Investigaciones recientes han puesto en el centro del debate al azúcar refinada, señalándola como un factor de riesgo que provoca más muertes en el mundo que las drogas ilícitas.
Los especialistas advierten que el consumo excesivo de este producto está directamente relacionado con enfermedades como diabetes tipo 2, hipertensión, obesidad y problemas cardiovasculares, condiciones que representan una de las principales causas de mortalidad en el planeta.
Mientras tanto, los fallecimientos por consumo de drogas ilícitas, aunque graves y preocupantes, no alcanzan las cifras globales atribuibles a los efectos prolongados del azúcar en la salud pública.
En Colombia, la situación también preocupa: estudios han mostrado un incremento en el consumo de bebidas azucaradas y alimentos ultraprocesados, especialmente en niños y jóvenes. Esto ha encendido las alarmas en torno a la necesidad de políticas más estrictas en materia de etiquetado, impuestos saludables y campañas de educación alimentaria.
El debate sobre el azúcar refinada no solo plantea un reto para los sistemas de salud, sino también para la industria alimentaria y los hábitos de consumo en la sociedad.
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