El primer semestre de 2025 marca un hito para la industria del juego en Colombia: el juego en línea ya aporta el 47 % de los ingresos totales del sector, consolidándose como uno de los motores más dinámicos de la economía digital nacional. Este avance no solo refleja la madurez tecnológica y regulatoria del país, sino también el cambio de hábitos de los consumidores, que cada vez más apuestan por experiencias digitales seguras, variadas y accesibles.
Gracias a una regulación pionera, una oferta diversificada y un entorno digital en crecimiento, Colombia se posiciona como referencia en América Latina para el desarrollo del iGaming.
Regulación ejemplar: la base del crecimiento sostenido
Colombia fue uno de los primeros países de la región en establecer reglas claras para el juego en línea. Desde la reglamentación en 2016, Coljuegos ha autorizado 14 plataformas bajo estándares que garantizan transparencia, seguridad para el jugador y generación de recursos para el Estado. Este marco regulatorio no sólo atrajo inversión njera, sino que también impulsó la formalización, reduciendo la brecha con el juego ilegal.
En este contexto, la amplia oferta de casinos online en Colombia regulados se ha convertido en un referente regional, al combinar entretenimiento seguro con opciones de juego variadas y adaptadas a las preferencias del público local.
La solidez legal que distingue al mercado colombiano ha permitido construir un entorno competitivo atractivo para inversores nacionales e internacionales. Gracias a la exigencia de protocolos robustos como KYC, AML, geolocalización y juego responsable, Colombia ha logrado establecer una reputación de seguridad y transparencia que pocas veces se ve en la región.
Este entorno confiable no solo genera confianza entre los usuarios, sino que también facilita que los operadores diseñen experiencias innovadoras con el respaldo del Estado y el sector regulador.
Además, el aumento en la penetración tecnológica y conectividad digital impulsa la adopción del juego online. En 2024, la penetración pasó del 1,3 % en 2017 al 3,2 %, un camino de crecimiento que se espera que continúe en los próximos años. Esta expansión demuestra cómo la regulación combinada con acceso digital está creando una base sólida para la inclusión de más usuarios en el ecosistema regulado.
Un impacto económico que sigue sumando
El crecimiento del juego online es constante: en 2024 generó 2,9 billones de pesos en ingresos netos, equivalentes al 0,18 % del PIB nacional. Aunque el porcentaje pueda parecer modesto, lo relevante es su trayectoria ascendente y el potencial para seguir ganando terreno. Cada año, más colombianos participan de forma regulada, impulsando un círculo virtuoso de recaudación, empleo e innovación tecnológica.
El sector del iGaming no solo aporta valor económico, sino que también promueve el empleo y bienestar social. Según Fecoljuegos, la industria genera ingresos que respaldan a más de 300.000 familias, una cifra que subraya su importancia en términos de empleabilidad directa e indirecta.. Este impacto social fortalece la economía local, especialmente en regiones donde se han abierto nuevas oportunidades laborales gracias a la expansión del mercado.
Asimismo, los aportes fiscales y de salud continúan aumentando de forma destacable: en 2024, se transfirieron más de 990.592 millones de pesos al sistema de salud, superando de forma notable años anteriores y evidenciando su rol como fuente sólida de recursos públicos.
Una de las fortalezas del modelo colombiano es el vínculo entre el sector y la salud pública: el 15 % del ingreso neto de los operadores se destina directamente al sistema de salud. En 2024, esa cifra alcanzó 436 000 millones de pesos, recursos que se transforman en atención médica, programas de prevención y mejora de infraestructura hospitalaria. Este esquema convierte al iGaming en un aliado tangible del bienestar social.
El mercado colombiano se proyecta como uno de los más valiosos de América Latina. Para 2025, se espera que el iGaming genere más de 1.400 millones de dólares, con un crecimiento anual del 8,32%, que podría superar los 2.000 millones en 2029. Además, el ingreso promedio por usuario (ARPU) es un 30 % superior al promedio regional, lo que refleja un mercado sólido y atractivo para los operadores.
El 66% del ingreso bruto (GGR) del juego online en Colombia proviene de las apuestas deportivas, un segmento que ha crecido gracias a eventos internacionales y al uso de plataformas móviles. Sin embargo, la diversificación es cada vez mayor: el público colombiano también disfruta de juegos de casino en vivo, póker, tragamonedas y eSports, con experiencias cada vez más inmersivas y seguras.
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