Más allá de la geopolítica: por qué la guerra de Rusia en Ucrania concierne en realidad al capitalismo en crisis – El informante

La guerra de Putin se deriva de las contradicciones fundamentales del capitalismo ruso, no de la expansión de la OTAN ni de un conflicto de civilizaciones. El estancamiento económico de Rusia desde 2008, el declive demográfico y la extrema desigualdad han creado una crisis orgánica que solo podía resolverse mediante la agresión externa. Lejos de ser económicamente ruinosa, la guerra en realidad ha revitalizado el capitalismo ruso al crear nuevos mercados para la violencia al tiempo que consolida el poder oligárquico. Este punto de vista materialista cuestiona las hipótesis occidentales sobre la eficacia de las sanciones y explica por qué el conflicto no se agotará con Ucrania.

Ivan Bakalov es un investigador y experto en economía política de Rusia. Sostiene que el capitalismo ruso llegó a sus límites después de la crisis económica de 2008-2009. Bakalov habla de una crisis orgánica a la que el régimen ruso no ha podido responder adecuadamente. El estímulo final para el crecimiento económico ruso vino finalmente con el lanzamiento de una guerra de desgaste a gran escala, que tuvo un impacto positivo en el desarrollo de la economía rusa. ¿En qué estado se encuentra actualmente la economía rusa? ¿Podemos hablar de una economía de guerra? ¿Tienen las sanciones el efecto deseado y qué podríamos cambiar en nuestro enfoque de la Federación Rusa? Ha hablado de todo esto en una entrevista con Jan Bělíček, redactor jefe de Alarm.cz.

Más allá de las explicaciones geopolíticas

Jan Bělíček: Usted dice que es importante dejar de confiar en las explicaciones geopolíticas de la actual guerra en Ucrania y, en su lugar, aportar explicaciones materialistas y económicas. ¿Por qué es importante este cambio?

Ivan Bakalov: Porque la geopolítica, y yo añadiría las llamadas explicaciones basadas en la elección del modelo de civilización, no son meras teorías académicas. No se trata solo de explicar lo que sucedió y por qué, sino que también es un marco de reflexión sobre el mundo que modela la forma en que los países europeos y Estados Unidos han hablado de esta guerra, y determina lo que seguirá después de la guerra. Si consideramos que esta es la principal explicación de esta guerra, también influirá en nuestras medidas políticas. Pero si tienes una teoría débil para explicar la guerra, también tienes una base débil para entender los cambios en curso y una base débil para la política en general.

¿Cómo se manifiestan estas explicaciones en la práctica?

Hay diversas variantes de la geopolítica, pero la corriente dominante suele apuntar a que Rusia solo está reaccionando a la expansión de la OTAN. Funciona con la noción de bloques geopolíticos y su interacción. Uno de los artículos más famosos sobre este tema lo escribió m el politólogo estadounidense John Mearsheimer en 2014. Presenta argumentos para explicar por qué se produjo la anexión de Crimea y por qué Occidente tiene la culpa de la guerra separatista en la región ucraniana oriental de Donbás. Si aceptamos esta explicación y la tomamos en serio, la invasión nunca debería haber tenido lugar. En 2014, Mearsheimer dijo que Rusia no solo no puede ni quiere llevar a cabo una invasión de toda Ucrania porque es simplemente una reacción defensiva de su parte, sino también porque carece de recursos y potencial militar para invadir Ucrania y mantener el control sobre su territorio.

Estamos hablando de 2014, cuando el ejército ucraniano todavía era muy débil. Si nos tomáramos en serio esta explicación, este escenario debería haber sido aún más improbable ocho años después, cuando Ucrania ya había reforzado su ejército preparándose de cara a una futura invasión. Y no es solo Mearsheimer quien lo dice. De hecho, también podemos encontrar opiniones de este tipo en el discurso estratégico ruso. Por ejemplo, el ex general Leonid Ivashov, que fue presidente del Consejo Panruso de Oficiales Militares, dijo en enero de 2022 que Rusia no se enfrentaba a ninguna amenaza externa importante. Así que si realmente te tomas en serio la explicación geopolítica, la invasión nunca debería haber tenido lugar.

¿Cómo sería una explicación geopolítica similar en el otro lado? ¿Del lado occidental? Porque esa es la explicación rusa. Pero, ¿cuál es la versión occidental?

Sí, tienes razón, hay diferentes variantes de explicación geopolítica. La explicación geopolítica prooccidental pretende algo en el sentido de que “Rusia sintió que Occidente era débil y trató de aprovechar esta oportunidad para reestructurar la arquitectura de seguridad de Europa” . Y la gente se atiene a este argumento y menciona la retirada de las tropas de Afganistán. Habla de los desarreglos disturbios internos europeos, como la salida de Angela Merkel de la escena, los disturbios en Francia, y luego también de estereotipos como que Rusia nunca se toma en serio al presidente ucraniano Volodymyr Zelensky y supone que huiría inmediatamente una vez que invadieran Ucrania.

Se podría argumentar que así es como los responsables de la toma de decisiones rusos veían el mundo, y de hecho hay personas del lado ruso que promueven esta explicación. Esta versión geopolítica sugiere que Rusia ha aprovechado la oportunidad para reestructurar activamente la arquitectura de seguridad de Europa. Y esto ya encaja mucho mejor con la hipótesis de una invasión repentina. Sin embargo, sigue siendo una teoría débil porque es una explicación post hoc, que solo cobró fuerza después de que se produjera la invasión.

¿Por qué cree eso?

Porque la geopolítica trata no solo del equilibrio estructural del poder sino también del equilibrio de los recursos, y estos todavía eran desfavorables a Rusia en el momento de la invasión. Aunque el apoyo a Ucrania fue inicialmente limitado, el equilibrio de poder seguía inclinado en contra de Rusia. El truco de esta explicación radica en el hecho de que “la reconfiguración de la arquitectura de seguridad” sigue siendo un misterio. ¿Qué significaría realmente? ¿Que la hegemonía estadounidense en Europa desaparecería si Rusia derrotara a Ucrania? ¿Que la OTAN colapsaría o se retiraría si Rusia derrotara a Ucrania? Esta versión de la geopolítica no permite explicar por qué la invasión es tan importante para los responsables rusos que justifica los riesgos que conlleva.

¿Existe alguna otra teoría popular y fallida que explique por qué Rusia lanzó la guerra en Ucrania?

Sí, hay otra explicación popular que puede llamarse “elección de modelo de civilización”. Tiene diversas formas y apariencias, pero se centra en el choque de civilizaciones. Tanto si tenemos en mente un choque entre democracia y autocracia o entre civilización occidental y oriental. En esta explicación, se trata principalmente de agresión y política exterior agresiva como algo inherente a la naturaleza del régimen ruso y de la nación rusa en general. Es simplemente algo que hacen los rusos. Esta explicación sugiere que hay algo específico de Rusia y de los rusos que les obliga a atacar a otros países. Y entonces le corresponde a la civilización occidental, la buena y justa civilización, descartar esta amenaza.

Esta teoría es débil en términos explicativos porque implica que Rusia debería estar atacando a alguien casi sin parar. Debería haber atacado a Ucrania en 2005, debería haber lanzado una invasión completa en 2014, y así sucesivamente. Mientras que la geopolítica afirma que Rusia no debería atacar a nadie por su cuenta, esta teoría sugiere que debería atacar a todos los países vecinos todo el tiempo. Y podría ser que Ucrania ni siquiera fuera el mejor lugar para comenzar una invasión. También es una teoría débil porque no explica por qué la invasión ocurrió en ese momento en particular.

Pero también tenemos el famoso documento histórico de Putin sobre Ucrania, en el que intentó justificar la invasión desde una perspectiva histórica. También está la teoría euroasiática de Alexander Duguin, que parte de una lucha irreconciliable entre Occidente y Eurasia. Tal vez subestima usted un poco estas tendencias existentes entre los intelectuales y políticos del Kremlin…

Usted señala con razón que esta explicación tiene versiones occidentales y rusas. Ahora me he centrado en la versión occidental de la historia. Puede observar usted cómo la guerra fue explicada inicialmente por el historiador estadounidense Stephen Kotkin, por ejemplo. Y la versión rusa de esta explicación, como la discute Duguin, por ejemplo, es algo diferente porque plantea una evaluación positiva de la civilización rusa. La civilización rusa defiende los fundamentos del cristianismo frente al Occidente decadente. Para Duguin, esta invasión es una fuerza del bien. Rusia intenta salvar los valores tradicionales contra la decadencia de la civilización occidental. La civilización occidental está en declive, mientras que la civilización rusa o euroasiática está en alza.

Usted se refiere con razón al ensayo supuestamente escrito por Putin en 2021, en el que dice que Ucrania es un territorio que pertenece históricamente a Rusia y que el estado ucraniano fue creado artificialmente por los enemigos de Rusia. Enemigos externos en Occidente y enemigos internos en forma de bolcheviques [comunistas revolucionarios rusos que llegaron al poder en 1917]. Pero incluso si aceptamos la versión rusa de la historia de la elección del modelo de civilización, eso todavía no nos ayuda a explicar por qué ocurrió la invasión cuando lo hizo y no, digamos, uno, tres, cinco, diez o quince años antes. Sí, hay intelectuales y políticos que hablan así, y algunos de ellos incluso podrían creérselo. Pero eso no hace de esta historia una buena explicación.

El problema no es solo que son teorías débiles. El problema es que informan una visión de todo el mundo en la que la guerra es solo un caso en el proceso de desarrollo histórico. Las contradicciones internas de estas teorías se reproducen incluso en los eventos que siguieron a la invasión. No es solo un intento académico de encontrar una buena explicación. Es un intento de entender qué le pasa al mundo y cómo arreglarlo.

La explicación materialista: impás capitalista

Si usted dice que la explicación geopolítica es falsa y la explicación basada en el modelo de civilización es engañosa, ¿qué propone en su lugar?

Es difícil ponerle una etiqueta adecuada. Se podría decir que es una explicación basada en el materialismo histórico. Si tuviera que formular una designación breve y contundente, probablemente la llamaría “el callejón sin salida de la transformación capitalista”. Pone el acento en la comprensión de cómo las contradicciones de la transformación capitalista de la década de 1990 nos han llevado a este punto. Se trata de que la guerra, y especialmente la invasión rusa, es una expresión de las contradicciones del sistema capitalista tanto en Rusia como en Europa del Este, y más en general a nivel mundial. En esta visión, la invasión de 2022 es solo una fase de un proceso gradual durante el cual el bloque gobernante en Rusia intenta mitigar la crisis orgánica a la que se enfrenta.

¿Qué quiere decir exactamente con esto?

El bloque gobernante ruso se enfrenta a una crisis orgánica, una crisis del capitalismo ruso. Normalmente me refiero a tres ejemplos ilustrativos que aclaran esta teoría. El primer problema es el estancamiento de la economía rusa. Cuando miras los gráficos del PIB total de Rusia, verás que en 2000 hubo un aumento brusco que fue más rápido que en el resto del mundo. Y después de la crisis financiera mundial de 2008-2009, verás una línea que fluctúa pero permanece más o menos en el mismo nivel. Ha emergido un problema de crecimiento insuficiente.

Esto se debió en parte a la caída de los precios de exportación de la energía, pero aún más significativamente a la limitada capacidad del capital ruso para expandirse debido al agotamiento de los recursos y del potencial de los medios de producción. En 2000, los precios de la energía subían, pero no solo estos. También fue una época en la que el capital ruso absorbió las capacidades de la economía soviética que habían permanecido inactivas en la década de 1990. Por eso la economía creció. Sin embargo, estas capacidades se han agotado, y con ellas también se ha agotado la capacidad de crecimiento de Rusia.

¿Cómo reaccionó la Federación Rusa a esta situación?

¿Cómo se puede resolver esta situación si el esfuerzo apunta a un crecimiento extensivo? Creando un bloque de integración. Y como recordará, a finales de las décadas de 2000 y 2010 se introdujo la idea de crear una unión aduanera en el espacio postsoviético, que se realizó parcialmente. Kazajstán, Bielorrusia y más tarde Armenia y Kirguistán se unieron a él. Sin embargo, Ucrania fue el mercado crucial para este bloque de integración. Es simplemente el mercado más grande y tiene la mayor capacidad que el capital ruso puede absorber. Así que la invasión no era el plan número uno. Ni siquiera era el plan número dos, ni siquiera el plan número tres.

Entonces, ¿cómo cree que procedió la Federación Rusa?

Inicialmente, hubo un intento de utilizar métodos de palo y zanahoria para que Ucrania se uniera a este bloque de integración. Y de hecho tuvo éxito en parte. Puede recordar que Yanukóvich [Viktor Yanukóvich, ex presidente ucraniano] firmó un acuerdo para unirse a la unión aduanera en 2013, solo para que esta decisión fuera posteriormente anulada por una movilización social masiva en las calles ucranianas. Esto también forma parte de la crisis orgánica. El sistema capitalista ruso no solo lucha por reproducirse, sino que también lucha por crear una imagen atractiva para las sociedades foráneas para que otros países se unan voluntariamente a su bloque de integración. Esto demuestra la fallida hegemonía rusa en esta zona.

No se trata solo del capital ruso que va y se apodera de una fábrica en Ucrania. No se trata solo de aprovechar los recursos naturales. La reproducción del sistema capitalista también se basa en la reproducción de la mano de obra que necesariamente necesita para su funcionamiento. Esta es otra dimensión de la crisis orgánica del sistema capitalista ruso. La mano de obra no se reproduce al ritmo necesario para su posterior desarrollo. En pocas palabras, no nacen suficientes trabajadores nuevos. Los políticos rusos llaman a esto una crisis demográfica, pero el problema es en realidad que Rusia tiene una reserva de mano de obra cada vez más pequeña. Al anexionar Crimea, no solo se gana un mercado para los bancos rusos, los operadores de telecomunicaciones, etc. También significa que el mercado laboral ruso crece de la noche a la mañana en 2,5 millones de personas.

¿Ve en esta crisis demográfica o de población también una razón para el giro nativista en la ideología rusa? Me refiero a esa ideología antioccidental basada en el conservadurismo y los valores tradicionales que surge más o menos en la misma época.

Definitivamente. En este ámbito, me baso en gran medida en el trabajo de Alexandra Talaver [investadora de la demografía y la política rusas] y otros que examinan este tema en profundidad. Pero puedo decir con certeza que el discurso de los valores tradicionales y las políticas nativistas profamilia o la lucha contra el aborto es parte de una base discursiva más amplia para la posición subordinada de los trabajadores, especialmente en el contexto de la guerra. Se trata de su disciplina para hacer exactamente lo que se espera de ellos. Así que el trabajo debería reproducirse, pero las condiciones materiales perturban estos escenarios. Por un lado, tiene políticas que apoyan el crecimiento de la tasa de natalidad, pero al mismo tiempo un presupuesto reducido para la atención médica. Cierras hospitales para poder gastar más en armas, pero al mismo tiempo quieres que nazcan más niños. Aquí hay muchas contradicciones fundamentales entre los niveles retóricos y materiales.

¿Y cuál sería el tercer ejemplo de la crisis orgánica del capitalismo ruso?

El tercer ejemplo ilustrativo es el absurdo nivel de desigualdad en Rusia. Un número muy pequeño de personas concentra una enorme riqueza, lo que crea una crisis de legitimidad. No es que el bloque gobernante ruso se enfrente a una fuerte oposición o que no pueda manipular las elecciones. Eso lo maneja muy bien. Es una crisis de legitimidad en un sentido sociológico más fundamental. Hay un gran abismo entre la gente que está en el bloque de gobierno y el resto de la población.

El nivel de desigualdad es incomparable con todo lo que podemos encontrar en otras grandes economías. Según las estimaciones de Credit Suisse, el uno por ciento de los más ricos de Rusia posee el 59 por ciento de toda la riqueza nacional (en Estados Unidos es el 35 por ciento), e ignora el nivel extraordinariamente alto de riqueza almacenada en cuentas offshore en el extranjero. Así que si intentamos explicar por qué ocurrió la invasión cuando lo hizo, deberíamos mirar bien esta crisis orgánica del bloque de gobierno. Aquí vemos un problema de acumulación de capital, de reproducción de la mano de obra y un abismo fundamental entre el uno por ciento y el resto de la población.

Ha explicado los dos primeros problemas con bastante claridad, pero ¿qué pasa con el tercero? ¿Cómo se relaciona esta enorme desigualdad con la guerra?

Según Novokmet, Piketty y Zucman [economistas que estudian la desigualdad], el nivel actual de desigualdad solo puede compararse con el nivel de desigualdad que había en el Imperio ruso justo antes de la Revolución de Octubre de 1917. ¿Cómo explicar a una población que es tan pobre a pesar de vivir en un país increíblemente rico en recursos? A través de la mitología sobre la grandeza del imperio ruso y del mundo ruso. Pero no solo eso. El mundo ruso está amenazado. Si no te movilizas ahora para protegerlo, sus enemigos lo destruirán. No importa que tu vida ya haya sido destruida por las personas que te gobiernan. Lo importante es que otros supuestamente vienen a destruir incluso lo poco que queda.

¿Ha funcionado esta explicación?

Este gran chovinismo ruso y su reencarnación en la política exterior imperialista contemporánea funcionaron durante un tiempo entre 2014 y 2015. Pero entonces los efectos comenzaron a desvanecerse. Y cuando miras lo que ocurrió en Rusia entre 2016 y 2018, ves que ha habido muchas protestas, y no solo protestas por parte de políticos de la oposición liberal, sino también de grupos de personas que convencionalmente se entienden como el núcleo duro del apoyo al presidente ruso.

En 2017 y 2018, hubo protestas de camioneros. En 2018, siguieron las protestas contra la reforma de las pensiones. Hubo protestas ambientales contra el gobierno local. En 2020, durante la COVID, también hubo protestas contra la política gubernamental. El apoyo público al gobierno estaba disminuyendo. Esto no significa que hubiera habido un golpe de Estado en 2022 si Rusia no hubiera invadido Ucrania. En absoluto. Pero esto significa que el bloque dirigente ha perdido la capacidad de movilizar a la población basándose en una motivación positiva.

Esto se demostró claramente en otoño de 2022, cuando el Estado ruso intentó administrativamente movilizar soldados. Fue un completo desastre. La situación solo se invirtió después de que el régimen pasara a la movilización económica ampliando el modelo de reclutamiento de empresas militares privadas [como el Grupo Wagner]. Transformó las desigualdades sociales y la pobreza generalizada en una ventaja al construir un ejército de soldados mercenarios.

La guerra como solución económica

¿Así que el régimen de Putin estaba bajo presión y buscaba una forma de detener esta crisis orgánica?

Era un problema sistémico, así que lo formularía de forma un poco diferente. No es que hubiera un actor con un gran plan desde el principio. Esto no significa que no haya sido Putin quien finalmente haya comandado el ataque. La cuestión está en que el sistema estaba luchando por reproducirse y muchas contradicciones crearon incentivos favorables a esta decisión. Estaba claro que la única manera de salvar la constelación de poder existente y el extravagante estilo de vida de los yates, palacios y refugios  offshore era intentar exportar el conflicto de clase interno al extranjero en forma de una invasión de Ucrania. Y como mencioné, esta no fue una decisión óptima para Rusia. El escenario óptimo para ellos habría sido que Ucrania se uniera voluntariamente al bloque de integración. Esto no ocurrió. Así que llegó el plan número dos.

¿Cuál cree que era el plan número dos?

Tomar Crimea, pero dejar el Donbás tranquilo. ¿Por qué? Desde una perspectiva materialista histórica, Rusia estaba preocupada por la ocupación, pero la posterior reintegración del Donbás en Ucrania obligaría a Ucrania a entrar en el bloque de integración, asegurando así la expansión del capital ruso. Por cierto, si Rusia se anexionó Crimea en 2014 y el Donbás representaba una amenaza geopolítica para ella, o siempre había sido parte de Rusia, entonces ¿por qué Rusia no lo ocupó en 2014, cuando su superioridad militar era mucho mayor que en 2022?

La geopolítica falla en este sentido, y la teoría de la elección del modelo de civilización también. La explicación materialista histórica sugeriría que el objetivo del plan número dos era integrar a Ucrania en el bloque económico a través de un Donbás reintegrado. Sin embargo, esto no sucedió porque los acuerdos de Minsk [acuerdos de paz de 2014-2015 que intentaban poner fin al conflicto en el este de Ucrania], que eran la forma legal-institucional del plan número dos, nunca se aplicaron. Ha habido una resistencia generalizada a los acuerdos de Minsk en Ucrania, lo que subraya la dimensión externa de la crisis de legitimidad de Rusia.

Entonces, ¿cuál era el plan número tres?

Conquistar Kiev en tres días. Una guerra corta y victoriosa que confirmaría la supremacía del Estado ruso y la supremacía del capital ruso en el mercado ucraniano. Sin embargo, este plan también fracasó. El plan número cuatro era, por tanto, una guerra de desgaste. Si no puedes conquistar Kiev en tres días, puedes imaginar una guerra extensiva como una verdadera fuerza motriz del desarrollo capitalista en Rusia. Es la expansión capitalista por otros medios.

Pero solemos asociar la guerra con el horror y el sufrimiento. No es fácil para la gente entender que podría tener beneficios económicos. ¿Cómo puede el esfuerzo de guerra ayudar a las economías en declive?

Es una muy buena pregunta. Entre las personas que miran la guerra desde una perspectiva marxista, también hay diferentes interpretaciones. Hay quienes afirman que no es en interés del gran capital ir a la guerra o continuarla. Mis colegas y yo lo vemos de manera diferente. Percibimos los intereses del gobierno, del sector de la seguridad, del presidente y de todos los que los rodean como interconectados. La esfera política y la esfera económica tienen intereses integrales. Por lo tanto, se supone que la guerra debe proporcionar un espacio para la expansión capitalista, para la apropiación de la fuerza de trabajo, para fortalecer el gran chovinismo ruso como fuerza legitimadora.

¿Qué hace que una guerra de desgaste sea ventajosa para Rusia?

En primer lugar, podemos ver lo que está pasando con la economía rusa. En 2023 y 2024, ha crecido. No es solo una cuestión de estadísticas. La guerra relanzó la economía rusa de forma similar a la década de 1990. Ha habido una reasignación extensiva de la capacidad de producción. El geógrafo británico y teórico social David Harvey llama a esto acumulación por desposesión. Muchos activos de producción han pasado de manos de inversores extranjeros a capitalistas rusos. La guerra fue ventajosa para muchos sectores de la economía, y especialmente para el gran capital, que se apropió de varios activos con enormes descuentos. Además, una gran cantidad de activos que anteriormente se guardaban en el extranjero han regresado a Rusia. El sector bancario simplemente estaba bien, lo que reavivó la economía rusa y creció.

Cuando usted habla de activos guardados en el extranjero, ¿a qué se refiere? ¿Cómo regresan a Rusia?

Pienso principalmente en los activos offshore. El nivel de riqueza que el capital ruso almacena en las cuentas extraterritoriales es mucho más alto que en otras grandes economías. Aparecieron importantes incentivos económicos para traer el capital de vuelta a Rusia. Era posible adquirir propiedades baratas que se apreciaron significativamente, o también era posible aparcar dinero en Rusia y ganar más del veinte por ciento de interés si los depositaba en un banco ruso. Es un buen negocio…

Está muy bien…

Los beneficios del sector bancario ruso son enormes. Estos fondos privados se invierten posteriormente en la defensa. Los préstamos bancarios proporcionados a las empresas involucradas en la producción de medios y equipos diseñados para matar son enormes.

¿Tiene datos que ilustren cómo es realmente la situación?

2023 y 2024 fueron años récord para el sector bancario ruso. El beneficio ascendió a 3,3 y 3,8 billones de rublos, unos 70 mil millones de euros en dos años. Por supuesto, las carteras de activos y la liquidez también han aumentado. La concentración del sector bancario continuó a un ritmo acelerado. Ha habido varias fusiones y adquisiciones clave que han consolidado todo el sector en varios megabancos. Todo de acuerdo con lo que podría esperarse de un sistema capitalista en la fase imperialista.

La guerra es un gran beneficio para el gran capital. Y la guerra también aporta un amplio margen para la cooperación entre los sectores público y privado. Hay muchas inversiones estatales, tanto en los sectores que producen violencia como en la creación de instrumentos para ejercer la violencia. La violencia se convierte en el motor del desarrollo capitalista. Se podría decir que la violencia ya ha sustituido al petróleo y al gas como el principal artículo de exportación de la economía rusa.

¿Se refiere con esto a la producción de armas?

Sí, las armas, el equipo. Pero en realidad se trata de toda la cadena de producción. Tiene fábricas que producen armas y también municiones, pero también empresas que producen acero. O los nitratos utilizados en la pólvora. Por supuesto, también tiene la logística, que es otro sector que se ha expandido considerablemente. Es una larga cadena en la que se encuentran una serie de diferentes instalaciones de producción que están interconectadas entre sí.

Evaluación de las estadísticas económicas rusas

En Occidente, surgió un argumento en el primer año de la guerra de que se manipulan las estadísticas de crecimiento económico de la Federación Rusa. ¿Qué le diría a las personas que afirman que estas estadísticas están falsificadas?

Lo tomaría con una dosis de escepticismo. El nivel de experiencia y competencia del sector financiero ruso no es discutido por nadie en Occidente. Incluso los liberales como Stephen Kotkin dirían que el banco central ruso y el ministerio de finanzas ruso tienen expertos de clase mundial. Los datos producidos por el banco central se consideran generalmente fiables.

Sin embargo, si trata con tipos de datos más sensibles, se censuran o se limitan estrictamente. No juegan con los números; simplemente no los publican. Y hay otros tipos de distorsiones en los datos. Si, por ejemplo, está interesado en la demografía y quiere saber el número real de personas que viven en Rusia, debe tener muchos conocimientos contextuales para poder leer realmente los datos. Hay dificultades para leer las estadísticas oficiales rusas, pero eso no significa que no pueda trabajar con ellas.

Según su descripción, parece que Rusia se está convirtiendo en una economía de guerra. ¿Está de acuerdo con esto?

Hay un argumento de que el crecimiento económico ruso puede explicarse por el keynesianismo militar de la política oficial. No estaría de acuerdo con eso. El keynesianismo supone que en la economía se redistribuyen los recursos del lado de la oferta al lado de la demanda. Quiere aumentar la demanda, y aumenta la demanda llevando a cabo políticas de empleo masivo en las que los trabajadores pueden impulsar la demanda a través de un mayor consumo. En el keynesianismo, quieres crear grandes proyectos que involucren a muchas personas. La guerra parece similar a primera vista. Aporta salarios más altos que no tienen precedentes según los estándares regionales en Rusia. Esto podría considerarse un gran proyecto keynesiano en el que se estimula la demanda. Pero yo diría que el alto empleo y el aumento de los salarios son un efecto secundario. La guerra sigue siendo en gran medida un fenómeno del lado de la oferta.

¿Por qué cree eso?

El propio Putin lo dice. Cuando miras sus comunicados de prensa en el Foro Económico de San Petersburgo [Foro Económico Internacional Anual], se refiere constantemente a la economía del lado de la oferta como la lógica que lleva todo hacia adelante. Así que el objetivo de la guerra es crear oportunidades para el crecimiento del capital. No están preocupados por la regulación de la búsqueda patológica del beneficio que crea ciclos de crisis en las economías capitalistas, como desearían los keynesianos. Por el contrario, quieren estimular el crecimiento a través de la desregulación de la relación entre capital y trabajo y crear nuevos mercados.

La guerra no sigue la lógica del keynesianismo militar, pero sigue la lógica neoliberal. Inicialmente, fue una guerra tecnocrática: “Conquistaremos Kiev en tres días, los profesionales se encargarán de ello, y el resto de Rusia ni siquiera notará que algo ha sucedido”. De ahí la designación operación militar especial. Ahora se hace hincapié en el uso de la guerra como fuerza motriz del crecimiento económico a través de la vinculación de los contratos estatales con los inversores privados y la creación de condiciones para el crecimiento del capital privado.

Impacto en los rusos ordinarios

Usted afirma que la guerra es buena para el gran capital. Pero, ¿qué impacto tiene en la gente común en Rusia? ¿Están bien o están peleando con problemas?

Para ser justos, los salarios reales en Rusia han aumentado durante la guerra. Sin embargo, hay muchos desequilibrios estructurales. Esto se debe en parte a los salarios pagados a las personas reclutadas en el ejército. En parte debido al aumento de los salarios para los involucrados en la producción de equipo militar y municiones. Pero también hay una enorme inflación. Los datos de inflación son algo delicados. La inflación oficial fue de alrededor del 10 por ciento el año pasado, y el crecimiento salarial fue mayor.

Sin embargo, cuando miras lo que entra en la inflación y te enfocas en las cosas relevantes para los empleados de bajos ingresos (alquiler, precios de la electricidad, agua, alimentos), la inflación para estos artículos está por encima del 20 por ciento. Además, los altos tipos de interés son buenos para aquellos que ya tienen dinero. Pueden depositarlo en un banco y obtener una rentabilidad decente. Pero si quieres comprar una casa o un coche nuevo, los préstamos son realmente muy caros.

¿Así que los tipos de interés de los préstamos también rondan el 20 por ciento?

Sí, por supuesto que había programas de descuento, pero estos terminaron el año pasado. Y si tienes hipotecas con tipos de interés variables, que la mayoría de la gente tiene, tienes un gran problema. Es difícil responder a esta pregunta sin ambigüedades, pero en promedio, la vida de la mayoría de los residentes no ha mejorado.

La eficacia de las sanciones

¿Cómo afectan las sanciones a la economía rusa? La gente en Occidente cree que las sanciones internacionales y el gran gasto militar deben dañar gravemente la economía rusa. ¿Es este el caso?

Las sanciones funcionan, pero no dan el resultado deseado. Si el resultado deseado es obligar a Rusia a poner fin a la guerra, eso no sucede. Es poco probable que las sanciones por sí solas puedan lograr esto en el futuro sin cambios en otras dimensiones de la guerra. Sin embargo, tienen un gran impacto. Los exportadores rusos han logrado en parte adaptarse a las sanciones en el ámbito de las exportaciones de energía. Ha habido muchas discusiones sobre la flota fantasma que transporta petróleo ruso por todo el mundo. El sistema capitalista es complejo y está lleno de contradicciones. Estas crean obstáculos para el capital ruso, pero en otros aspectos crean oportunidades. Los fabricantes alemanes, por ejemplo, ya no producen coches en Rusia, pero cuando se observan las exportaciones de coches alemanes a lugares como Kirguistán, están en aumento.

Una historia clásica…

En Kirguistán, que por casualidad se encuentra en una zona de libre comercio con Rusia, de repente se compran miles y miles de coches Mercedes. Sí, la logística es más complicada, pero el intercambio económico sigue teniendo lugar. Así que las sanciones en muchos aspectos empujan la inflación hacia arriba, pero al mismo tiempo no causan el colapso de la economía rusa.

Entonces, ¿quizás las sanciones no apuntan a los objetivos correctos? ¿Habría sanciones internacionales que podrían tener un efecto mayor que las aplicadas recientemente?

No soy un experto en sanciones. Sin embargo, puedo decir que definitivamente también afectan a grupos de personas en Rusia que intentan oponerse a la guerra. Pero me gustaría subrayar que la lógica de las sanciones está estrechamente relacionada con la visión del mundo que tenemos sobre la guerra. La forma en que se conciben las sanciones sigue la línea de la explicación geopolítica. Somos un bloque geopolítico en guerra contra otro bloque, que consiste principalmente en Rusia y Bielorrusia. Y queremos dañar a este otro bloque. Esta es la lógica general.

Si alguien siguiera la explicación materialista histórica de la guerra, tal vez surgirían otras ideas para las sanciones. Si usted es consciente del problema de la reproducción de la fuerza de trabajo en Rusia, ¿qué efecto tendría, por ejemplo, si creáramos oportunidades para que la fuerza de trabajo rusa abandone Rusia? En este momento, Rusia no tiene restricciones para viajar al extranjero. De hecho, apoya más bien la salida del país de las personas de la oposición.

¿Cómo podría realizarse en la práctica?

¿Qué pasaría si la mano de obra rusa pudiera emplearse en otro lugar? ¿Digamos que ayudaría con la transición a un modelo industrial más sostenible en la UE? También sabemos de la dependencia del capital ruso del régimen financiero y bancario offshore. También conocemos el impacto perjudicial de las estructuras offshore en las oportunidades de desarrollo económico, especialmente en la subperiferia del sistema capitalista global. Algunas de las zonas offshore preferidas, como Chipre, Luxemburgo y los Países Bajos, se encuentran directamente en la UE. ¿Y si abolimos el régimen offshore mundial? No solo complicaríamos las inversiones del capital ruso en el mercado de la violencia, sino que también crearíamos las condiciones para establecer sistemas fiscales más justos en todo el mundo y apoyaríamos el desarrollo económico en las periferias. La lógica de las sanciones simplemente está conectada con cómo explicamos la guerra.

No hay salida fácil de la guerra

Las actuales propuestas de alto el fuego no abordan esencialmente ninguno de los problemas que, según usted, han llevado a Rusia a esta guerra. ¿Hay alguna forma de salir de la guerra para la actual dirección rusa?

El problema para ellos ahora no son las condiciones de un posible alto el fuego, sino las contradicciones que crea la guerra y sus consecuencias para el sistema capitalista ruso. Sería muy difícil devolver la economía rusa a condiciones civiles. La guerra le ha dado un nuevo impulso enorme, y será muy difícil devolverla a un régimen de desarrollo pacífico. Actualmente tenemos alrededor de 700.000 soldados movilizados en el esfuerzo de guerra. La mayoría de ellos se alistó debido a la oferta de salarios más altos.

¿Qué sucede cuando estas personas son desmovilizadas y regresan a las regiones rusas donde ni siquiera pueden pensar razonablemente en obtener salarios similares, pero al mismo tiempo tendrán que pagar nuevas hipotecas contraídas gracias a los altos salarios del ejército? Esta es una cuestión fundamental relacionada con la posibilidad de continuar con la política exterior imperialista rusa. Incluso si no fuera Ucrania, sería otra, porque el imperialismo ruso seguirá teniendo las mismas contradicciones a las que se enfrentó en 2022. Las crisis del capitalismo ruso definitivamente no se han resuelto.

¿Considera esta dinámica como una amenaza para Europa?

Me da miedo. Por supuesto, hay diferencias, y no reduciría Europa a la Unión Europea. Rusia representa una amenaza mayor para países como Bielorrusia, Kazajstán y Georgia que para Lituania o Finlandia. Y es simplemente desde el punto de vista de dónde el capital ruso puede ser dominante y dónde puede apropiarse de la fuerza de trabajo. ¿Qué pasaría, por ejemplo, con Bielorrusia si Alexander Lukashenko [presidente desde 1994] dejara el escenario por cualquier motivo y la actual estructura de clases de la sociedad bielorrusa se viera amenazada, lo que llevaría al auge de nuevas fracciones de capital interesadas en conectarse con los mercados occidentales? Los mercados de Bielorrusia, Georgia y Kazajstán son objetivos más probables de futuras operaciones especiales rusas, pero la guerra de desgaste de Rusia en Ucrania aún no ha terminado.

Ivan Bakalov es investigador en la Universidad Técnica de Dresde.

Jan Bělíček es crítico literario y periodista.

21/06/2025

*Alarm

Traducción: Faustino Eguberri para viento sur

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