EL CIRCO DE LA ASAMBLEA El informante

La Asamblea Departamental del Cauca quedó nuevamente en el centro de la controversia pública tras múltiples señalamientos de sectores sociales que cuestionaron su escaso impacto en la vida política y social del departamento. Desde organizaciones comunitarias, líderes sociales y ciudadanos, se advirtió el pasado 23 de diciembre que la corporación no cumplió de manera efectiva su función de control político ni promovió debates de fondo frente a las problemáticas estructurales del Cauca.

Las críticas apuntaron a una gestión poco visible de varios diputados, entre ellos Ferley Quintero, Gabriela Muñoz y Enrique Navia, a quienes se les reclamó mayor liderazgo y resultados concretos. Según las denuncias, temas prioritarios como la seguridad, la crisis humanitaria, la inversión social y la ejecución del presupuesto departamental no recibieron el seguimiento riguroso que se esperaba del órgano legislativo.

Screenshot

Para distintos voceros ciudadanos, la Asamblea se mantuvo alejada de los territorios y desconectada de las realidades que enfrentaron comunidades rurales y urbanas, especialmente en un contexto marcado por la violencia, el desempleo y la precariedad institucional. Esta percepción alimentó la idea de una corporación distante, más concentrada en dinámicas internas que en responder a las urgencias del departamento.

Hasta el cierre de esta información, la Asamblea del Cauca no había emitido un pronunciamiento oficial frente a los cuestionamientos, lo que incrementó el malestar ciudadano. La falta de respuestas reforzó la exigencia de mayor transparencia, sesiones con debates reales y un ejercicio de control político que justificara el rol de los diputados como representantes del interés público.

22

Compartir :