El sábado 26 de julio de 2025, en el barrio San Sebastián de Manizales, ocurrió una tragedia que conmocionó a la ciudad. Una niña de dos años y once meses, identificada como Antonella Torres López, fue atacada por su madre, la joven de 19 años Silvana Torres, quien presuntamente la hirió en el cuello con un cuchillo, lo que causó un paro cardiorrespiratorio e intoxicación por hemorragia. A pesar de las maniobras médicas (incluida toracotomía de urgencia), la menor falleció poco después de ingresar al SES Hospital Universitario de Caldas.
Simultáneamente, Silvana fue trasladada a la Clínica Ospedale, luego remitida a la Clínica San Juan de Dios, donde recibió atención en salud mental debido a las lesiones que ella misma se provocó tras el ataque. Durante su atención, ofreció un testimonio que se ha convertido en pieza clave para la investigación:
“Me enceguecí, me llené de rabia, fui a la cocina por un cuchillo, le hice daño a mi hija y me quería morir. Sé que me odian por lo que hice, por eso me quería morir”. Afirmó además que tenía “muchas cosas en su cabeza” y aseguró que Antonella “no tenía la culpa de nada”.
Silvana no aceptó los cargos por homicidio agravado contra menor de 14 años, y su defensa anunció que alegaría inimputabilidad por posible afectación mental en el momento del crimen. Durante el incidente, la comunidad reaccionó con furor: vecinos intercambiaron enfrentamientos con la policía y casi linchan a la madre antes de ser controlada por las autoridades.
En la vivienda donde ocurrió el crimen, la Fiscalía encontró un cuchillo, cartas escritas a mano por Silvana y un teléfono móvil. Las misivas están siendo analizadas como posible evidencia sobre su estado emocional.
La comunidad de Manizales ha expresado su duelo con velatones y actos simbólicos en memoria de Antonella, mientras organizaciones como Bienestar Familiar insisten en iniciativas de prevención de violencia intrafamiliar y atención adecuada en salud mental.
La Fiscalía solicitó medida de aseguramiento en centro carcelario mientras avanza el proceso judicial, aunque su defensa busca que sea trasladada a una clínica psiquiátrica.
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