La inteligencia de máquinas (IM) utilizará un 5 % de energía eléctrica en América Latina y el Caribe para 2035.

De acuerdo con un estudio realizado por la Organización de Energía Latina Americana (OLADE), se espera que la inteligencia artificial (IA) represente el 5% del consumo total de electricidad en América Latina y el Caribe para el año 2035. Este requerimiento de energía podría llegar a competir con los sectores que actualmente se consideran prioritarios en la región, lo cual podría tener implicaciones significativas para la planificación energética futura, como informó la agencia de noticias Efe el pasado martes.

El documento técnico elaborado por OLADE revela que esa proyección del 5% equivale a más de 120 Teravatios Hora (TWh) al año. Estos números ponen de manifiesto las enormes demandas de energía que se anticipan debido al desarrollo acelerado de la tecnología de inteligencia artificial en la región. Este crecimiento en la demanda energética no solo afectará a la infraestructura actual, sino que también planteará grandes desafíos en términos de sostenibilidad y gestión de recursos energéticos.

En este momento, hay un total de 455 centros de procesamiento de datos dedicados a aplicaciones de IA en América Latina y el Caribe. Si se considera que cada centro consume un promedio de 50 Gigavatios Hora (GWh) al año, se estima que estas instalaciones ya representaron el 1.6% del consumo eléctrico regional durante el año 2023. Este dato subraya la creciente importancia de la IA en la matriz energética de la región y plantea interrogantes sobre cómo se manejará este crecimiento.

Crecimiento acelerado

Las proyecciones indican que entre 2023 y 2030, se espera un aumento explosivo del 165% en la cantidad de centros de datos a nivel mundial, lo que se traduce en una tasa de crecimiento anual promedio del 15%. «Si la expansión continúa al mismo ritmo, la región enfrentará una demanda de energía sin precedentes, especialmente en lo que respecta al funcionamiento de los servidores de IA», expresó Olade. Esta necesidad se intensificará en áreas fundamentales, como el entrenamiento de algoritmos, la ejecución de consultas complejas, y los sofisticados sistemas de refrigeración necesarios para mantener la funcionalidad de estas instalaciones.

Para Andrés Chileno Rebolledo, el Secretario Ejecutivo de OLADE, es crucial que la transformación digital de los sistemas de producción en la región esté alineada con una planificación energética que sea responsable y sostenible. La capacidad de la inteligencia artificial de competir por recursos energéticos con sectores prioritarios—como la construcción de viviendas, la industria y el transporte—subraya la importancia de un enfoque equilibrado en la gestión de estos recursos.

Además, OLADE enfatiza que, en medio del crecimiento exponencial de los datos y la expansión de la IA generativa, los países de la región deben fortalecer sus marcos regulatorios. La mejora en la eficiencia energética de los centros de datos, así como la inversión en fuentes de energía renovables, son esenciales para mitigar los impactos ambientales asociados con el avance tecnológico.

Desde su sede en Quito, OLADE actúa como una agencia de cooperación y asesoramiento técnico que promueve la integración, preservación y uso racional de los recursos energéticos en la región desde 1973. La organización incluye a países como Argentina, Barbados, Belice, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Granada, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, Jamaica, Perú, República Dominicana, Surinam, Trinidad y Tobago, lo que resalta su amplia influencia en el ámbito energético latinoamericano.

Miércoles 04.04.2025

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