La supercomputadora más poderosa entrena una IA para gestionar reactores nucleares – EXTRA – El informante

El segundo superordenador más potente del mundo entrena la primera inteligencia artificial diseñada específicamente para controlar reactores nucleares. El proyecto marca un hito en la relación entre la informática avanzada y la energía nuclear, combinando una potencia informática extrema con décadas de información operativa real.

Esta IA no se basa en simulaciones teóricas. Su formación incluye el historial operativo completo de todas las plantas de energía nuclear de EE. UU. desde 1980, lo que le permitirá identificar patrones, anticipar fallas y optimizar decisiones en tiempo real.

Décadas de datos para aprender a prevenir riesgos

El sistema recibió millones de registros que cubrían fluctuaciones de temperatura, presión, flujos de refrigeración, mantenimiento, incidentes y paradas planificadas. Esta cantidad de datos convierte a la IA en una de las IA mejor entrenadas jamás creadas para un entorno crítico.

Gracias a este enfoque histórico, la inteligencia artificial puede detectar señales tempranas de anomalías que podrían pasar desapercibidas para un operador humano, reduciendo los riesgos antes de que se conviertan en emergencias.

¿Por qué se necesita una supercomputadora?

Entrenar un modelo a este nivel requiere una capacidad de procesamiento más allá del alcance de los sistemas tradicionales. El superordenador utilizado puede realizar miles de millones de operaciones por segundo, lo que permite analizar simultáneamente varios escenarios posibles dentro de un reactor.

Esta potencia informática es clave para simular condiciones extremas, evaluar las respuestas del sistema y entrenar a la IA para actuar con rapidez y precisión en situaciones críticas.

Un nuevo papel para los operadores humanos

Lejos de sustituir a los ingenieros nucleares, la IA actúa como un copiloto avanzado. Su función es apoyar la toma de decisiones, sugerir ajustes operativos y advertir sobre riesgos potenciales, manteniendo al mismo tiempo el control final de los seres humanos.

Los expertos en energía señalan que este modelo podría reducir el error humano, mejorar la eficiencia energética y extender la vida útil de los sistemas existentes.

Impacto en el futuro de la energía nuclear

El éxito de esta inteligencia artificial podría redefinir la percepción de la energía nuclear como una fuente más segura y fiable. Además, abre la puerta a su aplicación en reactores de nueva generación y en países que quieran modernizar sus infraestructuras energéticas.

En el contexto de la transición energética y la lucha contra el cambio climático, la combinación de IA y energía nuclear aparece como una herramienta estratégica para producir electricidad baja en carbono y con mayores márgenes de seguridad.

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