Después de un periodo prolongado de dos meses durante el cual se implementó un bloqueo total del inventario, las autoridades han decidido permitir la entrada de ayuda humanitaria a la franja de Gaza. Sin embargo, la necesidad de esta asistencia es cuestionada por algunos ministros israelíes, quienes opinan que «no hay necesidad de introducir ayuda».
El 5 de mayo de 2025, el Gobierno israelí tomó la decisión en una reunión celebrada la noche anterior, donde se aprobó la medida para ampliar las operaciones en la franja de Gaza. También se estableció un nuevo esquema para continuar con el acceso a la ayuda humanitaria, la cual había estado completamente bloqueada desde el 2 de marzo, según reportes de la prensa israelí.
Según el periódico Israel Hayom, la nueva estrategia del gobierno se enfoca en aumentar gradualmente la presión militar sobre el enclave, donde más de 52,200 personas ya han reclamado su vida a causa de la crisis humanitaria, desde octubre del año anterior. El objetivo es forzar a Hamas a aceptar un cese al fuego y restablecer la estabilidad en la región.
Además, el gabinete israelí aprobó un esquema para permitir el acceso a la ayuda humanitaria en Gaza, que había estado bajo un bloqueo severo desde marzo, lo que ha llevado a que la población se enfrente a crecientes niveles de hambre, tal como se informa en el periódico Yidot Ahronot. Este medio también ha destacado que una de las medidas include ocupar más territorios en el enclave y desplazar a la población hacia el sur. Sin embargo, en esas zonas ya ocupadas por el ejército, se ha tomado un considerable control, incluyendo la ciudad de Rafá.
Por otro lado, la zona humanitaria conocida como Mawasi, ubicada al sur, fue considerada por el ejército como segura para los desplazados, pero dejó de serlo a partir del 18 de marzo. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, confirmó, según Yidot Ahronot, que en una reunión se decidió «pasar del método de intrusión a la ocupación del territorio y la permanencia en él».
Desviaciones para la entrada de ayuda humanitaria
El gabinete aprobó la medida por unanimidad, pero surgieron diferencias de opinión en relación con el acceso a las operaciones en Gaza. Algunos ministros expresaron oposición a permitir el reinicio de la entrada de alimentos, medicamentos y otros bienes esenciales tras más de dos meses de bloqueo. El ministro de Seguridad Nacional, el ultra nacionalista Itamar Ben Gvir, argumentó en una reunión que «no hay necesidad de introducir ayuda en Gaza» y sugirió que «deberían bombardearse las tiendas de comida de Hamas«. Esto desencadenó un acalorado debate con el jefe del Estado Mayor, Eyal Zamir.
Los jefes del ejército respondieron, «No entiendes lo que estás diciendo. Hay un derecho internacional y estamos dedicados a él. No podemos permitir que la población muera de hambre en la franja; tus declaraciones son peligrosas», según un informe de la red de televisión israelí 12.
Las autoridades de Gaza han informado que al menos 54 personas han muerto de desnutrición, siendo la gran mayoría niños, desde que comenzó la ofensiva israelí en Gaza. Este es el bloqueo más prolongado que Israel ha instaurado en la región desde el lanzamiento de su ofensiva, que ya había limitado significativamente la ayuda humanitaria. La Agencia de la ONU para Refugiados Palestinos (UNRWA) había registrado un acceso de aproximadamente 92 camiones diarios en Gaza en noviembre de 2024, un número que se consideraba escaso, dado que antes de la guerra, el volumen era de cerca de 500 camiones diarios.
El gabinete israelí decidió expandir su operación militar en Gaza, una decisión que ha sido criticada por algunos sectores, pues se argumenta que no se trata de una medida de seguridad, sino de un intento de salvaguardar la posición de Netanyahu y su gobierno extremista. El líder demócrata, Yair Golan, denunció en la red social X que esta no es una cirugía de corta duración, sino un movimiento que busca establecer una presencia constante en la región, como parte de la actuación de figuras como Ben Gvir y Smotrich frente a la realidad.
El bombardeo continúa
En un contexto de violencia creciente, al menos 15 palestinos fueron asesinados en las primeras horas del lunes debido a un bombardeo de las fuerzas israelíes contra un edificio residencial en el área de Al Karamas, al noroeste de Gaza. El servicio de emergencia local ha recuperado los cuerpos y reportado a diez heridos en el ataque.
Alrededor de las 3 a.m. (hora local), la defensa civil señaló: «Nuestros equipos recuperaron 15 muertos y diez heridos en el ataque israelí contra tres apartamentos residenciales en la Torre a Ramuz, en el área de Al Karamas». Varios canales palestinos habían advertido sobre un posible ataque dos horas antes.
Reportes palestinos indicaron que el edificio afectado había sido desplazado, al igual que el 90% de la población antes de un alto el fuego. Sin embargo, después de que este se rompiera en marzo, aproximadamente 423,000 personas han sido desplazadas debido a las constantes órdenes de evacuación y la progresiva presión de las fuerzas israelíes.
La ciudad de Gaza ha enfrentado, en las últimas semanas, no solo ataques aéreos diarios por parte del ejército israelí, sino también intercambios de fuego en las áreas orientales de la capital, donde se ha prolongado la lucha contra las milicias locales. Mientras tanto, las menciones de víctimas palestinas en el norte continúan aumentando, señalando el alto costo humano de la ofensiva israelí que se desató tras el ataque de Hamas el 7 de octubre de 2023. Hasta la fecha, se reporta que más de 52,200 palestinos han perdido la vida, y 2,436 de ellos han muerto desde que se rompió el cese al fuego el 18 de marzo.