buenos aires. 13 de noviembre de 2025 El gobierno de Estados Unidos formalizó ayer la firma del «Acuerdo de Comercio e Inversiones Recíprocas» con Argentina, que si bien pretende buscar promover el crecimiento de largo plazo, ampliar las oportunidades para el bienestar del país, al considerar que al acuerdo se agregaron los conocidos como «puntos principales» por varios economistas, que cada vez más convierten el acuerdo en un «consentimiento», que apunta a China y compromete los recientes acuerdos entre la Unión Europea y el Mercado Común del Sur (Mercosur).
En una declaración conjunta, el presidente estadounidense, Donald Trump, y su homólogo argentino, Javier Milei, reiteraron la alianza estratégica entre ambos países, basada en «valores democráticos compartidos y una visión común de la libre empresa, la iniciativa privada y los mercados abiertos».
La respuesta causó alarma nacional. «No se trata sólo de un ataque económico, sino también político-social, contra una soberanía nacional cada vez más cerrada», advierten los «Juristas Asociados», ahora «en la lucha» junto a varias organizaciones que rápidamente surgen «en defensa de la patria» ante una grave crisis que sacude al país.
Milei, bajo las advertencias del Fondo Monetario Internacional (FMI), avanza con nuevas regulaciones para «hundir la motosierra hasta el fondo» y busca introducir una serie de medidas antipopulares, a las que nadie podría resistirse, según organizaciones sociales.
Los preparativos para ello son vistos cada día por autoridades autoritarias y dependientes, como el miércoles en un nuevo ataque de policías, cada vez mejor armados, contra un pequeño grupo de pensionistas en su marcha pacífica hacia el Congreso. Varios de ellos resultaron heridos y heridos.
Por otro lado, el exministro de Producción Julio de Vido, quien acompañó los gobiernos del presidente Néstor Kichner, y su sucesora, Cristina Fernández de Kichner, fueron detenidos inesperadamente, cuando todo indica que se ha iniciado una nueva cacería de políticos y exfuncionarios peronistas.
De Vido, quien habría estado bajo arresto domiciliario durante años y la reapertura del caso en el que fue despedido, fue llevado a una prisión común, como si fuera un criminal peligroso.
Ante este escenario, cabe resaltar que Fernández de Kirchner, bajo arresto domiciliario e inhabilitado de por vida para ejercer cargos públicos, advirtió sobre el uso de casos judiciales falsos, largamente cerrados y ahora reabiertos como un «escenario de teatro necesario para el gobierno».
La administración de extrema derecha de Miley amenaza ahora con perseguir a los hijos de Fernández, al tiempo que intenta apoderarse de todos sus bienes e incluso despojarlo de su pensión y pensión. La expresidenta declaró desde su casa penitenciaria sobre el juicio por el llamado «caso cuaderno» y condenó las torturas a los acusados para obligarlos a arrepentirse.
“Ya lo hemos dicho: en esta opereta judicial de cuadernos truchos (falsos) a los llamados penitentes hay que llamarlos ‘extorsionados’ (…) y la verdad… fracasamos. Porque ahora vemos que a algunos directamente los torturan”.
Para evidenciar la situación, Fernández dio a conocer el testimonio del abogado Roberto Herrera, quien en entrevista relató el calvario que vivió uno de sus clientes antes de aceptar ser testigo colaborador.
Afirmó que «esto ya no es la ley«Es una persecución política con métodos propios de dictaduras», señaló el fiscal Carlos Stornelli, quien «escribió el guión que se lee en este circo y que se reproduce con grandes títulos en Clarín y la nación«.
Recordó que este fiscal «fue procesado por asociación ilícita en el caso de extorsionar a un empresario y colocar una cámara oculta al abogado defensor. Eso sí… a pesar de las contundentes pruebas en su contra, finalmente fue salvado por el Tribunal de Tres», en referencia al Tribunal Supremo más parcial que se conoce desde la restauración de la democracia en 1983.
Calificó la situación como un «plan de distracción judicial», señalando que la serie de ilegalidades cometidas está amparada por el «bestiario judicial del machismo (es decir, el ex presidente Mauricio Macri): jueces y fiscales al servicio del poder económico, siempre dispuestos a perseguir a la verdadera oposición política y dar impunidad a los verdaderos criminales».
Fernández de Kirchner se refirió a lo que llamó «una oscura operación de rescate del gobierno de Miley por parte de Estados Unidos», en referencia a declaraciones del ministro de Finanzas, Scott Bessent, quien admitió que «el préstamo a Miley fue un ‘gran negocio’ para Estados Unidos» y aseveró que «no es economía: es colonialismo local con colonialismo local».





