A pedido de la oficina del Fiscal General, un juez de control de garantía ordenó la medida de garantía en el Centro de Prisiones contra José Rubén Cerón Ortega, Nelson José Cerón López y Carlos Cerón Agudelo, indicaron ser los autores de una trama compleja y prolongada de extorsión en el área rural de la municipal de Garzón, Huila.
Los cargos de la cara capturada por los crímenes de extorsión agravada y Desplazamiento forzadoacusado por un fiscal seccional. Aunque ninguno aceptó los cargos, la contundencia del material probatorio condujo a la imposición de la privación de la libertad mientras continúa el proceso judicial.
Nueve años bajo amenazas
Según lo establecido por los investigadores, entre 2015 y 2024, los tres hombres habrían exigido repetidamente grandes sumas de dinero a un agricultor en el área, intimidándolo con amenazas contra su vida y la de su familia. Las visitas se dieron directamente en su hogar, ubicadas en una acera de Garzón, donde los sujetos afirmaron actuar en nombre de las estructuras criminales.
El miedo constante era suficiente para obligar a la víctima a realizar al menos 12 millones de pesos en pagosAdemás de ceder Mucha tierra Como parte de las demandas. Las intimidaciones se volvieron tan insoportables que en septiembre de 2024, el campesino dejó sus tierras junto con sus seres queridos, convirtiéndose en víctima de desplazamiento forzado.
Operaciones
La operación fue dirigida por unidades de la Gaula de la policía nacionalquien logró hacer que las órdenes de captura emitidas por un juez sean efectivas. Los procedimientos se llevaron a cabo simultáneamente tanto en Público a través del municipio de Garzón como en el Departamento de caucadonde uno de los acusados había buscado refugio.
Extorsión persistente
Este caso ha generado especial preocupación entre las autoridades de Huila, debido al modus operandi de los agresores: una extorsión sistemática, prolongada en el tiempo, silenciosa y altamente efectiva, basada en el miedo y el desarraigación. La oficina del fiscal enfatizó que el caso muestra cómo el crimen organizado continúa presionando a las comunidades rurales a través de métodos sutiles pero devastadores.
Investigación clave
El trabajo articulado entre la oficina del fiscal y la Gaula fue fundamental para recopilar la evidencia necesaria: testimonios, registros de entrega y documentación del abandono de la propiedad. Estos elementos permitieron aclarar la grave afectación sufrida por el agricultor y su familia, y garantizan la judicialización de los responsables.
Llamado a las víctimas
Las autoridades invitaron a aquellos que son víctimas de cualquier tipo de extorsión para denunciar, asegurando que Silence alimenta el crimen y que hay rutas de atención y protección. Este caso, dicen, es un ejemplo de que es posible romper el ciclo del miedo con el apoyo de la institucionalidad.
La investigación continúa su curso y se espera que en las próximas audiencias se definirá la situación legal definitiva de los tres acusados.
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