Después de que el público ha aceptado la renuncia de Gustavo Bolívar, presentada ante el presidente Petro, la carta de renuncia del ex jefe del Departamento de Asuntos Sociales (DPS) se ha hecho pública, en la que expresa su agradecimiento y lealtad hacia el presidente, un contraste marcado con la reacción negativa posterior de Petro. Este incidente ha generado una serie de controversias en el ámbito político.
La renuncia de Gustavo Bolívar del Departamento de Asuntos Sociales (DPS) ha generado una ola de discusiones. La situación se complicó aún más tras la distribución de su carta de renuncia y los comentarios que hizo el presidente Petro en varios eventos públicos en relación a la salida de Bolívar.
En su carta, fechada el 29 de abril de 2025, Bolívar menciona su «renuncia irreversible» y considera el valor del 16 de mayo como un punto de inflexión en su carrera. En ella, expresa un «agradecimiento infinito» por la confianza que se le brindó para dirigir una de las instituciones más fundamentales del estado. Este detalle muestra no solo su compromiso con el cargo, sino también su deseo de impactar positivamente en la vida de muchos colombianos.
Bolívar resalta en su misiva que logró importantes avances durante sus casi catorce meses al frente del DPS, subrayando su cumplimiento con la meta encomendada por el Presidente: aportar «amor, bien y prosperidad» a la población más vulnerable de Colombia. Además, aprovecha la ocasión para reconocer al presidente Petro, agradeciendo por la valiosa experiencia que obtuvo en la administración pública, describiendo su tiempo junto a él como uno de los episodios más significativos y enriquecedores de su vida. Estas palabras reflejan un vínculo de respeto y gratitud hacia el presidente.
No obstante, la respuesta de Petro a la renuncia de Bolívar estuvo lejos de ser cordial. Durante un evento en Tubará, Norte de Santander, el presidente interrumpió la intervención de Bolívar y sugirió que, tras su renuncia, ya no debería actuar como director del DPS. Este gesto fue percibido por muchos líderes de opinión y ciudadanos como una «humillación pública», provocando críticas en redes sociales y medios de comunicación, lo que añadió leña al fuego de una situación ya tensa.
Personas influyentes en el ámbito político, como la senadora María Fernanda Cabal y la periodista Vicky Dávila, han manifestado su desacuerdo con la forma en que el presidente trató a Bolívar, quien es reconocido por su lealtad y apoyo hacia el gobierno. Este incidente ha suscitado un amplio debate sobre las dinámicas de poder dentro del gobierno y cómo se manejan las renuncias de altos funcionarios. La situación ha dejado en el aire la posibilidad de una nueva nominación para Bolívar en el DPS, lo que podría tener nuevos desarrollos en el futuro.
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