que operen desde territorio ecuatoriano”, puntualizó el pronunciamiento.
El caso ha generado gran conmoción en Colombia, no solo por la gravedad del ataque, que dejó a Uribe Turbay con tres impactos de bala —dos de ellos en la cabeza—, sino también por las tensiones políticas que ha despertado en el marco de la carrera electoral. Uribe, miembro del partido Centro Democrático y una de las voces más críticas del gobierno de Gustavo Petro, fue atacado mientras realizaba actividades proselitistas en el barrio Modelia, en el occidente de Bogotá.
La especulación sobre un posible vínculo internacional tomó fuerza luego de la captura de alias Gabriela, una de las principales sospechosas del atentado, quien fue localizada en Caquetá y, según las autoridades, habría intentado evadir su identificación mediante transformaciones físicas. Algunas hipótesis no oficiales sugerían que miembros de la estructura criminal involucrada tendrían nexos con redes en otros países, entre ellos Ecuador.
Sin embargo, desde Quito se ha reiterado que tales versiones carecen de sustento y que Ecuador no ha sido notificado oficialmente por las autoridades colombianas sobre algún requerimiento de cooperación judicial en el marco de este caso.
“El Gobierno de Ecuador está comprometido con la lucha contra el crimen transnacional y reitera su disposición de colaborar con Colombia en las investigaciones, siempre que se formulen solicitudes dentro del marco de la cooperación bilateral vigente”, concluyó el comunicado.
Mientras tanto, en Colombia, las autoridades siguen recogiendo evidencia y realizando capturas clave en el proceso judicial. El caso continúa siendo objeto de seguimiento internacional, por tratarse de un atentado contra una figura política de alto perfil, con posibles implicaciones tanto en el debate público como en la seguridad de los aspirantes presidenciales en el país.
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