Desde el 4 de octubre de 2025, el concesionario Coviandina y las autoridades de tránsito han implementado una nueva medida de pico y placa 3×3 en la vía al Llano (Bogotá – Villavicencio), con el fin de regular el flujo vehicular en la variante que conecta con la antigua vía mediante el kilómetro 18, luego de que un deslizamiento afectara el corredor principal del tramo.
La medida surge como respuesta a los riesgos geológicos y las restricciones operativas generadas por el desprendimiento de material en el tramo de Chipaque, Cundinamarca, concretamente entre los PR 18+300 y PR 18+600, que ha obligado al cierre temporal del corredor vial en ese punto. La emergencia ha venido siendo monitoreada desde hace semanas, y los trabajos de remoción de escombros tuvieron que suspenderse temporalmente debido al peligro latente de nuevos deslizamientos.
La vía BogotáVillavicencio, conocida también como la Autopista al Llano, es una ruta estratégica para la conexión entre la capital del país y los departamentos orientales. Su importancia radica no solo en movilización de personas, sino en el transporte de bienes agrícolas, combustibles y mercancías que abastecen a Bogotá y el centro del país. Por ello, cualquier interrupción o restricción en este corredor tiene efectos logísticos, sociales y económicos significativos para regiones enteras.
¿En qué consiste exactamente el pico y placa 3×3?
Según el informe emitido por la Secretaría Distrital de Movilidad de Bogotá y Coviandina:
- La restricción será aplicada en franjas de 3 horas para cada sentido del tramo afectado.
- Sentido Bogotá → Villavicencio: los horarios autorizados en la variante (por la antigua vía del kilómetro 18) serán:
• 12:00 a. m. – 3:00 a. m.
• 6:00 a. m. – 9:00 a. m.
• 12:00 m. – 3:00 p. m.
• 6:00 p. m. – 9:00 p. m.
- Sentido Villavicencio → Bogotá: los horarios habilitados serán:
• 3:00 a. m. – 6:00 a. m.
• 9:00 a. m. – 12:00 m.
• 3:00 p. m. – 6:00 p. m.
• 9:00 p. m. – 12:00 a. m.
- El paso de cargas dimensionadas queda sujeto a su circulación durante el día y según lo dispuesto en las normativas vigentes (Resoluciones 4959 de 2006 y 3011 de 2025).
- Ambulancias y vehículos de emergencia tienen prioridad para transitar por la variante del kilómetro 18.
Cabe destacar que, hasta hace poco, la medida vigente era un pico y placa 4×2. Esa modalidad aplicaba franjas de 2 horas en un sentido y 4 horas en el otro, buscando también ordenar el tránsito ante la emergencia del deslizamiento.
El cambio a 3×3 indica una intensificación de las restricciones con la intención de lograr un balance más equilibrado entre los momentos de tránsito permitido y las horas críticas de congestión.
Situación del kilómetro 18 y estado de los trabajos
El deslizamiento en el kilómetro 18 ocurrió entre los PR 18+300 y 18+600, en el tramo de Chipaque (Cundinamarca). En el momento de los primeros trabajos, se buscaba remover el material deslizado para habilitar nuevamente el paso, pero los operativos tuvieron que suspenderse porque se detectó que los movimientos de tierra podrían provocar reactivaciones del talud. Según el concesionario y los organismos de riesgo locales, la limpieza se reanudará una vez se tenga un diagnóstico geológico y geotécnico más claro.
El cierre del corredor obligó al uso de vías alternas como la Transversal del Sisga, restringida para vehículos de más de 16 toneladas, y otros corredores secundarios. Según fuentes periodísticas, los transportadores estiman pérdidas económicas por el bloqueo prolongado, que se calcula en decenas de miles de millones de pesos diarios.
En un anuncio reciente, Coviandina ha informado planes para habilitar parcialmente la antigua vía al Llano, como medida de contingencia. Desde el 15 de septiembre, se proyecta que un tramo entre K18+340 y K19+980 será acondicionado para permitir tránsito controlado de hasta 52 toneladas. La estrategia contempla fases progresivas: primero atender vehículos represados, luego carga y transporte público, hasta una habilitación total, según avance técnico y condiciones de seguridad.
Sin embargo, dado el entorno geológico complejo, no se han descartado nuevos cierres preventivos si las condiciones climáticas o estructurales lo ameritan.
Impactos esperados y riesgos
Movilidad y congestión:
El cambio a pico y placa 3×3 debe contribuir a redistribuir el tránsito en horarios más escalonados, pero no elimina el riesgo de colapso si el flujo vehicular supera la capacidad permitida. Los sectores cercanos al kilómetro 0 (sector El Uval, al sur de Bogotá) podrían experimentar congestión adicional durante las franjas habilitadas.
Económico y logístico:
El bloqueo prolongado afecta las cadenas de abastecimiento de alimentos, combustibles y mercancías hacia Bogotá y hacia los departamentos orientales. El aumento de costos del transporte, las demoras y los posibles daños a mercancías perecederas son consecuencias directas de este tipo de interrupciones.
Seguridad geológica:
La suspensión previa de los trabajos en el kilómetro 18 revela el riesgo latente de nuevos desprendimientos. Si las lluvias intensas persisten, los taludes podrían reactivarse y agravar la emergencia, lo que obliga a mantener monitoreo permanente y protocolos de cierre preventivo.
Confianza ciudadana y reputación institucional:
Las demoras en la solución definitiva, las restricciones variables y los cierres frecuentes pueden erosionar la confianza de los usuarios, transportadores y comunidades locales en las instituciones responsables del corredor vial.
Recomendaciones para los usuarios
- Verificar el estado de la vía con Coviandina y las autoridades de movilidad antes de emprender viaje hacia o desde Villavicencio.
- Evitar horarios pico de habilitación cuando sea posible o distribuir el viaje hacia franjas menos congestionadas.
- Priorizar rutas alternas solo si están en condiciones de tránsito viable y conforme a los límites de peso permitidos.
- Tomar en cuenta los horarios del pico y placa 3×3 para planear paradas, alimentar combustible o cumplir objetivos logísticos.
- Estar atentos a posibles cierres preventivos, alertas por precipitaciones o instrucciones de emergencia en la zona del kilómetro 18.
Conclusión
La medida de pico y placa 3×3 en la vía BogotáVillavicencio es una herramienta temporal de gestión del tráfico frente a una contingencia geológica. No soluciona la causa subyacente —el deslizamiento en el kilómetro 18— pero busca mitigar el impacto inmediato en la movilidad. La efectividad de esta estrategia dependerá de la coordinación entre concesionario, autoridades de tránsito y gestión del riesgo, así como del comportamiento climático y la estabilidad de los taludes involucrados. Para los usuarios del corredor, la clave estará en informarse oportunamente, planear rutas y respetar las franjas asignadas.
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