Inflación no cede: septiembre podría cerrar en 0,23 % y 2025 superaría 5 %, según analistas El informante

Una encuesta reciente realizada por Reuters entre 21 analistas económicos proyecta que la inflación mensual en Colombia para septiembre de 2025 será de 0,23 %, cifra que prácticamente coincide con el 0,24 % observado en el mismo mes del año anterior. No obstante, el sondeo también revela que las expectativas para el cierre de 2025 y para 2026 han aumentado, lo que plantea desafíos para el control de precios, la política monetaria y la credibilidad del Banco de la República.


Qué muestra la encuesta y en qué se basa

  • La mediana de la consulta sitúa la inflación para septiembre en 0,23 %, con un rango estimado entre 0,14 % y 0,34 %.
  • En comparación:
    • En agosto, la inflación mensual estimada fue de 0,19 %.
    • En septiembre de 2024 fue de 0,24 %.
  • El sondeo atribuye el efecto inflacionario mensual a aumentos en rubros como vivienda (arriendos), servicios públicos —particularmente gas—, así como alimentos, educación y el sector de restaurantes y hoteles.
  • En términos anualizados, si se concreta esta cifra, mantendría la inflación anual en alrededor de 5,10 %, muy por encima de la meta oficial del 3 % establecida por el Banco de la República.

Pronósticos revisados: 2025 y 2026 se tornan más inciertos

Un dato alarmante que surge del sondeo es el alza en las expectativas para lo que resta del año y el siguiente:

Periodo Proyección anterior Nueva proyección
Cierre 2025 ~ 4,95 % ~ 5,03 %
Cierre 2026 ~ 3,99 % (o similar) ~ 4,05 %
  • En la encuesta de agosto, las expectativas para 2026 estaban en 3,99 %, pero en el sondeo más reciente han subido.
  • BBVA Research proyecta que la inflación cerraría 2025 en torno al 5,0 % y para 2026 en 4,3 %.
  • Estos nuevos pronósticos implican que la convergencia hacia la meta del 3 % será más lenta de lo esperado, lo que mantiene bajo presión la política monetaria y la confianza en las autoridades.

Contexto institucional y decisiones del Banco de la República

  • La Junta Directiva del Banco de la República, en su reunión de septiembre de 2025, decidió mantener la tasa de interés de política en 9,25 %.
    • Cuatro de los siete directores votaron por mantenerla. Otros tenían propuestas de recortes de 25 o 50 puntos básicos.
  • En el comunicado oficial, el Emisor justifica su postura por la rigidez de la inflación, el deslizamiento lento hacia la meta del 3 %, y los riesgos tanto internos como externos que amenazan la estabilidad.
  • El crecimiento económico observado recientemente (2,5 % en el segundo trimestre) y una demanda interna fuerte complican el escenario: elevado gasto público, déficit fiscal, inflación persistente y presiones sectoriales podrían obstaculizar nuevas reducciones de tasas.
  • Varios analistas coinciden en que es poco probable que haya recortes en lo que resta del año, dadas las expectativas al alza de inflación.

Riesgos y desafíos que enfrentan los hogares, empresas y política monetaria

  1. Erosión del poder adquisitivo
    Aunque la inflación mensual proyectada (0,23 %) no parece alarmante en lo inmediato, el acumulado y las expectativas elevadas consolidan una pérdida constante del valor real de los ingresos, especialmente para los hogares de menores recursos, que destinan más de sus presupuestos a alimentos, transporte y servicios regulados.
  2. Presión en costos e inversiones
    Las empresas podrían verse forzadas a traspasar aumentos de precios, encarecer créditos y reducir márgenes. Esto retrasa inversiones productivas y deteriora el ambiente de negocios.
  3. Debilidad de credibilidad del Banco Central
    Desde hace varios años, Colombia incumple sistemáticamente la meta de inflación del 3 %. El alza de expectativas podría debilitar la fe de los agentes en la capacidad del Banco de la República para controlarla.
  4. Rigidez estructural de inflación básica
    Muchos de los componentes que están impulsando la inflación (vivienda, servicios públicos, arriendos) son regulados o con costos que no pueden ajustarse rápidamente. Esa rigidez complica una baja rápida de la inflación general.
  5. Política fiscal y endeudamiento
    Dado el elevado déficit fiscal y los costes de financiamiento, el gobierno tiene poco margen para estímulos adicionales sin arriesgar mayores presiones inflacionarias o comprometer la sostenibilidad de la deuda.

Mirando hacia adelante: escenarios y recomendaciones

  • Si el dato real de septiembre se acerca a 0,23 %, el mensaje sería de estabilización pero insuficiente para hablar de desinflación agresiva.
  • Si los pronósticos revisados (5,03 % para 2025 y 4,05 % para 2026) se concretan, deberemos acostumbrarnos a una “tan lenta” reducción de inflación, por debajo de lo planeado por el banco central.
  • La Junta del Banco de la República tendrá que monitorear de cerca tanto los datos reales como las expectativas: si estas últimas empiezan a desanclarse (es decir, si la gente cree que la inflación seguirá subiendo), podría requerirse una postura más dura.
  • Para el gobierno, es vital coordinar política fiscal, control del gasto y reformas estructurales que reduzcan presiones en servicios públicos, transporte y sectores regulados.
  • Los hogares deberán adoptar estrategias de protección: ahorrar en activos que superen la inflación (cuando sea posible), diversificar y estar alerta a cobros y tarifas reguladas.

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